En otras palabras, la evolución de las plumas habría coincidido con la evolución del vuelo. Las aves evolucionaron desde los dinosaurios, pero es posible que el origen de sus plumas se remonte aún más en el tiempo, hasta el antepasado común de los dinosaurios y los pterosaurios. Estos réptiles voladores (un fósil, a la izquierda) estaban cubiertos de filamentos muy finos que tal vez se pareciesen al plumón de este pollo de faisán.
Confuciusornis y otras aves primitivas retuvieron las garras en las alas, que quizás usaran para escalar o para apresar; las plumas angostas y unos músculos de vuelo débiles proponen que no eran buenas voladoras. Los orgánulos celulares microscópicos portadores de pigmento en forma de «salchicha» y «albóndiga» se muestran en una muestra de las plumas auriculares de Anchiornis. «Ahora mismo, creo que solamente podemos asegurar es que los orígenes geográficos de las aves modernas son un secreto. Solo los descubrimientos futuros de fósiles podrán desvelarnos en qué parte de la Tierra se dieron a conocer las aves modernas», concluye Field. Field asegura que el hallazgo fue uno de los instantes más apasionantes de su carrera científica hasta la fecha. El nombre científico que pusieron a la clase procede de Asteria, la diosa titánide griega de las estrellas fugaces que se convirtió en una codorniz, un nombre pertinente para un ave que vivió poco antes del encontronazo que marcó el fin de la era de los dinosaurios, según Field.
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Aves Mesozoicas
Esto ha contribuido a esta ambigüedad sobre dónde trazar la línea divisoria entre aves y reptiles. Cryptovolans , un dromeosáurido encontrado en 2002 (que puede ser un homónimo menor de Microraptor ) era con la capacidad de volar con motor, poseía una quilla esternal y tenía costillas con procesos uncinados . Los criptovolanos semejan ser un mejor «pájaro» que el Archaeopteryx, que carece de ciertas de estas características modernas de las aves. Gracias a esto, algunos paleontólogos han sugerido que los dromeosaurios son de todos modos aves basales cuyos miembros mucho más enormes son secundariamente no voladores, es decir, que los dromeosaurios evolucionaron desde aves y no del revés. Actualmente, la evidencia de esta teoría no es concluyente, pero las excavaciones prosiguen desenterrando fósiles de dromeosaurios emplumados.
Cuando un ave se acicala las plumas, las barbas se apartan sin esfuerzo y vuelven a encajar en su lugar. Una perdiz chucar aletea frenéticamente en el laboratorio de vuelo de la Facultad de Montana. Los estudios revelan que antes que un pollo sea con la capacidad de volar, su aleteo funciona como los alerones de un vehículo, empujando su cuerpo hacia abajo y ganando adherencia al huir de un depredador por una cuesta empinada. Los especialistas lo han llamado \’Heracles inexpectatus\’, nombre que surge de su gran tamaño y fuerza hercúlea y del carácter inesperado del descubrimiento.
Hallado Un Interesante Fósil De Ballena
A partir de entonces los paleontólogos hallaron cientos de terópodos emplumados. Con tantos fósiles para equiparar, pronto comenzaron a crear una historia más detallada de la pluma. Después, diferentes estirpes de terópodos desarrollaron distintos géneros de plumas, algunas parecidas al plumón de las aves recientes y otras con barbas preparadas simétricamente. Otros presentaban cintas largas y rígidas o filamentos anchos, distintos de las plumas de cualquier ave actual. Si bien muchas aves vivieron en la era de los dinosaurios, la mayoría formaba parte de grupos arcaicos, como las enantiornitas, un grupo de aves con dientes que se extinguió junto a la mayoría de los animales terrestres más enormes. Todas y cada una de las aves modernas brotaron de un solo conjunto llamado neornitas, que apareció hacia el final del Cretácico.
El fósil de 66,7 millones de años procede del hemisferio norte, mientras que el resto de los vestigios de las aves modernas del Cretácico se han hallado en el hemisferio sur. Estos fósiles tienen dentro los huesos de una clase con aspecto de pato llamada Vegavis, descubiertos en rocas de 66,5 millones de años en la península antártica y descritos en 2005. Dentro de las plumas de dichos animales descubrieron unos orgánulos celulares microscópicos, llamados melanosomas, cuya forma coincide precisamente con las construcciones socias con colores específicos en las plumas de las aves actuales. Hay melanosomas tan bien preservados que es posible reconstruir el tono de las plumas de los dinosaurios. La cola de Sinosauropteryx, por servirnos de un ejemplo, tenía al parecer franjas rojizas y blancas. O quizás los dos sexos utilizaban las rayas para reconocerse o para confundir a los predadores.
Inteligencia Compartida Entre Humanos Y Máquinas
“Si bien todavía no hay prueba, esta ave podría haberse extendido a mucho más territorios occidentales”, apunta Zelenkov. Otra preocupación con implicaciones evolutivas es un supuesto incremento en la hibridación . Esto puede deberse a la alteración humana de los hábitats que dejan la superposición de especies alopátricas relacionadas . La fragmentación del bosque puede hacer amplias áreas abiertas, conectando parches previamente apartados de hábitat abierto. Por ejemplo, los numerosos colibríes híbridos que se encuentran en el noroeste de América del Sur pueden representar una amenaza para la conservación de las diferentes especies involucradas. La divergencia basal de los Neognathes restantes fue la de Galloanserae , el superorden que contiene los Anseriformes y los Galliformes .
Ciertas secciones de Bélgica estuvieron cubiertas por un mar poco profundo hace 66,7 millones de años y las condiciones eran afines a las de las playas tropicales modernas, como las de las Bahamas. El Asteriornis tenía patas bastante largas y podría haber merodeado por este litoral prehistórico. Hace 20 años, cerca de la frontera entre Bélgica y los Países Bajos, el buscador de fósiles aficionado Maarten van Dinther recogió un bloque de roca monótono del tamaño de una baraja de cartas.
