Como Es La Piel De La Gallina

La piel de gallina servía a nuestros antepasados como método de defensa y muestra de poder. Por poner un ejemplo, en el momento en que un puercoespín está asustado, levanta sus púas para defenderse. Lo mismo hacen los gatos cuando están asustados y erizan su pelo. Esta contestación también es común al humano, aunque, en la actualidad, poca utilidad tiene. Pero, además de ser un reflejo de protección de nuestro cuerpo, es asimismo un aspecto que compartimos y heredamos de nuestros ancestros animales.

Esta contestación involuntaria y poco discreta recibe los nombres científicos de horripilación cutánea y piloerección generalizada. Otra de las respuestas anatómicos que frecuenta venir acompañada de la piel de gallina también son los escalofríos, una reacción fisiológica que da una sensación de frío a todo el cuerpo. Al generarse esta respuesta y contraerse los músculos de cada pelo, se crea una capa de aire en todo el cuerpo que lo resguarda del frío. Esta reacción se asocia a la segregación de adrenalina, la hormona que posibilita, en estos casos, la regulación térmica del cuerpo. Además, esta hormona está relacionada con la aceleración del ritmo cardíaco, el incremento de la presión sanguínea, la sudoración de las manos o los temblores en todo el cuerpo. Los científicos asimismo demostraron que en el cuerpo humano hay algunas células inquietas que son las causantes de padecer estas alteraciones.

A lo largo del 2020, en un análisis en ratones, publicado en la revista científica \’Cell\’, científicos de la Facultad de Harvard se dieron cuenta que los músculos específicos que se contraen en el momento en que hace aparición la piel de gallina están conectados al sistema inquieto simpático. En el momento en que se advierten bajas temperaturas, estos tienden un puente entre los nervios simpáticos y los folículos pilosos. La piel de gallina se produce por la liberación de adrenalina, que se segrega en situaciones de frío y también de agobio. [newline]Esta hormona genera una sucesión de reacciones en todo nuestro cuerpo y lo pone en alarma para que logre batallar o huir si está en peligro. Asimismo es la responsable de que, de repente, nuestra fuerza aumente o nuestra capacidad mental de respuesta sea más ágil. De ahí, que también nos salga cuando oímos música, nos emocionemos o tengamos temor. Este fenómeno se llama asimismo pieloerección y se refiere al desarrollo de manera involuntaria de protuberancias en la piel, en la base del pelo corporal, cuando nos exponemos a ocasiones o a cambios bruscos de temperatura.

Por supuesto el principal fundamento de la piel de gallina es el tiempo; una bajada brusca de la temperatura hará accionar nuestro cuerpo. Bajo la piel se encuentran los músculos erectores de los folículos pilosos, que son los responsables de que el pelo se levante sobre nuestra piel. No poseemos ningún tipo de control de ellos, conque sin duda pasan muy desapercibidos para la mayoría. Cuando hace frío se contraen los músculos erectores -por este motivo se le llama pieloerección- y el pelo se eriza, creando una minúscula cubierta de aire en torno a nuestra piel que la protege de la bajada de temperaturas.

Un estímulo de afuera, como el miedo, una situación de peligro, o sencillamente el rozamiento con el chico o chavala que nos gusta, podría tener el mismo efecto en la piel. Sencillamente la tensión hace que nuestro pelo se erice y nuestra piel tenga el aspecto de una gallina. Las conmuevas causan este efecto en nuestra piel y vello, y en verdad es bastante similar a en el momento en que un gato eriza su pelo, incrementando su tamaño corporal, cuando se siente conminado o está a punto de pelearse.

”, oímos muchas veces de alguien a quien parecen no afectarle las cosas, tal y como si su piel fuera, de tan dura, impenetrable. “Hijo, qué piel mucho más fina tienes”, oímos cuando, a la inversa, lo que le ocurre a un individuo es que todo parece afectarle. “Se ha quedado blanco”, dicen otros cuando la piel del rostro de un individuo semeja reflejar falta de riego, por un susto o una mala novedad. El cuerpo intenta acrecentar su temperatura, generando contracciones y relajaciones musculares rápidas para conseguir entrar en calor. La piel de gallina, es una manifestación de frío de la piel humana, principalmente debida al complejo pilomotor. La buena noticia es que, lo mucho más frecuente es que la queratosis vaya desapareciendo o mejorando bastante con la edad, con lo que es poco habitual ver a alguien con mucho más de 30 años con una queratosis pilaris muy acentuada.

En el momento en que el cuerpo lo necesita, se contrae y provoca que el vello se eleve, generando una pequeña protuberancia alrededor de cada pelo. Si bien resulte extraño y nunca lo hayas pensado, lo cierto es que la piel de gallina es una respuesta de nuestro cuerpo que, en realidad, no es exclusiva del ser humano. Primeramente, obviamente, nuestra piel no se convierte y se transforma en la piel de una gallina. Pero la pieloerección -de esta manera lo reconocen correctamente a la \’piel de gallina\’- sí que podría ofrecer la sensación de que nuestro cuerpo ha perdido el plumaje y somos en realidad aves.

La piel de gallina es una contestación del organismo frente cambios bruscos de temperatura en el ámbito o como consecuencia de emociones profundas. Por este motivo, si bien en verano la sensación sea muy calurosa, al ingresar en un coche con aire acondicionado muy fuerte o en un lugar, puede ponérsenos la piel de gallina debido al contraste térmico. Como se explicó previamente, la piloerección puede ser útil para regular la temperatura corporal.

La piloerección hace que los animales parezcan más fieros y puede salvarles la vida ante una amenaza, mientras que para los humanos por el momento no es de esta forma. El ser humano ha perdido prácticamente todo el vello del cuerpo, con lo que la carne de gallina ya no se utiliza para intimidar cuando nos sentimos conminados. Aunque hoy día la única función útil que tiene esta reacción es la regulación de la temperatura, el ser humano prosigue sintiendo esta respuesta involuntaria en ocasiones de temor o sobresaltos. Cuando la temperatura exterior es baja el vello capilar se eriza. Ocurre en toda la superficie pilosa, salvo aquella que cubre los genitales, las manos o los pies.

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