Su entrada tiende a estar forrada de hierbas y palitos unidos con seda, formando un pequeño embudo. Su utilidad es la de evitar los ataques del escorpión amarillo , que es su más esencial depredador. Es viable asimismo que la altura del «embudo» sirva a los machos para evaluar la idoneidad de una hembra que, bien cuidada de los predadores, va a ser más capaz de llevar a buen término su puesta.
Los daños importan cuando la planta se ve atacada en un estado joven. La saliva inyectada para efectuar la succión de la planta tiene dentro enzimas que causan la necrosis de las células picadas y sus vecinas. Los síntomas aparecen en forma de anillos de coloración cobrizo en torno a los tallos, los peciolos, y los botones florales, provocando de cuando en cuando su desecación y caída.
Contenido de la Página
Incubación
El más habitual, y también disponible comercialmente, es el ácaro depredador Phytoseiulus persimilis. Para minimizar el peligro y la rápida propagación de las infestaciones producidas por el ácaro, trata de mantener baja la temperatura (60%), en tanto que esto reduce la velocidad de la reproducción. No obstante, los depredadores del ácaro necesitan una humedad más alta.
Esta araña roja es un ácaro tetraníquido, cosmopolita y muy polífago, ya que perjudica a varios cultivos y especies espontáneas. Está presente en España, en especial en las ubicaciones de clima despacio, donde ocasiona mayores daños.
Phytoseiulus Persimilis
Durante los estadios proto y deutoninfa, P. persimilis depreda huevos y estados inmaduros. El adulto de P. persimilis, es muy característico por su gran tamaño y movilidad. Presenta un cuerpo con apariencia de pera, de color rojo refulgente y con largas patas, resultando fácilmente distinguible a simple vista.
Sobre todo, resultan atacadas las partes mucho más agradables de la planta. La gruta es en realidad una galería vertical que puede llegar a una hondura de 30 cm, ubicada en terrenos pedregosos y radiantes.
Segun mi experiencia realmente durante las primeras mudas, cuando los slings empiezan a comer, no existe cantidad considerable de canibalismo, en muchos casos la mayoría moriran por desnutrición antes que comerse a sus hermanas. El macho aun no haya realizado la tela espermatica, si no posee los embolos cargados de esperma lo habitual es que no corteje o escape de la hmebra. Mala o escasa alimentación, si la hembra tiene mucha hambre en muchos casos va a preferir comer desaforadamente al macho antes que copular.
A principio de la primavera, que las ciudades no son altas, una suelta de Amblyseius californicus impide que medren. Si queremos recurrir a un efecto de choque, ya que sus ciudades son altas, se debe de usar una mezcla de ácaros depredadores apoyados por el díptero Feltiella acarisuga.
Son de costumbres nocturnas, si bien la hembra puede ser vista a la entrada de su gruta durante todo el día a lo largo del buen tiempo. Se aparean en primavera, y el resultado es un centenar de huevos que la hembra envuelve en seda.
Este factor influye de manera directa sobre la fecundidad y la longevidad de las hembras, la oportunidad de desarrollo de los huevos y de los estados inmaduros. El díptero Feltiella acarisuga muestra un desarrollo perfecto con temperaturas entre 15 y 25ºC con intervalos de 60-90% de humedad relativa.
La función de los estomas se ve afectada y se inhibe la transpiración. La hoja se torna de color amarillo, se marchita y, al final, se cae; en varias ocasiones se puede enseñar una completa defoliación y, con frecuencia, todo el follaje de las plantas infestadas se tiñe de color amarillo o marrón. El ámbito seco y las elevadas temperaturas favorecen su avance, por lo que el número de huevos al día, tal como su incubación, cambian en función de la temperatura.
La pérdida del área fotosintéticamente activa en la superficie, adjuntado con una reducción de la transpiración, reducen el rendimiento de la planta, que puede llegar a estancarse en su desarrollo o, en casos graves, fallecer. El grado de daño es dependiente de la dureza de la infestación, el cultivo perjudicado y otras condiciones bióticas y abióticas. Se estima que cada minuto se destruyen entre 18 y 22 células de la planta. Los primeros síntomas perceptibles son pequeñas máculas amarillentas o blanquecinas, en especial cerca de la nervadura central y de las venas mucho más enormes.
