Puesto que bien, este caldo que el día de hoy les traigo es lo mucho más fácil de todo el planeta, de esos que le echas todo en la cazuela y que trabaje y haga su magia lentamente. El día de hoy soy yo la que prosigue la tradición familiar y me agrada, esporádicamente, llevar a cabo este caldo. En el momento en que tengamos todo cocido, se cuela y se sirve con fideos, la verdura y la carne picadas, tostones de pan frito, o simplemente en tazas de consomé como caldo. La sal la agregaremos al final una vez cocidos todos los ingredientes. Dejamos cocer todo a lo largo de tres horas a tres horas y media a fuego medio.
Pelar las zanahorias y echarlas enteras, de exactamente la misma la cebolla o cebolleta. Comenzaremos poniendo los garbanzos secos a remojo la noche previo. Los caldos se organizan más rápidos usando una cazuela exprés o rápida, se tarda la mitad de tiempo. Para elaborarlo comenzamos lavando las verduras y cortando en trozos gruesos. Añadir el apio, el kion, substancia y la papas,dejar hervir unos cuantos minutos con la olla destapada agregar el fideos y dejar hevir hasta el momento en que el fideos este aldente. Con las verduras tenemos la posibilidad de llevar a cabo un puré o una sopa, la carne que nos sobre la podemos ser útil junto a sopas, elaborar croquetas o como base para salsas estilo boloñesa.
Perfecto para tener listo como un primero calentito a lo largo del invierno, o para tomar algo reconfortante antes de una ensalada fresca en nuestras cenas de primavera. Acompañadlo de unos ricos y crujientes picatostes de pan de pueblo. La sal la agregaremos en el final una vez cocidos todos los elementos. Las gallinas se destinan a la puesta de huevos, en el momento en que ya no pone huevos o pone pocos se las descarta para el consumo humano. Tienen alrededor de un año de vida y un peso de entre 3-4 kilogramos. Su carne es mucho más oscura que la del pollo, es menos tierna y el gusto es más pronunciado.
Si queremos un caldo con tropezones, se pica la gallina y la zanahoria. A Keicy Velasquez le encantará ver de qué manera quedó.
Quita la grasa con una jarra desgrasadora o eliminando la cubierta de grasa una vez frío. Cubre con agua fría y cocina a lo largo de 12 horas o 24 horas en BAJA. Verter el caldo en un envase, emplear un colador para eludir queden restos de la estructura de pollo de las verduras.
Colocar la gallina en una cazuela,añadir agua y llevar a hevir por un cierto tiempo, a fuego medio y con la olla tapada. Una vez que tengamos todo cocido, se cuela y se sirve con fideos, la verdura y la carne picadas, tostones de pan frito, o simplemente en tazas de consomé como caldo. Mondar, llevar a cabo en cubos medianos la zanahoria y el güisquil, exactamente la misma la papa lavar muy bien y añadir al caldo tapar. Las sopas calientes son muy saciantes, son de fácil digestión y nos asisten a humectar el organismo.
Añadir la verdura a la olla junto a las carcasas de pollo y la carne de gallina. Incorpora la hoja de laurel, el clavo de fragancia y el perejil. Añadir 2 litros de agua y desarrollar la cazuela 30 minutos. ¿A quién no le gusta un rico caldo para ingresar en calor en estos días de invierno? Les dejamos la receta de uno muy sano y simple de preparar. El caldo de gallina es un básico en nuestro “fondo de armario” de recetas.
Colocarlo en botes para congelar o en la cubitera de hielos si deseas tener porciones para añadir a guisos o sopas. Cogemos una olla grande y ponemos en ella abundante agua, un poco de sal gruesa y la gallina, sin piel ni grasa. Su carne es mucho más oscura que la del pollo, es menos tierna y el gusto es mucho más pronunciado. Poner unos tres litros de agua en una olla grande. Lavar el puerro y echarlo entero, sin trocear y a la cazuela.
Pelar la patata, trocearla y echarla asimismo en el caldo. Llevar a ebullición y espumar el caldo de impurezas con un cazo o espumadera. Tapar la olla y dejar hirviendo por espacio de hora y media. Lo único que tendréis que efectuar es estar atentos para espumar el caldo en el momento en que empieze a hervir, el resto, se hace él solo. En mi casa, de pequeña, la sopa se tomaba prácticamente todos los días, en especial en los meses de invierno.
