Aves Que Ponen Huevos En Nidos Ajenos

En contraste al cuco, cuyas crías tiran del nido los huevos de los otros “hermanos”, el críalo lo deposita en el nido de la urraca y toma represalias si esta no lo adopta como de el. De tal forma que esto condiciona de alguna forma a su víctima a admitir la relación de “abuso”. En concreto, los estudiosos Claire Spottiswoode y Martin Stevens estudiaron 2 especies de aves africanas, el Cukoo Finch, que es el parásito, y el Prinia, que es el huésped. Según indicaron los científicos, «solo siete grupos de pájaros en el mundo han evolucionado como parásitos, poniendo sus huevos en nidos de otros pájaros». Para reproducirse, algunas especies de aves no se ocupan de sus propias crías, sino confían esa labor a los adultos de otras especies. Esa conducta, conocida como parasitismo de puesta, se ha estudiado sobre todo en el cuco.

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El estudio realizado por investigadores de la Facultad de Cambridge y publicado en la gaceta Nature Ecology & Evolution, aporta nuevos datos sobre el accionar del cuco. Tras dejar los huevos, la hembra distrae además al dueño del nido , asustándolo al imitar el canto del gavilán, un potencial depredador de esta otra especie. Los tejedores, aves típica de la estepa africana, edifican nidos todavía más elaborados que los mitos o los pájaros moscardones. Con el apoyo de sus picos, los machos de estas aves van entrecruzando ramitas tal y como si tejiesen una delicada prenda hasta obtener un nido en forma de campana con la entrada por abajo. El chorlitejo patinegro no fabrica ningún nido para llevar a enfrente a sus crías. En lugar de ello, deposita los huevos en una pequeña depresión del lote.

En El Momento De La Puesta El Cuco Va A Un Nido No Vigilado, Se Come Un Huevo Ajeno Y Deja El Suyo En Su Rincón

Tampoco construye nido alguno el cuco sino la hembra deposita sus huevos en algún nido vecino a fin de que otro pájaro los incube por ella. El parasitismo y la lucha por las propias crías es de esta forma un drama evolutivo complejo y también profundo que se lleva a cabo en muchos nidos de aves que por lo demás nos parecen plácidos y cálidos. De forma frecuente, en una imagen inquietante, el polluelo de cuco puede ser varias ocasiones mucho más grande que las víctimas que lo alimentan cuando la cría abre la boca demandando cada vez más comida… hasta el momento en que un día una parte del nido para vivir su historia de depredación y parasitismo. Tras silbar como un gavilán y poder su propósito, la madre deja el huevo. Para evitar que la descubran , lo que supondría que el huevo impostor sería echado fuera del nido, el cuco ha desarrollado varias artimañas, como poner huevos del mismo color que los de la especie escogida.

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En contraste, el parasitismo social es bastante común, se encuentra en mucho más de 250 especies. Para conocer por qué los garrapateros comunmente colaborativos apelan al parasitismo, estudiosos de la Universidad de Princeton observaron a las aves y sus comportamientos de anidación durante un período de once años en el Monumento natural Isla Barro Colorado en Panamá. Los pájaros jardineros , originarios de Australia como las aves lira, edifican dos especies de nido a lo largo de la época de cría. El macho fabrica la glorieta con ramitas que deposita esmeradamente en el suelo en los dos lados formando como una suerte de pasillo. El centro de su construcción lo adorna con objetos brillantes y de colores vivos.

El Clamator Glandarius, El Más Mafioso De La Familia De Los Cucos

El permiso para el régimen de sus datos personales para el objetivo consignado en el apartado “a.” anterior es distinto y también sin dependencia del régimen de los mismos para los fines consignados en el apartado “b.” (analizar sus datos con fines de prospección de mercado y marketing electrónico, para mandarle información publicitaria). Esto, que nos resulta entretenido, lo es menos en la vida del cuco o cuclillo real. Su historia se podría contar como un relato de delito y terror que empieza en el momento en que una hembra de cuclillo observa desde la distancia de qué forma un pájaro de otra clase prepara su nido y hace la puesta de sus huevos. Aprovechando la sepa de los dueños, la impostora se posa en él, tira uno de los huevos y pone ella misma uno afín a los de sus víctimas. En el momento de cuidar y alimentar a sus polluelos, el cuco prefiere delegar.

Para la supervivencia de la especie, tanto las crías de este pájaro como sus huevos, tiene un colorido que les hace pasar inadvertidos para sus depredadores. Por otro lado, en un estudio reciente, la presencia del cuco se correlaciona positivamente con la riqueza de especies de aves en ambos continentes, lo que sugiere que el cuco podría ser una herramienta útil para identificar puntos calientes de diversidad de pájaros. Son animales insectívoros, con lo que consumen eminentemente orugas, aunque en ocasiones pueden engullir huevos o pollos de otros, una práctica que está muy relacionada con su forma de accionar. Y es que el pájaro cuco es lo que tiene por nombre un ave parasitaria de cría. A esto se agregan tácticas de las aves parásitas como la de picotear los huevos de sus víctimas para eludir que eclosionen, o incluso romperlos al realizar la puesta de sus propios huevos en el nido desde una alguna altura.

Las Tretas Del Pájaro Cuco

Estas herramientas no consiguen nunca tus datos personales como por ejemplo datos sobre tu nombre o apellidos, ni de la dirección postal desde donde te conectas, ni tarjeta de crédito, entre otros muchos. Uno de los nidos más complejos de toda la Península Ibérica y de Europa es el del pájaro moscón. El nido de los pájaros moscardones cuelga de la rama de un arbusto y es una especie de bolsa abierta sólo por un punto, la entrada ubicada en la parte de arriba del nido. Los nidos de los pájaros moscones tropicales todavía son más complejo que los europeos, hasta el punto de que estas aves habilitan una puerta en la entrada de sus nidos, para acrecentar todavía más la seguridad.

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La segunda hipótesis es que el parasitismo hacia otras especies surgió de manera directa, ahora fuera por la ocupación de nidos de otras especies como ahorro al esfuerzo de crear el propio o por la rivalidad entre las aves por el más destacable sitio para edificarlo, el mucho más seguro o asequible. Cambios en el entorno y un mayor espacio para la cría tienen la posibilidad de haber favorecido que aparecieran maneras de achicar el coste de la reproducción. No es exactamente el tipo de relatos que asociamos a las aves, pero el parasitismo entre ellas es de enorme manera común. Una de cada 100 especies sobrevive parasitando a otra u otras especies de aves, con sistemas muy variados si bien el cuclillo sea el ejemplo más habitual y popular. En contraste, las hembras cooperativas ponen menos huevos pero dedican más esfuerzo a atenderlos, con lo que mucho más polluelos sobreviven para dejar el nido.

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