Como Se Juega El Juego De Gallo Gallina

La emigración y la irremediable caída de las tradiciones acabaron con esta última práctica que en la década de los cuarenta todavía hacían los jóvenes del pueblo. Un integrante del sindicato de toreros de la provincia cubría las apariencias legales -lidiando y matando al toro– a fin de que el rito pudiera seguirse llevando a la práctica. En otras partes -sigue Hergueta- sepultaban el gallo dejándole la cabeza fuera, y los mozos, vendados los ojos, y después de darles múltiples vueltas sobre sí mismos para que perdiesen la pista, eran los encargados de descabezarle» .

La pluralidad 5, más allá de determinadas coincidencias contextuales con la 1, es la que se nos proporciona como más alejada del esquema general. seguramente obedezca a motivaciones distintas de las que luego expondré. Tengamos en cuenta que este tipo de celebración era la que se hacía en Santa Agueda al paso que, por lo común, los otros «juegos» se efectúan en Carnaval o, en la situacion de ciertas «Piñatas», en Navidad. En las costumbres 3 y 4 los participantes no llevan los ojos vendados pues el ir sobre cabalgaduras es un aspecto que da ya suficiente contrariedad a la prueba, mientras que transforma a tales prácticas en verdaderas exhibiciones de habilidad.

El juego termina en el momento en el que un jugador logre tener el número de gallinas necesario en su gallinero. Si nadie lo logra, la partida termina cuando aparezca la carta de la luna, ganando en ese momento el jugador que tenga más gallinas del mismo color en el gallinero. El resto players van a deber poner la mano sobre la carta lo mucho más rápido viable. Con este dinámico juego para niños y pequeñas, conseguiremos que aprendan jugando con una sonrisa. En todos y cada partida, vamos a trabajar capacidades tan importantes como la atención, asociación y memoria, así como la estrategia lógica para planificar nuestros avances por el corral, analizando los riesgos que nos muestran el resto de aves. Este juego memory, me ha recordado a la modalidad de Carrera Espacial de Odysea, pero con pasos más fáciles y también ilustraciones asimismo más sencillos que se adaptan mejor a los niños y niñas mucho más pequeños.

Por estas causas, se merece mi emblema de juego de mesa recomendado. Además de esto, la temática de los animales les encanta a la mayor parte de niños y pequeñas, sintiendo una enorme atracción por estos individuos. Estando múltiples cuentos y recursos con pollos, gallinas y gallos, como Cororicó o El Pollo Pepe. Captaremos su atención desde el primer momento, contando con unos bonitos componentes de madera con apariencia de coloridas gallinas y gallos, que incrementan esa motivación por jugar a este simpático juego infantil. En este divertido juego de mesa infantil ¡Cocoricó, Cocorocó!

Como entonces observaremos, tanto la modalidad de correr y matar al gallo sobre caballerías como la otra de cortarle la cabeza enterrándole en tierra no se practicaban únicamente en época de Carnaval. Con el ejercicio de «correr los gallos» (antiquísimo juego que divertía a nuestros mozuelos del Siglo de Oro) están conectadas, probablemente, exhibiciones galantes como «correr las cintas» y actividades popularísimas como la de romper las «Piñatas». En los países de tradición hispana el gallo es uno de esos animales que, como el toro, ha provocado costumbres prodigiosamente conservadas y, asimismo, expresiones, refranes y estos. Prototipo del «machismo» y también, aun, de la «chulería», simboliza valores tan dudosos como representativos de nuestra cultura. Quizá alguien mucho más lo ha traído de su niñez como yo.

Desde 4 años, vivimos una dinámico competición por tener la cola más atractiva y llena de plumas del corral. Para esto, debemos usar nuestra memoria para seguir por las losas y adelantar a nuestros rivales robándoles su plumaje. No es una tarea tan fácil como suena, ya que vamos a estar en un continuo pilla-pilla en este paseo circular. Por consiguiente, debemos ser muy veloces para sobrevolar a nuestros adversarios, pero también para escapar de ellos con las plumas robadas en nuestra cola. Y es que un contraataque inmediato, puede hacernos perder nuestros avances de un plumazo. En las prácticas aquí estudiadas se produce la decapitación del ave, lo que podría interpretarse como una victoria -pasajera y controlada por el hombre adulto- sobre la autoridad patriarcal.

Pero es que además en su interior podemos encontrar bien empaquetados sus delicados pétalos. Para sorpresa, no en todos los casos son de color rojo como podría aguardarse. Tenemos la posibilidad de hallarlos con una coloración blanca, rosada o ahora roja. Esto depende del nivel de madurez o el estadío en el que se encuentra la flor en el capullo. Y no se puede negar lo bastante que agrada evocar esos momentos de la niñez, y además de esto comprobar que aún hoy día y generaciones después, siguen resultando atractivos y entretenidos.

Quizá las costumbres actuales que conocemos en torno al gallo hayan tenido orígenes diversos. Pero, a peligro de generalizar en exceso, tenemos la posibilidad de suponer que, en una trayectoria muy esquematizada, ciertas prácticas de hoy son fruto de la consecutiva sustitución del «totem» primigenio por otros elementos. «Piñatas», «Cintas y argollas» a veces han venido a representar el papel del «gallo». Este, probablemente, ocupó el sitio de otro «ente», se transformó en su símbolo. A mi juicio, el ave -en las modalidades hispánicas que he tratado- no encarna el «espíritu del grano», como suponen las teorías de Frazer, sino que es sucesor en el sacrificio totémico, del macho mismo, del humano. Similar representación, muda pero elocuente, tiene dentro elementos que semejan recordarnos los tiempos de un recóndito matriarcado.

Pueden servir las de arce, pero hay otras, de un árbol exótico llamado Tipa y que se encuentra en muchas calles y parques de ciudades que tienen unas sámaras sensacionales. Una vez contamos el huevo, para convertirlo en pollito debemos conseguir un par de gallinas que lo empollen. Tenemos la posibilidad de tener un total de 5 cartas en partidas de 3/4 jugadoras y 4 en partidas de 5/7. En nuestro turno tenemos la posibilidad de efectuar una acción en el gallinero o en la pradera. Para completar el gallinero debemos seguir ciertas normas.

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