Su instinto migratorio se vió afectado por distintos circunstancias. Pero la primera y más esencial es que en realidad no posee necesidad de migrar. Sus prácticas migratorias consisten en ser habitantes de sitios tibios durante la primavera y el verano. En otoño migran a sitios más septentrionales, donde pasan el invierno.
Y si sobrevive en Europa es pues tiene insectos en invierno y aguanta el poco frío que hace, argumenta Del Moral. Hasta no hace bastante tiempo, de manera masiva, las golondrinas hacían su tradicional travesía hacia África. Pasaba el invierno en Guinea, Mali, Mauritania, Níger o Nigeria, a unos 2.800 ó 3.500 kilómetros de sus nidos. «No sé si se van a estar comunicando alguna información, como “oye, ¿qué te semeja este viento? ”, o si toda esta charla es para congregar a las que quieran partir», dice Conklin.
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Patrón Migrador
Se estima que desapareció en Europa en el siglo XVII, aunque en España aún existen programas de reintroducción. Estas son las doce especies desaparecidas en España que conviene rememorar con motivo del Día Mundial de las Aves Migratorias, que se festeja este sábado 14 de mayo. Los contenidos de esta publicación se escriben solo con objetivos informativos. En ningún momento pueden servir para hacer más simple diagnósticos o substituir la tarea de un profesional. Mis Animales Gaceta sobre consejos, cuidados y todo lo relacionado al mundo animal. El producto ha sido verificado para garantizar la mayor precisión viable (el contenido incluye enlaces a sitios de medios acreditados, instituciones académicas de investigación y, esporádicamente, estudios médicos).
La cigüeña blanca es un ave Ciconiiforme de importante tamaño con plumaje blanco con negro. La cigüeña blanca es propia del África, pero también está en la India y en Asia. La cigüeña frecuenta pasar a Europa por el Estrecho de Gibraltar o por el Levante. Las listas de las migraciones de aves (en tanto que nos encontramos en otoño) tienen a la golondrina muy presente.
Avex Extintas (Ex)
A partir de esta conducta, los investigadores dedujeron que las aves se orientan usando su brújula magnética, que calibran todos los días basándose en la luz crepuscular que les llega del sol. En el momento en que era un chaval y vivía en Dinamarca, Henrik Mouritsen veía de vez en cuando ciertas aves que no eran de aquel país. En una ocasión fotografió una collalba desértica, clase cuyas ciudades dividen su tiempo entre las áreas de cría de Asia Central y los hábitats de invernada repartidos desde el norte de África hasta la India. «Me preguntaba qué diablos les habría pasado por la cabeza para volar tan lejos en la dirección equivocada», afirma. Los científicos dedicados a ello han hallado pruebas de distintos mecanismos que las aves parecen usar.
La cuenca mediterránea es, en este sentido, una esencial zona de invernada para un gran número de especies con patrones migratorios intraeuropeos. “Antes no se las veía en invierno; sin embargo, en este momento muchos ejemplares permanecen en zonas templadas del Sur, como el valle del Guadalquivir, Huelva o Málaga, donde encuentran condiciones idóneas”, señala Del Ética. “Este animal puede pasar el invierno aquí pues es dependiente del medio acuático y de los peces. El ave que mejor refleja este cambio de hábitos tal vez sea el águila calzada . Indefectiblemente, esta planeadora cruzaba el estrecho de Gibraltar hacia las zonas subsaharianas , donde llegaba entre septiembre y octubre.
Las aves estivales suelen llegar desde África entre finales de marzo y principio de mayo. No efectúan movimientos migratorios, por lo que las tenemos la posibilidad de observar en todo el año. Por servirnos de un ejemplo, el gorrión común, que se encuentra bien amoldado a alimentarse de diversos tipos de elementos a lo largo del año, como semillas e insectos. En la península, como no hay cambios estacionales fuertes, existen muchas especies sedentarias. Estas sendas migratorias se han definido a lo largo de cientos de años de adaptación. Es probable que algunas especies, en pugna por los recursos y las ubicaciones de nidificación, se hayan ido aventurando poco a poco más lejos desde sus hábitats originales.
A fines de verano y principios de otoño emprenden un largo viaje para pasar el invierno en territorios mucho más cálidos de África, Sudamérica y el norte de Australia. La primavera no solo luce por la floración de las plantas o la llegada del buen tiempo, sino que además de esto es época de cría para los animales y temporada de migración para las aves. Con lo que será recurrente ver el movimiento de las aves migratorias, es decir, de las que se mueven según la estación del año. Las migraciones en animales son uno de los hábitos mucho más curiosos que realiza la fauna salvaje, y,entre los animales que migran, destacan las aves migratorias por las tremendas distancias que pueden recorrer. El resultado es que especies que crían en el norte y centro de Europa renuncian a pasar el invierno en las zonas mediterráneas (como acostumbraban a hacer) al conseguir un tiempo más benigno en latitudes mucho más septentrionales.
