La hipótesis querría decir que el Archaeopteryx está menos relacionado con las aves existentes que estos dinosaurios. Al poner huevos, las hembras desarrollan un tipo especial de hueso en sus extremidades. Este hueso medular se forma como una capa rica en calcio en el hueso exterior duro y se emplea como fuente de calcio para hacer cascarillas de huevo. La presencia de tejidos óseos derivados del endosteno que recubren las cavidades medulares interiores de porciones de la extremidad trasera de un espécimen de Tyrannosaurus rex sugirió que el T. Rex usó estrategias reproductivas afines y reveló que el espécimen es hembra.
Mucho más información Hallado un interesante fósil de ballenaHay otra posibilidad todavía más asombrosa. Los parientes vivos mucho más cercanos de las aves, los dinosaurios y los pterosaurios son los crocodilios. Aunque estas bestias escamosas no tienen plumas en la actualidad, el descubrimiento en los aligátores del mismo gen que participa en la capacitación de plumas en las aves sugiere que quizás sus ancestros las tuvieron, hace 250 millones de años, antes de que sus propios linajes divergieran. Así pues, según ciertos científicos el interrogante no sería de qué manera desarrollaron plumas las aves, sino de qué forma las perdieron los aligátores. El origen de este maravilloso mecanismo es uno de los mayores misterios de la evolución.
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Otros pequeños celurosaurios emplumados del Cretácico y Jurásico tardío muestran posibles precursores del vuelo aviar. Ya en 1915, ciertos científicos argumentaron que la evolución del vuelo de las aves puede haber vivido por una época de cuatro alas . Encontraron que, gracias a la distribución filogenética de los paravianos basales, el vuelo probablemente evolucionó cinco ocasiones entre los paravianos en lugar de solo una vez. Yi , Archaeopteryx , Rahonavis y Microraptor fueron considerados ejemplos de evolución convergente en lugar de precursores del vuelo de las aves. Una pequeña minoría, conocida por el acrónimo BAND , incluyendo los ornitólogos Alan Feduccia y Larry Martin , prosigue aseverando que las aves están más estrechamente similares con réptiles precedentes, como Longisquama o Euparkeria , que con los dinosaurios. Los estudios embriológicos de la biología del avance de las aves han planteado cuestiones sobre la homología de los dígitos en las extremidades anteriores de aves y dinosaurios.
Estos tienen dentro Scansoriopteryx , Epidexipteryx , Microraptor , Pedopenna y Anchiornis . Anchiornis es particularmente esencial para este tema, en tanto que vivió a inicios del Jurásico tardío, bastante antes del Archaeopteryx . En el tercer mes del año de 2018, los científicos detallaron que el Archaeopteryx probablemente era capaz de volar , pero de una manera substancialmente diferente a la de las aves modernas . La extracción exitosa de ADN antiguo de fósiles de dinosaurios se ha informado en un par de ocasiones diferentes, pero después de una inspección y revisión por pares , ninguno de estos reportes pudo ser afirmado. Los fósiles de los troodonts Mei y Sinornithoides demuestran que los dinosaurios dormían como ciertas aves modernas, con la cabeza metida bajo los brazos.
Origen Del Vuelo De Las Aves
Pero el Archaeopteryx carecía del mecanismo del hombro por el cual las alas de las aves modernas generan golpes ascendentes veloces y poderosos ; esto puede significar que él y otros pájaros madrugadores eran incapaces de batir el vuelo y solo podían planear. En las plumas de tales animales descubrieron unos orgánulos celulares microscópicos, llamados melanosomas, cuya forma coincide precisamente con las estructuras asociadas con colores concretos en las plumas de las aves recientes. Hay melanosomas tan bien preservados que es posible reconstruir el color de las plumas de los dinosaurios.
Aunque Huxley se opuso al muy influyente Owen, sus conclusiones fueron aceptadas por muchos biólogos, incluyendo el barón Franz Nopcsa , mientras que otros, en particular Harry Seeley , arguyeron que las semejanzas se debían a la evolución convergente . Hace mucho más de una década, en los primeros pasos del siglo XXI, un conjunto de estudiosos de las universidades de Yale y Rockefeller de Nueva York andaba ahora proponiéndose si sería posible recrear una proteína de dinosaurio a partir de las copias genéticas que producen esa proteína en las especies actuales. La iniciativa era emplear una especide de máquina del tiempo molecular que fuera capaz de ofrecer marcha atrás al avance de la evolución hasta el día de hoy en el que vivió el antepasado común mucho más cercano entre los dinosaurios y los seres vivos recientes.
En Anchiornis, la manera de cuña de ese hueso era todavía más acusada, tal es así que podía plegar las extremidades precedentes sobre los costados y sostener las plumas separadas del suelo en el momento en que caminaba. Las aves actuales utilizan un hueso similar durante el vuelo, que les permite acercar las alas al cuerpo a lo largo del movimiento ascendiente. Si Sullivan y sus colegas están en la verdad, este rasgo fundamental para el vuelo evolucionó mucho antes de que las aves despegaran del suelo. Es un caso de muestra de lo que los biólogos evolutivos llaman exaptación, consistente en usar una composición anatómica ya existente para un propósito nuevo. Todo parece señalar que el vuelo de las aves fué posible gracias a una sucesión de exaptaciones que fueron mostrándose durante millones de años, mucho antes de que ninguna ave volara. La pluma de Archaeopteryx fue descubierta en un yacimiento de piedra caliza en Alemania en 1861, pocos años tras la publicación de «El origen de las especies», de Converses Darwin.
Estos fueron denominados «protoplumas» y se consideraron homólogos con las plumas mucho más avanzadas de las aves, si bien ciertos científicos no están según esta evaluación. Los científicos chinos y norteamericanos describieron Caudipteryx y Protarchaeopteryx poco después. Según las peculiaridades esqueléticas, estos animales eran dinosaurios no aviares, pero sus restos tenían plumas totalmente formadas que se parecían mucho a las de las aves. » Archaeoraptor «, descrito sin revisión por pares en una edición de 1999 de Nat Geo , resultó ser una falsificación de contrabando, pero restos legítimos siguen saliendo del Yixian, tanto legal como ilegalmente.
