En el momento en que se paran a contemplar semejante espectáculo, el macho da paso al truco final. Exhibe sus tesoros -elementos refulgentes, piezas de fruta, metales- y se los muestra uno a la vez, esparciéndolos con el pico enfrente de ella. Una auténtica igualdad de género que ya les agradaría tener a muchas sociedades.
Además de esto, tener una sola hembra le representa al macho un menor gasto de energía al evitar riñas con otros competidores. Comienza con la jirafa macho pegando con su cabeza la parte de atrás de la hembra, hasta que esta termina orinando. Entonces el macho cata su orina para elegir si va a ser el ejemplar con el que desea reproducirse. Pero el macho no en todos los casos triunfa y muy frecuentemente tiene que regresar a rehacer su presente para la hembra, para lo cual trabaja durísimo durante bastante tiempo.
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Esta estimulación \’prende\’ a las hembras para aumentar la probabilidad de éxito de la cópula y alentar el compromiso paternal a lo largo del tiempo preciso. En grupo, se maximiza la posibilidad de que la pareja perpetúe sus genes mediante su descendencia próspera. Hace mucho más de 20 años se descubrió que los ratones hembra eran capaces de seleccionar machos no emparentados frente a machos relacionados, comparando el fragancia de la orina de cada macho con sus olores. Mientras que un caballo ya puede caminar a los minutos del nacimiento, y cualquier pez sale del huevo y ahora empieza a comer en forma autónoma, los pichones de las aves necesitan el cuidado de sus padres cuando rompen el cascarón.
Increíblemente, el número final depolluelos supervivientesfue un 37% mayor para los pollos en parejas del primer grupo que entre las del segundo. Los nidos de parejas no elegidas tenían prácticamente tres ocasiones mucho más huevos no fecundados que los de las elegidas, un mayor número de huevos se perdieron, y mucho más polluelos murieron tras la eclosión. La mayoría de las muertes sucedieron dentro de las primeras 48 horas, un período crítico para el precaución paterno, que se probó menos diligente. Durante mucho tiempo se ha comprendido que la reproducción con parientes cercanos tiene la posibilidad de tener efectos intensamente negativos sobre la descendencia. En consecuencia, no es asombroso que los biólogos hayan descubierto en varias especies que los individuos reproductores han evolucionado maneras de advertir su similitud genética con la de los posibles compañeros. Para capturar su atención, los pergoleros reúnen una enorme compilación de huesos, conchas, piedras y diferentes objetos con los que forman un lecho que se conoce como gesso, un material al blanco similar al yeso.
Las Aves Eligen Pareja Gracias A Su Olfato
Los machos tienen en la cola unas plumas que se los conoce como serpentinas y cuando las utilizan para conseguir reproducirse se convierten en un auténtico ritual de danza. Usando una población de160 pájaros, los autores establecieron una sesión de citas veloces, dejando a conjuntos de 20 hembras escoger libremente entre 20 machos. Una vez que las aves se habían emparejado, a la mitad de las parejas se les dejó proseguir juntas. La otra mitad fue dividida y los ejemplares fueron emparejados con otros ejemplares en exactamente la misma situación. Los machos de esta clase se esmeran para crear una ‘casa’ y de esta forma conquistar a una hembra.
Precisamente no dejan de sorprendernos, si bien creo que esta forma de selección sólo la emplearán ciertas especies. Es increíble la variabilidad de criterios que paracen emplear para buscar «la mejor pareja». Macho y hembra comienzan una danza en la que se tantean y se atacan con sus aguijones.
La elección de pareja es de manera frecuente la decisión más importante en la vida de los humanos y los animales. Los científicos del Instituto Konrad Lorenz de Etología en la Vetmeduni Viena han encontrado la primera evidencia de que las aves pueden elegir a su compañero a través del olor. Las águilas calvas son ave monógamas por naturaleza y se emparejan para siempre, salvo que la pareja muera bastante pronto. Otras aves asimismo clasificadas como monógamas pueden tener otras parejas, pero no es la situacion del pigargo americano.
Los investigadores equipararon los modelos químicos de las glándulas sebáceas de las gaviotas tridáctilas con genes que juegan un papel en la inmunidad. Las aves que huelen de forma similar entre sí también tienen genes de inmunidad similares. Dado que las aves prefieren aparearse con compañeros con los que no están emparentados, los científicos creen que la forma de identificar a los familiares y eludir tenerlos como pareja es a través de el fragancia. El equipo había descubierto antes que las gaviotas tridáctilas evitan el emparejamiento con parientes, pero el mecanismo por el que las aves reconocen su relación entre sí había continuado irreconocible hasta ahora.
