La gestante la partirá por la mitad, encajando luego sus 2 partes. Posteriormente colocará el tallo enganchado entre los dedos medio y anular por el revés de la mano izquierda. Con la mano derecha va a dar una palmada seca en la muñeca de la otra mano.
Efectivo debe ser el remedio en el momento en que éste es el recurso más recurrido en toda la provincia. En Coria y Plasencia se raspaban los eslabones de las cadenas que había a la puerta de la catedral y esos polvos se le administraban a la estéril mezclados con vino blanco. El rocío de la noche de San Juan era tomado, antes de que saliera el sol, en muchos lugares de la provincia, así como Logrosán y todas Las Villuercas, Las Hurdes y región norte de Plasencia. Las mozas se revolcaban en los prados, en tanto que las propiciaba para ser madres de familia.
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Cómo Es El Niño Con Horóscopo Chino Gallo
Si la parte de arriba de la espiga cae al suelo nacerá niño; si la espiga sigue unida, va a ser un rorro hembra lo que la consultante habrá de balancear. Las mellizas tienen fama de ser buenas reproductoras al ser hijas de madres muy fecundas y se cree que tienen la posibilidad de transmitir algo de su fertilidad mediante contacto. De esta manera se piensa en Guijo de Coria y en Guijo de Santa Bárbara, donde si una melliza soltera que haya nativo de Jueves Beato pisa las espaldas de una estéril tendida en el suelo ésta va a quedar embarazada en un tiempo breve. En estas corridas el novio usaba su chaqueta para sortear al toro, cuyo contacto con la prenda le hacía recibir la fuerza genésica del animal. Pero al tiempo se usaban asimismo en el toreo, al estilo de las actuales muletas, las sábanas blancas del ajuar de la novia, a la que finalmente, por idéntico contacto, quedaría vinculado todo ese poder de fecundidad. Ya que de Cáceres se trata, señalaré que en el pueblecito de Madrigalejo falleció el rey Fernando el Católico a consecuencia de una sobredosis de criadillas de toro.
Distintos son los métodos que para tal fin he logrado agarrar en la provincia de Cáceres. En la capital se utiliza un procedimiento que, absolutamente nadie se extrañe, ya era sugerido por el filósofo Aristóteles. Radica el mismo en untarse la mujer consultante con su saliva la parte de arriba de ambos párpados.
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En los pueblos de la raya de Portugal cuando la embarazada se siente indispuesta se estima que el feto está resfriado. En este caso meten a la gestante en una habitación y allí encienden un pequeño zajumeriu de plantas aromáticas, como romero, laurel, tomillo o eucaliptus, con la intención de ayudar al feto en su respiración. Las plantas son un factor muy tenido presente en lo que a la fecundación se refiere.
Pero, además de esto, de nada le serviría el callarse, puesto que a alguien de la familia le saldría un orzuelo en un ojo y el embarazo se convertiría en un misterio a voces. En Eljas, Monroy, Cadalso, Cañamero y Caminomorisco se afirma que en el momento en que un niño de meses agita sus manos no hace otra cosa que anunciar la preñez de su madre. En Extremadura son corrientes los emplastos para curar la esterilidad.
En toda la provincia es práctica que la embarazada practique con la margarita. La última hoja arrancada da la solución a su angustiada curiosidad. En Las Mestas, Desposar de Palomero y Torrejón el Rubio aseguran que todas y cada una de las plantas que sembró la gestante se secan si ésta ha concebido una niña. En Arroyo de la Luz, Malpartida de Cáceres, Holguera y Mirabel la planta usada es la espiga de la festuca.
En este tiempo, el feto se desarrolla dentro del huevo y se forman los órganos y el sistema musculoesquelético del pollito. Si bien es cierto que no es un accionar único, tenemos la posibilidad de decir que lo común es que la reproducción de las gallinas se realice en los meses menos fríos. La primavera y el verano son las estaciones en las que más procrean.
Si resulta un número par, ya se sabe, habrá que elaborar ropitas de niño. En Miajadas el marido y la mujer lanzan dados, 2 cada uno de ellos, sacando el vaticinio de la suma de todos y cada uno de los tantos conseguidos. Las gestantes tapan las barajas con un paño en el momento en que fueron mezcladas con la mano izquierda y, tras persignarse y rezar un Avemaría, meten la mano derecha debajo del harapo y sacan una carta. El as, tres, sota, caballo y rey indican que ha engendrado niño; las cinco cartas restantes anuncian el nacimiento de una pequeña.
