De hecho, una estructura de cadera afín a un pájaro también se desarrolló por tercera vez entre un grupo peculiar de terópodos, los Therizinosauridae . Hoy en día, la relación entre los dinosaurios, el Archaeopteryx y las aves modernas todavía está en enfrentamiento. Un año después, Lü y quien redacta publicamos la descripción de este esqueleto, una nueva clase a la que bautizamos Zhenyuanlong.
«Estos ancestros de las aves desarrollaron novedosas adaptaciones, como plumas, espolones y alas, cuatro veces más rápido que otros dinosaurios», explicó Darren Naish, un paleontólogo que ha participado en la investigación. Por su lado, Benton también expone que el salto a los árboles fue un intento de huír de los predadores o de localizar nuevos elementos alimentarios. Esta ‘mudanza’ habría requerido cuerpos pequeños, ojos agrandados para acrecentar la visión tridimensional, mayores cerebros en frente de la variedad arbórea, plumas aislantes para aceptar la actividad nocturna o el alargamiento de las extremidades para beneficiar los saltos entre árboles.
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Sin embargo, lo más importante es que ABSC es una herramienta muy útil para estudiar la dinámica social de las aves y monitorear las ciudades de aves. Por servirnos de un ejemplo, los receptores de audio pueden detectar los sonidos de los pájaros en un área cierta y monitorear de qué forma cambian los valores medidos de una determinada especie transcurrido un tiempo. Ya que ABSC es una tecnología parcialmente nueva y en desarrollo, las deficiencias en los sistemas de recepción de audio contribuyen a las disconformidades entre las clasificaciones de especies aguardadas y las lecturas reales del espectrograma.
Encontraron que algunos dinosaurios evolucionaron para perder sus dientes a medida que medraban y les afloraba un pequeño pico. Transcurrido el tiempo, este desarrollo ocurrió antes en su avance hasta que por último los animales surgieron de sus huevos con un pico absolutamente formado. Hasta recientemente se pensaba que las plumas habían aparecido por vez primera en un miembro primitivo del estirpe de los terópodos que condujo a las aves. Pero en 2009, científicos chinos han comunicado el hallazgo de una criatura con cerdas en el dorso, Tianyulong, perteneciente a la rama de los ornitisquios del árbol filogenético de los dinosaurios, lo que significa que no era ni por asomo un terópodo.
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No obstante, este espécimen chino difería de otros dinosaurios en algunas peculiaridades importantes. Sus huesos eran ligeros y huecos, las patas largas y esbeltas como las de una garza y el cuerpo estaba cubierto con plumas de distintos tipos, entre ellas las de los brazos, que eran grandes, tenían raquis y se superponían unas con otras para formar alas. Según un estudio anunciado el día de hoy en la gaceta Science y elaborado por científicos de la universidad de Southampton, las aves aparecieron desde un grupo de dinosaurios carnívoros y bípedos que encogió más y más a lo largo de 50 millones de años.
Otros paleontólogos sostenían que las aves no evolucionaron a partir de los dinosaurios, sino que compartían un antepasado común, muy anterior, al que debían sus semejanzas. El linaje evolutivo de las presentes aves voladoras comenzó hace alrededor de 210 millones de años a fines del Triásico. Siempre ha existido enorme controversia en relación al origen de este genero debido a la ambigüedad de sus aspectos. El origen de este maravilloso mecanismo es uno de los mayores misterios de la evolución. En 1861, sólo dos años después de que Darwin publicara El origen de las especies, los trabajadores de una cantera de Alemania sacaron a la luz fósiles espectaculares de un ave del tamaño de un cuervo, mencionada Archaeopteryx, que vivió hace unos 150 millones de años.
Por ejemplo, los numerosos colibríes híbridos que se encuentran en el nordoeste de América del Sur tienen la posibilidad de representar una amenaza para la conservación de las distintas especies implicadas.
La evolución normalmente ocurre a una escala demasiado lenta para ser presenciada por humanos. No obstante, las especies de aves se están extinguiendo hoy en día a un ritmo considerablemente mayor que cualquier posible especiación u otra generación de nuevas especies. La desaparición de una población, subespecie o especie representa la pérdida permanente de una variedad de genes.
