Las ofrendas de solo doce huevos de que hablaba Omaechevarría en el año 1970, únicamente se efectuaban en tres o cuatro conventos del País Vasco y Andalucía. Hoy entendemos que la superstición es un vano presagio sobre cosas fortuitas, pero hace siglos, la existencia de lluvia en una boda se tenía como augurio de desgracias para la nueva familia, que harían plañir a la novia a lo largo del resto de su historia.
Es tradicional anual, con la llegada de las Fallas de Valencia, que cada fiesta josefina el tiempo nos deje alguna lluvia que puede realizar pasar por agua los fiestas, monumentos y reinados de Falleras Mayores de cada comisión.
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Entre las cuestiones obligadas en la visita a las clarisas es la de si prosigue la práctica de las novias de llevar huevos al convento para pedir a Santa Clara que no llueva el día de su boda. «Prosiguen viniendo no solo muchas novias, sino más bien asimismo amigas y familiares de ellas para traer los huevos. Es una tradición que sigue y que no se ha perdido jamás», afirma la madre abadesa. «En verano poseemos tantas docenas que aprovechamos para dar a personas necesitadas o a sitios que los precisen como es el caso de la Cocina Económica».
Era la de las pequeñas que llevan el nombre de Clara y que se presentaban a la Santa en alguno de sus monasterios, portando un cestillo con huevos. Informaban asimismo las monjas de que no existía ninguna oración ad hoc, con texto establecido por la Orden que aludiera al buen tiempo. Aseguraban las religiosas que, en esencia, sus plegarias iban dirigidas a que se cumplieran los deseos de sus benefactores y, si el tiempo que se encargaba era para una boda, asimismo encomendaban a Santa Clara la felicidad y la fidelidad de los contrayentes.
Huevos Para Que No Llueva En Las Bodas
Las bodas, antiguamente se celebraban fuera de la iglesia, al aire libre, en el atrio del edificio, con lo que tener tiempo grato era muy deseable. Además de esto, la presencia de eventos meteorológicos ajenos a eso que se consideraba buen tiempo estaban penados con una horrible carga supersticiosa.
Múltiples conventos de clarisas se habían cerrado por falta de vocaciones juveniles, pero la costumbre se había revitalizado. Ciertas tradiciones desaparecen y otras se mantienen con el testigo de las nuevas generaciones.
Es un patronazgo folclórico, por sus habituales ofrendas de huevos, cuyo origen se desconoce. Señal indudable de la veneración que provocó, en España y en el mundo, son la multitud de islas, cabos, promontorios, lagos, ciudades, barrios, plazas, calles, centros de enseñanza, capillas ribereñas, museos, monasterios… Y también nomina exquisitos dulces de repostería casera, viejas canciones infantiles populares… El razonamiento que empleaban para justificar el éxito de sus frases era el proverbial de que la fe hace milagros y confesaban que ellas mismas, en casos expepcionales, habían pedido a su creadora la gracia del tiempo claro, entregando los huevos a personas necesitadas.
El Monasterio de Pedralbes es una referencia para los novios de Barcelona que acuden a las clarisas para llenar esta tradición. Fundado por el rey Jaime II y por su mujer Elisenda de Montcada en 1326, se inauguró con una misa solemne el 3 de mayo de 1327. Es por ello que las visibles de los huevos tienen una significación particular para los novios que apelan a esta santa a fin de que la climatología les sea favorable. De esta manera de bonita es la tradición de llevar huevos a Santa Clara para el buen tiempo en la boda, con un packagingideal de Project Party Studio.
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Aseveraban que acostumbraban a supervisar el estado del tiempo el día para cuya bonanza habían rezado y, cuando no resultaba el tiempo esperado, añadían que el pueblo creía –y de esta manera se lo recriminaba a ellas- que las clarisas o no habían rezado o lo habían hecho mal. Las clarisas franciscanas del 93 anhelaban que se sostuviera la tradición original y no estaban de acuerdo en que se desvirtuara esta con ofrendas de huevos para resolver problemas ajenos al mismo tiempo atmosférico, como empezaba a hacerse en algunos lugares. En las cincuenta y tres comunidades de clarisas restantes, la tradición subsistía y todas y cada una coincidieron en que se había producido un incremento de ofrendas considerable y progresivo en los cuatro o cinco años anteriores.
Entendemos que nosotros nunca podríamos conseguir un tiempo espléndido de manera natural para una fecha o datas ciertas y recurrimos a esta tradición popular, profana y religiosa al unísono, como el único recurso libre. Reflejos en torno a la ofrenda de huevos a Santa Clara en el Monasterio de Pedralbes. Creatividad en tono a la ofrenda de huevos a Santa Clara en el Monasterio de Pedralbes.
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Como fuentes orales, se emplearon las entrevistas personales y telefónicas mantenidas con el resto de los sesenta monasterios escogidos, monasterios que habían preferido contestar personal o telefónicamente a la encuesta. En la selección de poblaciones se aplicó, como técnica escencial, el muestreo proporcional, con objeto de obtener una mayor representatividad.
