Una vez pongas a calentar el agua, añade una pizca de sal. Esto va a ayudar a que sea mucho más simple desprender la cáscara al instante de pelarlos.
Como hemos visto, pelar los huevos duros puede ser una pesadilla si no los cocinas bien o intentas quitarles la cáscara trozo a trozo. Lo que no sabes aún es que, usando únicamente un vaso o un frasco con agua, puedes hacer más simple enormemente ese trabajo. En primer lugar, saca los huevos del frigorífico, cuando menos, con media hora de antelación, para que se atemperen y no estén tan fríos.
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Golpeemos de forma fuerte a fin de que la cáscara se quiebre y se rompa la bolsa de aire. Cuando destapes la olla verás que todas y cada una de las cáscaras estarán rotas. Pone la cazuela bajo el grifo y con los pulgares ve arrancando los restos de cáscara. Es importante que el agua limpie el huevo por el hecho de que así nos aseguramos de que no queden restos de cáscara.Esta opción es la más rápida pero puede dañar el huevo.
Una vez transcurra este tiempo es primordial cortar la cocción en agua muy fría, mejor si está heladora (puedes añadir unos cubitos de hielo). Para eludir que la cocción siga, solamente retirarlos del agua hirviendo debes sumergirlos en agua fría.
Trucos Y Consejos
Como sucedería con el caso anterior, el huevo se agrietará, y el agua va a ayudar a aflojar su cáscara. Tras unos segundos, la cáscara debería desplomarse por sí misma. Puedes poner a prueba este truco con la receta de Olla de rape con berberechos.
Primero vas a deber dejar que se enfríe o -si tienes prisa- sostenerlo un rato bajo el grifo con agua muy fría o con hielo. En el momento en que hayas terminado de hervir los huevos, colócalos en una olla con agua fría y déjalos enfriar de 2 a 3 minutos.
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Hazlo de uno en uno con una cuchara y con suavidad a fin de que no golpeen el fondo de la cazuela. Entonces quita los primeros pedacitos de la base y continúa pelando en redondo, ayudándote de tu dedo pulgar y tratando de introducirlo entre la membrana y el huevo. Como es en esta zona donde comienza a traspasar el aire por medio de su cáscara porosa, siempre y en todo momento queda un hueco (más o menos grande, dependiendo de lo fresco que esté). Asimismo, es esencial que el agua cubra los huevos completamente, para que hiervan de manera traje.
Para evitar que esto pase tienes que seguir múltiples pasos que te garantizan el poder mondar los huevos bien y de una forma muy simple. Mientras esperas a que el agua hierva, no olvides sacar los huevos de el frigorífico para dejarlos descansar en la encimera. Coge una cuchara de la cocina y rompe la parte superior de un huevo duro con el dorso de esta.
El agua, además de esto, debe contemplar enteramente la cáscara del huevo. Por suerte, hay algunos métodos fáciles y rápidos para poder consumir el huevo intacto y aprovechándolo en su totalidad.
Una vez cocidos los huevos, agrietar con un pequeño golpe. Aprovechemos las grietas de la cáscara para introducir la cuchara, utilizando que la forma se amolda a la del huevo. No tengas prisa y espera a que el agua esté hirviendo para introducirlos.
Sumerge los huevos en un bol o en un cuenco grande con agua calentita y pélalos dentro, con las manos. El agua te ayudará a despegar la telita o membrana de la cáscara y la tarea te será bien fácil.
Vacía la cazuela de agua dejando los huevos dentro y tapa la olla. Colocar los huevos en la cazuela en el momento en que el agua esté fría.
