A fin de cuentas, 1 es el primer número natural que no es 0; 2 es el número primo más pequeño; 3 el primer número primo impar, etc. Según los principios de mecánica cuántica, la respuesta correcta del sistema en ese instante será el resultado de la superposición de los estados vivo y muerto. Sin embargo, cuando se abre la caja para comprobar el estado del gato, éste va a estar vivo o fallecido. Esto se origina por que hay una propiedad en los electrones que permite estar en dos lugares diferentes al tiempo, dándonos a entender que el gato está vivo y muerto al unísono. Además de esto, no sólo señalan que esta situación es evidencia suficiente para saber que la gallina fue antes que el huevo, sino que también afirman que esa primera gallina probablemente no nació de un huevo de su clase.
La teoría tradicional al respecto decía que la forma de los huevos estaba relacionada con la localización del nido o el número de ejemplares que pone cada ave. Pero no. «Nos sorprendió conseguir una correlación realmente fuerte entre la habilidad de volar y la forma del huevo». La hembra de gallo rojo pone menos de 10 huevos al año, al paso que nuestras ponedoras domesticadas tienen la posibilidad de llegar hasta los 300. Y lo alcanzan pues a través de la crianza les hemos quitado el instinto de empollar sus huevos.
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¿qué Fue Primero, El Huevo O La Gallina?
Tanto es conque, en el año 2006, The Guardian reunió a un panel formado por un científico, un pensador y ¡un avicultor! El inmortal dilema del huevo y la gallina aparece en la obra del filósofo heleno Aristóteles. Esta expresión llena de ambigüedad condujo a los antiguos filósofos a cuestionar de qué forma se produjo la vida y el Cosmos.
“Por ende, el organismo vivo dentro de la cáscara del huevo debe existir tenido el mismo ADN que la gallinaen la que terminaría convirtiéndose, y en consecuencia, sería en sí mismaun miembro de la clase de la gallina”. Según enseña la científica Mary Stoddard de la Universidad de Princeton y una de las autoras del estudio, su aparato empezó por preguntarse el porqué de las formas distintas de huevos en diferentes aves. Y aunque la teoría clásica afirmaba que la manera de los huevos estaba relacionada con la localización del nido o el número de ejemplares puestos por cada ave, el equipo de científicos halló que tenía relación de todos modos con la habilidad de volar. Alén de su empleo más popular, esta cuestión apunta asimismo a cuestiones metafísicas, ya que se pregunta en relación al origen de la vida.
Los Huevos De Pascua De Google+
No obstante, Rodger ha reconocido que el dilema sobre qué fue primero, el huevo o la gallina, «nunca va a tener una contestación determinante en el sentido de que es imposible verificar según métodos científicos». «Terminantemente, el huevo fue primero», responde sin dudar Stoddard. «Un huevo con cáscara y especializado evolucionó en algunos vertebrados mientras que hacían la transición a la vida terrestre, y después estos animales dieron lugar a los primeros vertebrados terrestres, entre los que se incuyen las aves». La paradoja del gato Schödinger es un experimento imaginario para mostrar las interpretaciones más contraintuitivas de la mecánica cuántica.
No puede ser que llevemos siglos preguntándonos si fue antes la gallina o el huevo y los científicos no hagan nada sobre esto. Al final, un grupo de científicos se ha propuesto abordar de una vez por todas esta ardua labor, y por ello su tarea fue ayer portada de la gaceta Science. Desde ese momento la cría selectiva se apoya en disminuir el tiempo de desarrollo de las aves y optimizar al límite su desempeño.
Entre las primeras referencias al inmortal problema del huevo y la gallina hace aparición en la obra del filósofo heleno Aristóteles, quien afirmaba que lo de hoy es siempre y en todo momento anterior a lo potencial, y en consecuencia, el hombre precede siempre al esperma, o lo que es exactamente lo mismo, la gallina antecede al huevo. Plutarco asimismo se preguntó lo mismo en sus ensayos, un dilema que a su juicio nos hacía cuestionarnos acerca del origen del mundo. «Mis colegas y yo estábamos intrigados por la extensa variedad de formas de los huevos que observábamos en aves», enseña a Teknautas Mary Stoddard, de la Universidad de Princeton y una de las autoras del estudio. «¿Por qué razón los huevos de los búhos son esféricos y los de los colimbos son elípticos?», se preguntaba. El organismo vivo en el interior del huevo tenía el mismo DNA que el animal en el que luego se convertiría, por lo que «la primera cosa viva que podemos calificar sin temor a equívocos miembro de esa especie es el primer huevo». Pero tal y como sintetiza Pictoline, el desarrollo de la puesta de huevo con una mutación genética se repitió constantemente “hasta que un día salió una mutación que sería el primer huevo del que nacería la primera gallina”.
