Paraje Donde Acuden A Beber Las Aves

Aunque es una región húmeda artificial, presenta un prominente grado de naturalización y una alta calidad paisajística. Su lámina de agua ocupa 87 ha, si bien la superficie cuidada como Paraje Natural se extiende hasta 512 ha. Malpasillo está cubierto por laderas muy escarpadas, con atentos de hasta el 60% y se ubica sobre terrenos de margas yesíferas que dan a sus aguas un característico color blanquecino. El agua procede tanto de las precipitaciones y la escorrentía superficial como del aporte de ríos y arroyos, entre los que destaca el Genil.

paraje donde acuden a beber las aves

Comienza ahora un tramo de unos 650 metros por la carretera, en el que debemos ir por la izquierda y alerta al tráfico. Es un trecho entretenido, con panoramas distintos, con alternancia de montes y de prados. Gira el camino hacia la derecha, dejando a la izquierda el Sendero de los Grijos, y después hacia la izquierda, dejando a nuestra derecha el paraje de El Cristo. Quizá este nombre se relacione con otro que encontraremos más adelante, La Ermita, que nos habla de un perdido templo del que no queda mucho más indicio que su topónimo. El mirlo común , el pinzón vulgar y el trepador azul son ciertas aves que pueblan este rincón. El ruiseñor común da su concierto magistral.

El Arroyo De La Fresneda

La Charca es la mayor del concejo y tiene un gran interés paisajístico, ganadero y ecológico. Esta especie pertence a las aves destacadas del concejo, típica más que nada del rebollar. El camino abandona la carretera en un paraje de dehesa con altos robles rebollos, un paisaje muy abundante en el Sendero de los Serranos y de Pico Cervero, pero bastante escaso en este camino que ahora seguimos.

Este paraje de La Jabalina, con prados orlados de robles, fue el ámbito del delito de una mujer que se perpetuó mediante una tonada popular. Paseamos por un paisaje gobernado por el encinar joven, a nuestra derecha. Este castillo fue mandado crear por el señor de la villa, Fernando de Tejeda, en la época del siglo XV, desatendiendo las órdenes del Concejo de Salamanca. Una leyenda cree que bajo el castillo se guarda la mesa donde el rey Rodrigo y sus en general se sentaron en la víspera de la mítica Guerra de Segoyuela, en la que habría perecido el último rey godo de Hispania. En las orillas existe una espesa vegetación compuesta principalmente de enea, caña y carrizo.

Tomar

Este nombre podría referirse a una antigua pertenencia a Don Pedro de Zúñiga, padre del primer señor de la villa Don Álvaro de Zúñiga, cuyo nombre hace aparición en la lápida de pizarra junto a la iglesia parroquial de Navarredonda. Pasamos entonces al lado de dos enormes fresnos, ubicados junto a una charca que conserva agua en pleno verano, atrayendo a varias especies que acuden a ella para abrevar. Este ameno paraje es un valle recorrido por el arroyo que le da nombre, que fluye —salvo en verano, en el momento en que se seca— entre hermosas fresnedas de fresno de Castilla o de hoja estrecha , con prados y pequeños rodales de roble rebollo. Conviene aprovechar este breve camino por el rebollar, puesto que próximamente volvemos al paisaje de prados con arbolado disperso. En una de estas praderas distinguimos a lo lejos, en primavera, un corro de bejines cincelados , una especie de hongo, un cuesco de lobo de importante tamaño que es bastante común en tierras de Navarredonda.

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En pleno verano sobrevuelan esta región grandes bandadas de abejarucos , tal vez las aves más coloridas de nuestra fauna estival, que antes de verse se dejan oír con sus coros de reclamos monosilábicos. Dejamos a nuestra izquierda los parajes del Río Viejo y de Los Fregaderos y viramos bruscamente hacia la derecha. La cubierta vegetal está formada por unos cien pies de árboles y arbustos, pertenecientes a unas 50 especies diferentes. El parque cuenta también con múltiples bancos de madera y con una fuente de piedra con agua bebible.

Entre Prados Y Setos

En estos rebollares que alternan con los prados nos alertará el graznido del gallo de monte o arrendajo , y en primavera podremos observar al estornino común en su ajetro de búsqueda de comida para sacar adelante a su familia. El sendero sube y nos ofrece una vista general de este valle poblado por fresnos, que aun medran en apretada densidad anunciando la clara vocación de este suelo y de este tiempo para esta especie que medra en suelos húmedos. En primavera se deja oír el canto melodioso del zarcero políglota , cuyo nombre nos habla de su capacidad para imitar los cantos de otras especies de aves. En medio de una primavera se imponen los cantos de la curruca capirotada , del mirlo común y del chochín (T. troglodytes), todos ellos melodiosos y con fuerte volumen, aunque el del chochín es mucho más monótono. El sendero se dirige ahora claramente hacia el sur, con vistas a la Sierra Mayor o de Las Quilamas, atravesando un paisaje que a nuestra izquierda hace aparición muy poblado de monte, mientras que a la derecha es un entorno adehesado. De nuevo en el prominente, giramos bruscamente hacia la derecha a la altura del Prao Pedro, también llamado En Pedro o de Don Pedro.

Debido al nivel de colmatación del embalse, en su interior hay enormes extensiones de vegetación palustre de enea al lado de otras menores de lirio y tallos. Si estamos alerta al suelo, vamos a poder observar reptiles como la lagartija colilarga y el eslizón tridáctilo , un reptil con patas enanas que se escurre con velocidad entre el pasto y la hojarasca. Poco antes se extiende un pequeño pinar de pino resinero . El camino gira hacia la derecha y después a la izquierda, a través de Los Carriles y de El Hoyo el Cuco. Empieza un tramo de descenso que nos revela, a lo lejos, el contorno en ruinas del Castillo de Tejeda, testigo de su viejo dominio sobre las tierras circundantes. Caminamos con buenas vistas de la Sierra de las Quilamas y de los espesos encinares mezclados con rebollares.

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