Suscribierse ahoraAcepto los términos, condiciones y la política de intimidad. Los polluelos del ganso tienen la capacidad de volar recién cumplidos los 2 o tres meses de edad. Durante toda la vida en pareja, el macho se comporta de forma muy protectora con la hembra. —¿Qué debo llevar a cabo a fin de que de este huevo salga un pollo? —preguntó Jack, con el huevo ardiente y resplandeciente en la mano. Cuando el BMW de empresa de Helen apareció en el callejón trasero, había tres huevos humeantes en un rincón obscuro del ponedero.
Le gustarán mucho más los blancos —dijo Percy, indudablemente con razón, si bien no le di el gusto de reconocerlo. —Puse el huevo claro, que era también el mucho más pequeño de los 2, en la palma de la mano de Helen. Sus dedos no se ablandaron al contacto con la manera ovoide. En su aplaudido y original debut, Jackie Polzin elabora una inteligente meditación sobre el conflicto entre nuestro anhelo de vínculos y nuestra experiencia de la soledad. Íntima y llena de sabiduría, Gallinas da una observación única, tan entretenida como emocionante, sobre la fragilidad y la hermosura que constituyen nuestra vida.
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En La Cocina
Pero hemos de estar alerta si se dan comportamientos extraños, puesto que tienen la posibilidad de ser la señal de que hay algún inconveniente. Las gallinas jamás dejarán de sorprendernos con su interesante accionar. Unas veces se tragan piedrecillas para realizar la digestión, en otras ocasiones se revuelcan en la arena para desparasitarse. Incluso las hay que se toman demasiadas confianzas y se nos suben encima al vernos.
No estaban fríos, pero sin lugar a dudas se habían entibiado. Alcé la parte de arriba de la caja y eché un viejo edredón sobre los huevos, para mantener el calor que aún quedara dentro. Pasé el resto de la noche envuelta en otro edredón, sentada cerca de la caja, con los ojos fijos en la llama. Si se cerraron no lo sé, pero la llama seguía allí por la mañana. Retiré el edredón de los huevos y aguardé a que llamara mi madre. Probablemente todos esos huevos estaban ya echados a perder, polluelos muertos dentro del cascarón.
Comportamiento De Pollo Y Del Huevo
Gallinas mucho más viejas pueden ocasionalmente poner huevos anormales gracias a la edad, el agobio o patología. La producción de cáscara de huevo drena el calcio del cuerpo de la gallina. El peine, las barbas, las patas y los lóbulos de las orejas se desvanecerán a medida que se filtre el calcio. El calcio debe ser repuesta a través así sea de alimentación que contiene calcio, suplementos tales como conchas de ostras, o altas cantidades de calcio en el suelo de las aves tienen acceso al exterior. Gallinas en la mayoría de los casos no ponen huevos en la oscuridad, conque una vez que pone el tiempo de ciclo consigue el anochecer de una gallina, que por lo general no se durmió hasta la mañana siguiente.
Un comedor de huevos ha de ser eliminado de la parvada si quiere tener huevos para la cocina. No sólo que el pollo seguir comiendo huevos, pero otros va a aprender de observación y que puede acabar con múltiples huevo-comedores. El intervalo habitual entre los huevos puestos es de aproximadamente 25 horas, con lo que una gallina que pone un huevo cada día va a sentar un tanto después cada día. Desde el momento en que un óvulo sale del ovario, el huevo tarda precisamente 25 horas en llegar al orificio de ventilación para la puesta. Durante ese período temporal, la yema medrará mientras está cercada de albúmina , envuelta en una membrana y cubierta en una cáscara. El pigmento se deposita en la concha como el último paso del proceso de producción de huevos.
La Vida Toda, De Alma Guillermoprieto
Jamás se sabe qué género de clueca tendrás hasta el momento en que le des ciertos huevos y la dejas intentarlo. En una casa cualquiera de un simple pueblo de Minnesota, una mujer joven se esmera por proteger y sostener con vida a sus cuatro gallinas. Un artilugio alejadísimo de la sofisticación del laboratorio se edificaba con una hoja de cartón, en la cual se recortaba el contorno de huevos de múltiples tamaños. El plato hondo de huevos en su lecho de paja se dejaba esperando, y asimismo el cartón, y una candela.
Además de esto, en el momento en que se baña, devuelve la humedad al nido en sus plumas, lo que crea el nivel de humedad correcto preciso para que los huevos eclosionen apropiadamente. Es muy normal que él quisiese estar en una cabaña calentita, junto a un fuego, en vez de quedarse en nuestra cocina. Esa estufa se queda fría bastante antes de la mañana. Entre todo aquel ajetreo y bullicio aguardaba a que mi madre comentara algo por haber dejado que la llama se apagase. La línea que nublaba su ceño era mucho más honda y triste, y no cesaba de lamentarse de lo difícil que era la vida.
Un aullido del viento me despertó y de un brinco fui a la habitación anexa para descubrir que la luz se había extinguido. A tientas, procuré las cerillas; no conseguía prender una, por las corrientes de aire, pero al fin prendí nuevamente la llama. ¿Cuánto rato había pasado ahí inconsciente mientras que los huevos se enfriaban?
Deseaba que mis progenitores regresaran, aunque no hubiese más remedio que confesar que mi madre tenía razón, que sí, era irresponsable, atolondrada y también informal. Era probable que hubiese estropeado noventa y seis huevos y no podíamos permitírnoslo. A lo destacado un gato amable venía y se tendía en mi cama y me daba calor; pero no, no iban a abandonar la cocina.
