Cuando se advierten bajas temperaturas, estos tienden un puente entre los nervios simpáticos y los folículos pilosos. En un corto plazo, hace que el pelo se erice y aparezca la piel de gallina; en un largo plazo, semeja promover el desarrollo del pelo. Los investigadores sostienen que es un considerable vínculo entre las células madre, que el cuerpo puede utilizar para crear otros géneros de células, y los estímulos externos. Este fenómeno se genera en el momento en que se activa del sistema nervioso simpático, exactamente el mismo sistema que se activa, de manera involuntaria, como respuesta a un estímulo de afuera y que, por ejemplo, nos hace correr frente a una amenaza. Merced a la adrenalina que se segrega, los músculos erectores del pelo se contraen y se hacen visibles y esto provoca que el pelo se separe de la piel y se erice, que se nos pongan ‘los pelos de punta’.
Si bien esta reacción es la mucho más visible, la piloerección se acompaña asimismo de una aceleración del ritmo cardiaco, un aumento de la presión sanguínea y sudoración. Por supuesto el primordial fundamento de la piel de gallina es el tiempo; una bajada brusca de la temperatura va a hacer actuar nuestro cuerpo. Bajo la piel están los músculos erectores de los folículos pilosos, que son los causantes de que el pelo se levante sobre nuestra piel. No disponemos ningún tipo de control de ellos, así que indudablemente pasan muy desapercibidos para la mayoría. En el momento en que hace frío se contraen los músculos erectores -por ello se le llama pieloerección- y el pelo se eriza, creando una minúscula capa de aire cerca de nuestra piel que la protege de la bajada de temperaturas.
Esta reacción se puede ocasionar en todo el cuerpo, principalmente en los antebrazos, los muslos, la cabeza, la cara y el cuello. Las únicas zonas del cuerpo humano que no pueden experimentar esta sensación son los pies, las manos y las ubicaciones genitales. De ahí que, si aparece piel de gallina asociada a calambres musculares, dolor de cabeza y abdominal, confusión, náuseas o desorientación es muy probable que se intente un golpe de calor. Pero la de estos autores de la Universidad de Harvard no es la única hipótesis que existe sobre el origen de la piel de gallina., es un vestigio evolutivo que recuerda a la piel de las aves en el momento en que las despluman. Es exactamente lo mismo que hacen los gatos en el momento en que se les eriza la piel ante un riesgo, y también procuran parecer más enormes de lo que son.
La piel contiene una sustancia dura llamada creatina que resguarda de infecciones. Si el hombre consume demasiada creatina provoca la queratosis pilar, una afección cutánea que causa manchas secas y ásperas, y pequeñas protuberancias a menudo en la parte superior de los brazos, los muslos, las mejillas o los glúteos. Se puede contraer queratosis pilar a cualquier edad, pero es más habitual en los niños pequeños. Esta misma tensión de los músculos en torno a los folículos pilosos hace que aparezcan las pequeñas protuberancias en la piel, y los científicos suponen que en los tiempos en que éramos mucho más peludos como especie, habría proporcionado alguna defensa inmediata contra el frío. Aparte de eso, el equipo estableció que el músculo era en efecto un vínculo esencial entre los nervios y las células madre de los folículos (en el momento en que el músculo fue removido, la conexión se perdió). El desarrollo de los músculos es en realidad desencadenado por los propios folículos pilosos, según con la actividad observada en los ratones.
En primer lugar, obviamente, nuestra piel no se convierte y se convierte en la piel de una gallina. Pero la pieloerección -de esta forma se le conoce adecuadamente a la \’piel de gallina\’- sí que podría ofrecer la sensación de que nuestro cuerpo ha perdido el plumaje y somos en realidad aves. La piel de gallina es una respuesta fisiológica de nuestro cuerpo, completamente involuntaria, y que actúa en los cambios bruscos de temperatura y frente otros estímulos externos.
Las glándulas sudoríparas se cierran para retener el calor exactamente la misma los vasos sanguíneos para evitar la pérdida de calor. La piel de gallina es ocasionada por un pequeño músculo que rodea las raíces de los vellos del cuerpo. Conforme el músculo se tensa, hace aparición un pequeño bulto en la piel. La raíz de este fenómeno reside en de qué forma respondemos emotivamente a los estímulos ambientales. Las piezas de música que involucran armonías repentinas, cambios inopinados de sonido o la llegada brusca de un instrumento tienen mucho más probabilidades de causar esta condición pues son de forma positiva contrarias a las esperanzas y conjeturas del oyente.
Más allá de defendernos del frío, lo cierto es que en los humanos de hoy día la piloerección tiene poco sentido, así que podríamos decir que es un ‘recordatorio’ de nuestro pasado como unos mamíferos que habitaban en un planeta lleno de peligros de los que había que protegerse. La buena noticia es que, lo mucho más habitual es que la queratosis vaya desapareciendo o mejorando mucho con la edad, por lo que es poco frecuente ver a alguien con más de 30 años con una queratosis pilaris muy acentuada. Asimismo es conveniente proteger la nutrición, que esta sea rica en frutas y verduras, vitamina D y ácidos grasos fundamentales. La piel de gallina asimismo puede producirse a causa de la excitación sexual, algo que puede estar asociado a la necesidad de comunicar interés y que en los mamíferos está ligado a la reproducción. Hace buen día, la temperatura es impecable pero ya se hace a la noche y corre una pequeña brisa fría.
Este reflejo de nuestro cuerpo es lo que nos da esa apariencia de piel de gallina. A corto plazo, provoca que el pelo se erice y aparezca la piel de gallina; en un largo plazo, semeja fomentar el desarrollo del pelo. Según los científicos, esta reacción es fundamental para conseguir la regeneración de los tejidos dependiendo del entorno, como los cambios de temperatura bruscos de calor y frío. “La piel de gallina es una forma rápida de proveer algún género de alivio a corto plazo.
Cualquier piel necesita hidratación para mantenerse sana y bonita, y en el caso de la queratosis, que suele estar socia a la sequedad y a la dermatitis, aún mucho más. Las cremas más recomendadas en este caso son las que poseen urea, que aparte de hidratar previenen la queratosis, y las indicadas en el caso de piel seca, que contengan vitamina E, aceites, glicerina, vaselina, lanolina, etc. Asimismo se aconsejan las cremas con vitamina A o sus derivados .
