Se sintió indispuesta y por el momento no pudo accionar en la ciudad de las Casas Colgadas, donde se le aguardaba con expectación, en vísperas de un largo puente festivo. Es la letra de esta canción producto de la pluma de Eduardo Montesinos, periodista y comediógrafo de aquellos años. José Padilla compuso en 1914 la música de este cuplé, cuya popularización se debe a la artista Raquel Meller, que asimismo lanzó al estrellato El relicario, del mismo creador, y que vivió a caballo entre los siglos XIX y XX, en una época tan diferente a la nuestra. Entonces vinieron Sara Montiel y ciertos mucho más que también hicieron sus versiones.
Charlot es mi payaso preferido…De los mejores. Me gusta hasta en el momento en que come margaritas, mi flor preferida. Aunque, insisto, es sevillana , madrileña de adopción, y tan fantástica como persona como lo es de artesana. Fijaros si es extraordinaria, que el primer día de la semana le dedicó un articulo a la camiseta y a una servidora en su blog ¡pero con todo el arte de todo el mundo!
Contenido de la Página
Comentarios Recientes
Un espectáculo tan bien montado como el que ahora lleva, dirigido musicalmente por un joven enorme músico como es José María Berdejo, podría causar sensación en cualquier teatro de la capital de España. Con gran orquesta; con el único acompañamiento de un piano o a capela, como yo la he podido percibir esta tarde, Corita interpreta el cuplé y muchos más géneros como nadie. De ahí que, frecuentemente creo que en este momento, como al comienzo afirmaba, hace muchos años que como aves precursoras de primavera, en Madrid no aparecen las violeteras.
Sara Montiel nos queda como recuerdo de “ave precursora” de la independencia en los años difíciles, y como una irreproducible artista en sus facetas. La letra de “La Violetera”, medio siglo después, me trae formidables recuerdos de una voz sensual “de ojos alegres y faz risueña”, “lo que dicen un tipo de madrileña”… y de manchega. Mucha Sara esta María Antonia Abad, que empezó en el cine con “Don Quijote de la Mancha”.
Como Aves Precursoras De Primavera En Madrid Se Muestran Las Violeteras
No les lo perdáis, podéis leerlo aquí, «Gitana».
El cuplé, ese género que un día elevase su categoría merced a encajar en el tiempo 2 artistas inmortales, como fueron Raquel Meller y el maestro Padilla, estaría prácticamente olvidado si no fuera por esa “violetera” como la que yo conozco y, sería una lástima. Sería una pena por el hecho de que, con el cuplé, al igual que sucede con la copla, encontramos temas de una categoría inmensa que en el momento en que son interpretados con verídica experiencia, agradan, y de qué forma, a todos y cada uno de los públicos. Sin embargo, lo que realmente revela la calidad de algunas de esas canciones es el haber resistido el paso del tiempo y que, por cientos de ocasiones que las escuchemos, jamás nos lleguen a cansar. Son además de esto canciones que a los que crecimos con la radio sonando a todas horas, nos recuerdan el fragancia de los guisos de nuestras madres y abuelas, o el de la tierra mojada del patio del colegio tras una tormenta de primavera.
Siempre la recordaremos como “ave precursora de primavera”, ya que en Primavera se nos fué. “Lléveme usted señorito, lléveme usted este ramito, que no vale mucho más que un rial…” De las letras de la canción las que más me llamaban la atención eran cuando la voz de Sara cantaba aquello de “neta y castizaaaa… que si entrecierra los ojos / te cauteriza, te cauteriza”. La cuestión es que la canción de “La Violetera” me la aprendí de memoria y para las fiestas de curso, de cumpleaños, o en los fuegos de campamento, me la pedían.
¿Les podéis opinar que, desde el momento en que comencé a armar esta remera flamenca, no me he quitado la letra de este cuplé de la cabeza? A veces es que que hago relaciones entre cosas en mi cerebro muy raras…, no sé si os pasa o les ha pasado más de una vez, que ves algo que te sugiere otro algo, y acabas pensando en otro algo distinto, que a lo mejor no tiene relación, o sí, quien sabe… Un año antes, en 2008, Sara Montiel recibió la Medalla de Oro de Castila-La Mancha en el Día de la Zona celebrado en Las Pedroñeras, la Capital del Ajo.
