Las gallinas de huertas ecológicas tienen que tener gallineros cubiertos y espacios abiertos a los que poder salir con total libertad, tratando recrear de la mejor forma viable el hábitat natural de las gallinas. La normativa europea establece además de esto que las granjas ecológicas deben contar con unas instalaciones correctas y suficientes para que dejen una densidad no mayor a 6 gallinas por m² en las ubicaciones cubiertas. Las gallinas tienen que contar también con espacios correctos para picotear y hurgar, para darse baños de tierra , de perchas para descansar y de nidos. Esta clase de explotaciones deben contar, además, con el certificado del Consejo Regulador de la Agricultura Ecológica pertinente. Los huevos con código impresos que comienzan con el número 2 indican que han sido puestos por gallinas criadas en suelo. Esto significa que tienen libertad de movimiento dentro de la nave donde viven, sin embargo no pueden salir al exterior.
En consecuencia, es realmente difícil que de los huevos camperos de nuestras gallinitas nazcan pollos. Por eso, normalmente, una gallina pone huevos hasta que el nido se encuentra lleno, una media de entre diez y 12. Las gallinas son aves singularmente interesante en lo que tiene que ver con la periodicidad y el modo perfecto en que ponen sus huevos.
Esto significa que se intenta respetar al límite el ciclo vital normal de las gallinas y de producción de los huevos. Para que un huevo lleve un 0 encabezando su código la gallina que lo puso debe haber sido criada con alimentos de producción ecológica en, al menos, un 80 % de su dieta. Esta dieta puede comprender verduras, yerbas, cereales o maíz, pero asimismo pienso, que es la base de la nutrición de las gallinas ponedoras. Esta clase de cría limita también de manera estricta la utilización de antibióticos y otro género de medicamentos. Tampoco está permitido el uso de organismos genéticamente modificados en la nutrición o el cuidado de estas aves.
Para finalizar, los huevos de categoría C serían los de calidad inferior. Son aptos para el consumo humano como una parte de productos alimenticios o no alimenticios, pero en ambos casos solo tienen la posibilidad de ser usados en procesos industriales autorizados. En lo que se refiere al tamaño de los huevos, hay que entender que durante el inicio de la puesta, las gallinas acostumbran a poner huevos mucho más pequeños, un tamaño que va en incremento según la edad de la gallina. Asimismo influye en ello el peso del ave, puesto que las gallinas gallinas blancas, que ponen huevos blancos, suelen tener un peso inferior que los que ponen las gallinas morenas. Son muchos los causantes que tienen la posibilidad de influir en que una gallina ponga o no mucho más huevos y, sobre todo, en el género de huevos que ponen. Es por ello que hay una normativa para regular la seguridad alimenticia durante la cadena de producción en las granjas de gallinas ponedoras, así como para asegurar la calidad de los huevos.
En el momento en que se forman los huevos se efectúa en la yema, en una parte del oviducto de la gallina llamada infundíbulo. El huevo de gallina recibe la denominación científica de Gallus Gallus y fué siempre entre los alimentos más consumidos por el hombre. Cuando los pobladores de algunas zonas de Asia y de la India decidieron domesticar a las gallinas salvajes, había nacido la avicultura. La cámara de aire se forma en las orillas del huevo, con las membranas inmediatamente pegadas a la cáscara. Es relativamente pequeña en el huevo recién puesto y aumenta a medida que pasa el tiempo.
Cumplimos con todos los privilegios requeridos para la importación y venta de aves, tanto familiares como silvestres. Estamos concienciados con el confort animal y, según la normativa vigente, todos nuestros animales se entregan con certificado veterinario. Su esperma se deposita en la cloaca de la gallina y puede fertilizar los huevos hasta tres o 4 semanas después de la cópula.
De esta manera, los huevos que se comercializan no están fecundados y, por consiguiente, de ellos no pueden nacer pollos, tal y como comentan desde Fincas Casarejo, especializados en artículos relacionados con la avicultura de ocio. Como es sabido, las gallinas realizan una ovulación casi diaria, por lo que ponen huevos independientemente de que sean fecundados o no. Así, el óvulo recorre el conducto que va desde la ovoteca hasta el exterior y, si en el paseo el huevo es fecundado por un gallo, el óvulo se une a la célula espermática y se forma un feto.
Esto se da pues, como los humanos roban los huevos de su nido, la gallina sigue poniendo todo el tiempo, puesto que el nido jamás se llena, tal y como comentan en Xakata Ciencia. GalloEn el siguiente paso, el gallo se va a subir al dorso de la gallina y abrirá las plumas de la cola para conectar las cloacas de los 2 y poner en la de la hembra su saco de esperma. Cuando este último paso se ha realizado, los 2 animales se apartan y el gallo empieza la búsqueda del siguiente ejemplar a fecundar. Si lo encuentra, repetirá el proceso de apareamiento de nuevo.
Según el producto Nutrición de las gallinas ponedoras elaborado por C. Barroeta, G. Verge-Mèrida, del Departamento de Ciencia Animal y de los Alimentos de la Facultad Autónoma de Barcelona, y N. Ciria, los principales elementos que forman parte del alimento de las gallinas son ciertos cereales (maíz, trigo, cebada y avena), fuentes de proteína , aceites vegetales, vitaminas y minerales. En Huertas Redondo te contamos que durante los 2 siguientes pasos del proceso el huevo va adquiriendo sus propiedades nutricionales y formándose.
