Como comentábamos antes tenemos la posibilidad de acrecentar el gallinero para de esta manera tener una mayor producción de huevos. La muda es un desarrollo en el que la gallina deja de poner huevos ya que gasta varios nutrientes en actualizar su plumaje. Uno de los métodos para asistirlas a desplumarse es ponerle un baño de polvo, que es un espacio con tierra donde se pueden restregar para desparasitarse y para quitarse las plumas viejas.
El humano propició que las especificaciones de producción fuesen mucho más importantes en su estirpe, lo que logró la puesta constante de huevos en esta especie. En cambio, si lo que quieres es tener pollos, obviamente precisarás un papá. En las granjas de producción de huevos solo hay gallinas ponedoras y no hay gallos, por lo que los huevos que se comercializan no están fecundados y, por consiguiente, no se pueden incubar a fin de que nazcan pollos. Estas serían las codiciones en general que debe cumplir un buen gallinero, pero debemos profundizar un tanto mucho más en la cuestión del tamaño y de la ventilación.
Seguidamente, las gallinas ponedoras y los pollos para consumo no son precisamente exactamente la misma ave. Aunque ambos proceden de la misma raza, durante los años se han cruzado especies para que o pongan mucho más huevos o produzcan más carne. «La diferencia entre pollo para consumo y gallina ponedora es algo muy loco de la agricultura que se ha producido en los últimos 100 años», apunta Laflamme. De hecho, la carne de las aves de Pete and Gerry\’s no acaba en las tiendas pues se vende a mercados de alimentos étnicos, donde se busca más la carne con sabor a caza. El fundamento por el cual las gallinas ponen huevos cada 24 a 26 horas es porque los ciclos se sobreponen. Este incesante y complejo desarrollo de adentro tiene una vida de dos años; es lo que es considerado el tiempo o ‘vida útil’ de las gallinas ponedoras.
Estas camas las tenemos la posibilidad de preparar con diferentes materiales, siendo muy recomendables las virutas de madera, las virutas o artículos a base de cáñamo o la paja troceada. Otra solución común al inconveniente de las «gallinas gastadas», como las llaman en la industria, radica en transformarlas en alimento para animales. Para O\’Hayer, esta es la solución mucho más habitual, pero resulta bastante cruel. Cuando la luz no impulsa la glándula hipófisis de la gallina, esta deja de dejar en libertad unas hormonas que por medio de la sangre llegan al ovario y al oviducto, regulando la maduración de los óvulos y la puesta de huevos. Si tus gallinas dejan de poner huevos, examina si están bien alimentadas; puede que les falte algún nutriente. Ten presente que tienen que tener proteínas , hidratos (maíz, trigo, patatas…) y otros alimentos “reguladores”.
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Si tienes un sinnúmero de huevos o andas incubando los huevos para vender, entonces podrías considerar la utilización de una incubadora. En el medio natural, la frecuencia en que las aves ponen huevos depende de multitud de causantes. Las aves silvestres como los tordos o los gansos salvajes, por servirnos de un ejemplo, ponen un huevo solo si hay condiciones adecuadas para criar a la prole. Además, las condiciones de luz, por poner un ejemplo, asimismo resultan de escencial importancia para incentivar la puesta de estos animales. Las gallinas son aves especialmente interesante en lo que tiene que ver con la periodicidad y el modo en que ponen sus huevos.
De todas formas, a continuación tienes a tu disposición una extensa variedad de artículos publicados en nuestra gaceta que te dejarán reforzar más en alguno de los temas tratados en la guía. Obligatoriamente tienen que disponer de un «parque», ya que las gallinas, para poner huevos, necesitan un mínimo de 14 horas de luz cada día. En el momento en que acaba la clueca, la gallinas pueden llegar a ser muy protectoras con los huevos, defendiéndolos de los predadores (como tú).
De forma general, en el Hemisferio Norte baja la producción entre los meses de octubre y enero. Por eso mismo asimismo apreciarás que ponen menos huevos los días nublados. El periodo de máxima postura de una gallina va desde los 5-6 meses hasta el fin de su segundo año de vida. Si tus aves están fuera de este periodo, no le des muchas vueltas, es realmente posible que este sea el fundamento.
Un clima atlántico que proporciona temperaturas suaves, humedad correcta y por tanto pastos verdes durante todo el año. Nuestras plantaciones de arból autoctono para conformar pequeños bosques les proporcionan cobijo y sombra en los meses que lo necesiten. Las etnias de gallinas New Hampshire y Leghom son las mucho más explotadas por la industria avícola, tanto por sus huevos como por sus crías. Si hace un buen tiempo las gallinas ponían 12 huevos, hoy se calculan en unos 300 cada un año. El estrés puede perjudicar a las gallinas de tal modo que reducirá la calidad y el número de huevos que ponen, hasta incluso no poner ninguno. Es por este motivo esencial determinar el aspecto por el que las gallinas no se sienten a gusto en el gallinero e procurar corregirlo.
