El sonido puede conectar con nuestras conmuevas de formas realmente profundas. Incluso lo crujiente nos parece mucho más fresco, si bien no lo sea de verdad. En ese sentido, existen algunos ruidos en particular que pueden ponernos la piel de gallina. Es esencial poner énfasis que este accionar es considerablemente más usual en aves rurales, o sea, libres, más allá de que el canto lo emiten siempre y en todo momento.
Lo que quizá no sepas es que si te fijas y esperas el resto del conjunto también emitirá pequeños ruidos, como si estuvieron felicitando a la ponedora que ha sobre aviso de manera enérgica de su hazaña. Cuando la gallina está dentro del ponedero incubando los huevos, mostrará un gruñido si algo o alguien procura molestarle; en estos casos el gruñido va seguido de un picotazo. Asimismo cuando está incubando se comunica con los pollos antes de la eclosión emitiendo un ronroneo y un cacareo continuo.
Si nos fijamos bien, podemos ver los matices. En el momento de comprar huevos camperos, entendemos que las gallinas felices ponen huevos de mayor calidad. El confort de estos animales resulta fundamental, de esta manera que vamos a reforzar un tanto más en el accionar que suelen presentar estas aves. La primera cosa que tenemos que comprender es que las gallinas emiten un cacareo concreto en el momento en que están contentas y este sonido pertence a los mucho más característicos.
Para nosotros, en nuestra granja, este sonido es música para los oídos. Otro sonido muy importante es el que utilizan para alertar de la presencia de un depredador. En nuestro país existen múltiples animales capaces de terminar con la vida de nuestros gallineros. En el momento en que una gallina emite un grito sonoro y este es contestado con un enorme silencio, el riesgo está cerca. En el momento en que los polluelos nacen y la madre encuentra un manjar emite un sonido característico al que todos los polluelos responden acudiendo a ver dónde se encuentra el premio.
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Cuando oímos en nuestro gallinero el grito de una gallina seguido de un silencio total, está informando a todo el grupo de que hay un depredador acechando. El grito es diferente si se trata de un depredador aéreo (un halcón, por poner un ejemplo) o un depredador terrestre (una culebra, etc.). “Las onomatopeyas de los animales y los sustantivos con los que hablamos a ellas son una caja de sorpresas”, apuntan desde la Fundación del Español Urgente (Fundéu BBVA). Como ha adelantado antes Luisa, los papagayos garren de garrir, que es exactamente lo mismo que vocear o vocear a modo avícola. Y eso solo lo hacen de manera especial los papagayos, así como las cigüeñas crotoran … Asimismo, en el momento en que a nuestro oído llegan sonidos desagradables, la amígdala modula a la corteza auditiva aumentando la intensidad de su actividad y provocando emociones desagradables.
Comprendo que Daniela desea saber cuál es la onomatopeya, esto es, el vocablo que imita el sonido del loro en castellano. Las crías emiten un sonido de alegría ante la llamada de la madre cuando esta ha encontrado un insecto, mientras corren veloces a por el premio. Daniela plantea una incomodidad en relación al sonido que hacen los loros en castellano, que en portugués se representa con la voz currupaco. Para las aves en general -ajeno del trinar, cantar, gorjear, piar, etcétera., de los pájaros-, existe zurear, arrullar, graznar, trisar, crascitar, gemir, crotorar, cacarear, cuchear, cuchichiar, titar, parpar, gruir, gañir, pipiar, etcétera. Estoy segura de que, si le echáramos algo mucho más de intención, podríamos cuando menos duplicar esta lista.
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El lenguaje corporal también forma una parte del sistema de signos con el que las gallinas se comunican. Las hembras elevan la cabeza y erizan las plumas para mostrar el rango en el conjunto. Si la situación es de patas flexionadas y cabeza bajada, indican sumisión o que se dan por vencidas en una riña. También avisan de este modo al macho de que no van a poner ningún obstáculo para ser montadas por él.
