Como Se Ase El Caldo De Gallina

Los caldos se organizan mucho más rápidos utilizando una cazuela exprés o rápida, se tarda la mitad de tiempo. Para elaborarlo comenzamos lavando las verduras y cortando en trozos gruesos. Cogemos una olla grande y ponemos en ella abundante agua, algo de sal gruesa y la gallina, sin piel ni grasa. El caldo de gallina es un básico en nuestro “fondo de armario” de recetas. Perfecto para tener listo como un primero calentito durante el invierno, o para tomar algo reconfortante antes de una ensalada fría en nuestras cenas de primavera. Acompañadlo de unos ricos y crocantes picatostes de pan de pueblo.

Lo único que deberéis llevar a cabo es estar alerta para espumar el caldo en el momento en que comience a hervir, el resto, se hace él solo. Podéis poner también una rama de apio en este caldo, le va a dar muy buen sabor. El toque final de la rama de hierbabuena me viene de mis orí­genes malagueños, allí­ es común poner en distintas guisos una ramita de esta yerba.

Dejar hervir a fuego retardado hasta que se consuma a un litro y medio de caldo. Adornarse, con las cebollitas cortadas larguitas. El caldo de gallina es una receta simple y económica. Todo un clásico en los hogares, en especial en los meses de sobra frío.

En el momento en que comience a hervir retiramos con una cuchara los restos que ha soltado la gallina. Después, añadimos las verduras, todas y cada una limpias y troceadas. Dejamos la olla a fuego lento, unas dos horas y media, a fin de que el caldo se vaya realizando despacio.

Ya que bien, este caldo que el día de hoy os traigo es lo más simple del mundo, de esos que le echas todo en la olla y que trabaje y realice su magia de manera lenta. Si lo hacemos en la cazuela exprés rápida, vamos a poner solamente un litro y medio de agua, cerraremos y dejaremos cocer desde el momento en que sube la presión durante veinte minutos precisamente. Antes de servirlo en la mesa rectificar y sal y añadir los fideos, que estarán listos en unos tres minutos.

Un plato que las abuelas utilizaban para sanar los catarros invernales y para calentar los estómagos, y que hoy se convirtió en toda una delicia culinaria. En mi casa, de pequeña, la sopa se tomaba casi a diario, singularmente en los meses de invierno. En los pucheros siempre y en todo momento había cocinándose caldo de gallina, que era la base para llevar a cabo un montón de platos que necesitaban caldo casero.

Poner dentro de la olla la gallina, la panceta, el trozo parado de cerdo y el hueso salobre. Comenzaremos poniendo los garbanzos secos a remojo la noche previo. Verter el caldo en un recipiente, usar un colador para evitar queden restos de la estructura de pollo de las verduras. Colocarlo en botes para congelar o en la cubitera de hielos si quieres tener porciones para añadir a guisos o sopas.

El pollo que podemos obtener en el supermercado de cerca de 1.5 kilogramos, tiene cerca de 40 días de vida. Ha nacido de un huevo puesto por una gallina fecundado por un gallo. Es decir el pollo es el hijo del gallo y la gallina, se le llama pollo hasta la edad de 5 meses, entonces se le va a llamar gallina o gallo según su sexo. Hoy soy yo la que sigue la tradición familiar y me agrada, ocasionalmente, hacer este caldo. Como no tengo tanto tiempo para cocinar como lo tenía mi abuela, lo que hago es plegar las cantidades y meter el caldo sobrante en frascos de cristal que entonces cierro herméticamente, o lo congelo.

Pasado el tiempo de la cazuela, apagar el fuego y deja descansar al menos 40 minutos. Este lugar emplea Akismet para achicar el contenido publicitario. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

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