Unos huevos de gallina tienen cáscara blanca, otros de color mucho más bien cobrizo . Merced al blog especializado The Kitchn tenemos la posibilidad de conocer la realidad en relación al asunto. Ciertos componentes que sí tienen la posibilidad de tener predominación en la calidad de la cáscara del huevo ocurren antes de poner el huevo.
Por poner un ejemplo, el grosor de una cáscara de huevo está preciso por la proporción de tiempo que pasa en la glándula de la cáscara (útero) y la tasa de deposición de calcio a lo largo de la formación de la cáscara. La cantidad de calcio asimismo afecta al grosor; algunas razas de gallinas pueden poner calcio a un ritmo mucho más veloz que otras. Ahora bien, si todos y cada uno de los huevos son iguales más o menos por la parte interior, ¿por qué razón existen tantos tonos de color, tanto en la cáscara como en la yema?
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Las Verdaderas Diferencias Entre Los Huevos Blancos Y Los Cobrizos
El tono de la cáscara depende de los pigmentos que deposita la gallina en la puesta de los huevos, que cambiarán según la raza a la que corresponda. A aspectos generales, las de color marrón ponen huevos cobrizos, mientras que las blancas los dan blancos. La edad y el agobio también tienen la posibilidad de saber el color del huevo, pero no la nutrición. En el resto de huevos se les ha depositado un pigmento mientras que se movían a través del oviducto.
Se trata de entre los alimentos básicos en nuestra gastronomía; si no, ¿de qué manera haríamos las exquisitas tortillas de patata? Los huevos están siempre y en todo momento presentes en los desayunos, cenas y comidas, ya que su rico índice de proteínas aportan la energía suficiente para quitar el hambre en un pis pás sin tampoco tener un prominente volumen de colesterol. Huevos blancos y marrones se distinguen, en realidad, tan solo en el color.
¿tienen Relación El Color Y La Calidad?
Por su lado, la clara tiene dentro la otra mitad de proteínas y riboflavina. «Juntos, yema y clara forman un alimento riquísimo en nutrientes», añaden. La verdad es que bastante más habitual hallar huevos de tonalidades cobrizos que huevos con la cáscara blanca, si bien lo único que diferencia a estos huevos es la raza de la gallina ponedora.
Ciertos huevos cobrizos parecen tener un tono anaranjado gracias a la intensidad del color. Por ejemplo, una gallina joven puede poner unos huevos mucho más oscuros que una gallina mucho más vieja.
«Los huevos marrones suelen tener mayor tamaño, pues las gallinas cobrizos son de mayor tamaño que las gallinas blancas», señalan desde el Instituto del Huevo. El tono de la cáscara viene determinado por la raza de la gallina ponedora, con lo que se trata de una diferencia que tiene que ver con la genética de la gallina, pero no con la calidad del huevo. De esta forma, las gallinas cobrizos pondrán huevos de color cobrizo y las gallinas blancas van a poner huevos blancos.
Las jóvenes consiguen huevos con la cáscara mucho más fuerte, al paso que los de gallinas adultas tienden a tener una cubierta considerablemente más frágil. Pero la pigmentación de una cáscara de huevo no guarda relación con su valor sobre nutrición. Lo que activa la capacitación de la cáscara es la existencia de ión de sodio, el cual es secretado por las glándulas del útero, acompañado de iones de cloro y bicarbonato. Por eso sea tan esencial y esencial que las gallinas consuman calcio a lo largo de toda su historia.
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Curiosamente no es el tono de las plumas de la gallina lo que hay que mirar, sino el de sus lóbulos, o las solapas sobre sus cabezas. Este constituye en realidad el más destacable indicio de qué color serán sus huevos.
Una gallina que ponga un huevo períodico precisará más de cuatro gramos cada día para poder fabricar un huevo de cáscara resistente, afirman desde el ubicación. Tampoco es verdad que los huevos marrones tienen la cáscara más fuerte, sino que esta característica es dependiente de la edad de la gallina.
Los huevos más pequeños tienen una mayor proporción de yema, que contiene la mayor parte de los nutrientes del huevo, al tiempo que los grandes tienen más clara. Es un detalle que puedes haber advertido en cualquier plaza de mercado, en una área comercial o sencillamente en la despensa de tu casa.
Lo que sí es cierto es que los huevos de gallinas marrones tienden a ser de mayor tamaño, y el tamaño sí influye en los puntos nutricionales del huevo. Al tiempo que las gallinas de raza blanca ponen huevos de cáscara blanca, los huevos de raza marrón ponen huevos de cáscara cobrizo. Los huevos mucho más enormes acostumbran a contener mayor proporción de clara, que tiene dentro proteínas y riboflavina. Respecto al color del huevo, no existe ninguna diferencia nutricional entre los blancos y los cobrizos.
