Un buen ejemplo es el bibimbap coreano, que admite prácticamente de todo. Una gran parte del truco para hallar un huevo con puntilla perfecto radica, claro está, en la materia prima, siendo conveniente echar mano de un huevo de corral e imprescindible que este se bañe en aceite de oliva virgen extra. Para ello, rompemos la cáscara pegando esta sobre una área dura y, a continuación, abrimos el huevo sobre un cuenco. Aunque se puede abrir el huevo de forma directa sobre la sartén, abrirlo sobre un cuenco hace mucho más simple depositarlo luego en la sartén y evitar así probables contratiempos.
Además de esto, al aproximar la mano debemos apreciarlo ardiente. En el momento en que el aceite esté lo suficientemente ardiente sin que llegue a humear, agregamos el huevo y lo dejamos freír. Como el aceite va a estar muy caliente, la puntilla se empezará a formar de forma rápida en el borde del huevo.
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Ingredientes
Calentar un dedo de aceite de oliva en una sartén con el bastante diámetro a fin de que se puedan realizar los huevos sin solaparse. Una vez ardiente, sin llegar al punto de humeo, verter los huevos abriéndolos primero en un cuenco o de forma directa sobre el aceite de forma cuidadosa, lo mucho más cerca posible de la superficie. A fin de que se cocine la clara con puntilla y la yema permanezca líquida o melosa, requerimos lardear el huevo, es decir, mojar con el aceite la clara empleando una espumadera. Es un movimiento que hay que utilizar de manera rápida, de forma cuidadosa de no llegar a duchar la yema, cuando el borde del huevo ahora comenzó a coger mucho más color.
Una vez esté al punto esperado, solo hay que sumergir la espumadera en el aceite, deslizarla por debajo del huevo y retirarlo de manera cuidadosa, dejando que escurra el exceso de grasa. Podemos dejarlo descansar tenuemente sobre papel de cocina, o servirlo de manera directa.
Ingredientes De Los Huevos Fritos Para 1 Persona
El amigo Garriga prepara esta receta con los ojos cerrados y dice que lo que más le gusta es acompañar esta carne tan jugosa con unos huevos fritos. A mí los huevos fritos no me salen muy allá y sucede que freir un huevo «bien» no es nada simple.
La ralladura fina de limón o lima les dará un toque fresco y rápido, mientras que la sal negra kala namak va a multiplicar el gusto hasta niveles nunca pensados, debido a que ella misma ahora recuerda al huevo frito con su toque de azufre. Una vez el aceite esté caliente, solo debemos verter el huevo crudo dejándolo mover sobre el mismo, lo mucho más cerca posible de la área de la sartén; de esta manera no se va a romper ni salpicará. Para controlar que el aceite no salte, un truco que acostumbra funcionar es añadir primero una miga de pan, que además nos va a dar una pista de cuándo el aceite alcanzó la temperatura correcta. No vamos a poner sal todavía, pues solo lograríamos secar la yema antes de tiempo.
Solamente es necesario controlar 2 aspectos; la proporción de aceite a usar y su temperatura, según explicamos en la receta. En lo que se refiere a los huevos, lo destacado es elegir siempre por huevos de gallinas criadas en independencia y, cuanto más frescos sean estos, mucho más sencillo resultará freírlos en tanto que los huevos frescos tienden a esparcirse menos por la sartén. El tipo de aceite a utilizar va a depender de la disponibilidad, prácticas y deseos particulares. En principio cualquier aceite conveniente para freír será válido, el de oliva aporta más sabor y el de girasol es mucho más neutro.
Machacamos en un mortero el diente de ajo, agregamos el tomillo, el perejil y una cucharada de agua. Recuerda su pizquita de sal y si disfrutas, un poco de pimienta negra recién molida. Una elaboración que puede parecer simple -salvo a los que no tienen idea ni freir un huevo- pero que tiene su aquel si se desea hallar una puntilla impecable.
De Qué Manera Realizar Huevos Fritos Con Puntilla
Si además de esto nos atrae la puntilla, entra en juego otro aspecto que complica la elaboración, aunque no es nada que no arregle la práctica, sumándole un poco de teoría anterior. El almacenaje o ingreso técnico que es empleado exclusivamente con fines estadísticos anónimos.
Hacerla es simple si se siguen unos sencillos trucos. Así se cocinará la parte de arriba del huevo. En el momento en que toda la parte de arriba del huevo, excepto la yema, esté blanca, retiramos el huevo de la sartén con una espátula o espumadera, dejando escurrir un tanto el aceite sobrante.
Casca el huevo antes en uno de estos dos utensilios y de esta manera tus manos no van a tocar el aceite, por muy cerca que echemos el huevo. Una vez que el aceite está ardiente, llega la hora de añadir el huevo.
A diferencia del huevo sin puntilla, este está listo en cuestión de segundos, puesto que el aceite está a alta temperatura. Si deseas conseguir hacer huevos fritos con puntilla y que queden excelentes, atiende al consejo de un profesor cocinero como Karlos Arguiñano. Mojar con el aceite la clara empleando una espumadera cuando el borde del huevo ya comenzó a coger mucho más color, sin tocar la yema. Una vez esté la puntilla al punto deseado, que sumergir la espumadera en el aceite, mover bajo el huevo y retirarlo de manera cuidadosa, dejando que escurra el exceso de grasa.
