Una vez que se genera la polución, sea a partir de una vía fecal o por insectos, suele adherirse a las superficies y ser una fuente de diseminación generalizada. Sin embargo, aparte de los patógenos evidentes, existen más de 30 géneros dentro de la familia de las enterobacterias. Entre ellos podemos encontrar a distintos patógenos potenciales, como Escherichia, Klebsiella, Salmonella, Shigella y Yersinia. Por este motivo, su control, como grupo, sirve para valorar la calidad higiénica y sanitaria de alimentos crudos, o para saber la higiene de un procesado.
Además hay otras formas de limpiar los huevos con agua sin que sea tan agresivo. Una buena opción, con la que no gastaremos tanta agua y evitamos que el huevo absorba el líquido, esfrotarlo suavemente con un paño húmedo. Para hacer correctamente el desarrollo de desinfección y de esta forma procurar asegurar el mayor porcentaje de éxito viable en la eclosión, debes proseguir unos simples procedimientos. Si nos cercioramos de que se cumplen todas y cada una estas medidas, tal como una mínima manipulación de los ejemplares seleccionados, desinfectar los huevos para incubarlos va a ser un óptimo refuerzo y no un antídoto a un caso que no tiene solución.
En la actualidad el proceso de lavado de huevos se ha automatizado hasta el punto que, de forma directa on line y a través de lavadores que usan resoluciones de agua ardiente con detergentes y desinfectantes, se hace sin casi intervención humana. Entre los microorganismos patógenos que se pretende eliminar están Salmonella y aquellos que tengan la posibilidad de ser de origen fecal. En la Unión Europea, pese a admitirse las virtudes que puede suponer la utilización de una tecnología de estas peculiaridades, el lavado de huevos no está tolerado. La decisión de este régimen implica conceptos muy diferentes en el abordaje de los problemas de seguridad alimentaria. En USA se pretende una reducción del peligro a toda costa, al tiempo que en Europa el propósito es instaurar medidas preventivas. Compete entonces a los científicos, con datos y estudios concretos, el determinar cuáles son los sistemas más eficientes para mantener la salud de los usuarios.
Impide, por favor, las descalificaciones personales, los comentarios maleducados, los asaltos directos o ridiculizaciones personales, o los títulos insultantes de cualquier tipo, sean dirigidos al autor de la página o a algún otro comentarista. Andas en tu perfecto derecho de comentar de forma anónima, pero por favor, no utilices el anonimato para decirles a la gente cosas que no les dirías en el caso de tenerlas delante. Intenta sostener un ambiente satisfactorio en el que la gente puedan comentar sin miedo a sentirse insultados o descalificados. No comentes de manera repetitiva sobre un mismo tema, y bastante menos con múltiples identidades o suplantando a otros comentaristas. El único aspecto al que debes prestar atención con este procedimiento, si lo llevas a cabo poco tiempo tras la puesta, es regular el pulverizador adecuadamente a fin de que las gotas no bloqueen los poros de la cáscara.
Y así como hay suciedad que se ve, hay muchas bacterias y gérmenes que no son tan obvios, y que asimismo debemos eliminar antes de cocinar o cascar el huevo. Por otro lado, la OCU no sugiere lavar con agua las setas pues pierden mucho gusto y aroma. Tampoco las verduras en bolsa porque, así como comentan desde la organización, ahora suelen lavarse con algún desinfectante en pequeñas dosis.
Siel lavado del huevo con agua no resulta completamente efectivo o se busca una limpieza mucho más intensa se pueden emplear modelos de higiene. Para ellos se necesitan 2 tazones, agua y el producto que se vaya a emplear. En el caso de utilizar cualquier artículo de limpieza, ya sea un paño, esponja o incluso cepillito, es importante limpiarlo con jabón tras cada uso para no pasar las bacterias que se han podido eliminar de un lote a otro.
A finales del año 2003 se comenzó una investigación comparativo en el que se examinaron los huevos en múltiples plantas. El estudio se desarrolló analizando la superficie de la cáscara de huevos lavados y sin lavar. Mientras que en la Unión Europea no se permite el procesado de huevos premeditados a consumo directo, en USA se viene realizando esta práctica desde el inicio de los años setenta. La meta primordial que se persigue es la eliminación de microorganismos patógenos en el huevo, especialmente Salmonella, causante del 60% de los casos de gastroenteritis registradas en España.
Es en esta clase de producto donde hay que extremar las condiciones de higiene y donde sería interesante un lavado y una desinfección anterior para reducir el peligro. No obstante, el microorganismo mucho más muchas veces aislado a partir de la cáscara de huevo sin lavar es Escherichia coli, con mucho más del 50% respecto al total y con una reiterada detección de Salmonella si existen animales portadores. Sin embargo, cuando se realiza un lavado, con la correspondiente desinfección, el microorganismo mucho más frecuentemente aislado es diferente, correspondiente al género Enterobacter, y en ningún caso se detecta la presencia de Salmonella. No obstante, el problema de la área del huevo se centra en la contaminación desde materia fecal de las gallinas o por una mala manipulación. En el momento en que la cáscara se contamina, puede ser entre las vías de entrada de esos microorganismos en la mayor parte de los hogares.
Entre las recomendaciones mucho más importantes para evitar intoxicaciones alimenticias y remover probables microorganismos patógenos, así como elementos químicos, se encuentra la higiene y desinfección de los alimentos. No obstante, hay algunos alimentos, como el huevo, para los que se desaconseja de manera expresa su lavado. Aunque el adecentar el huevo con agua parezca poco aconsejable, no hacerlo puede representar también un gran peligro para la salud.
