La piel de gallina se produce por la liberación de adrenalina, que se segrega en ocasiones de frío y asimismo de estrés. Esta hormona genera una serie de reacciones en todo nuestro cuerpo y lo pone en alerta a fin de que pueda batallar o escapar si está en peligro. Asimismo es la encargada de que, de súbito, nuestra fuerza aumente o nuestra aptitud mental de contestación sea más ágil.
Los folículos pilosos están obstruidos, abultados y los pequeños bultitos y protuberancias que se forman alrededor del vello recuerdan en fachada a en el momento en que se nos pone la piel de gallina en el momento en que contamos frío y sentimos una emoción. Sin embargo, como veremos ahora, la queratosis -que es una afección cutánea- no tiene nada que ver con la piloerección, que es un mecanismo de defensa de nuestro cuerpo. Este mecanismo tiene todo el sentido del mundo, porque todos sentimos frío en algún momento, pero, ¿por qué se nos pone la piel de gallina en el momento en que nos emocionamos observando una película de miedo o escuchando nuestra balada favorita? Esto tenemos la posibilidad de observarlo en todos los mamíferos, y muy claramente en los gatos. Cuando se sienten conminados, se le eriza el pelo, se aumenta -por lo menos en apariencia- su tamaño corporal, y esto les da un aspecto mucho más feroz y agresivo.
Según explicó George A.Bubenik, fisiólogo y profesor de zoología, a la gaceta \’Scientific American\’, es una respuesta heredada de nuestros antepasados. Otras especies asimismo experimentan algo similiar y su finalidad es aislar nuestro cuerpo y abrigarnos del frío exterior. De hecho, nuestros ancestros tenían el cuerpo lleno de pelo y esta respuesta les servía para protegerles.
Aunque esta reacción es la mucho más visible, la piloerección se acompaña también de una aceleración del ritmo cardiaco, un aumento de la presión sanguínea y sudoración. Pero, aparte de ser un reflejo de protección de nuestro cuerpo, es asimismo un aspecto que compartimos y heredamos de nuestros antepasados animales. Un estímulo externo, como el temor, una situación de riesgo, o sencillamente el rozamiento con el chico o chavala que nos atrae, podría tener exactamente el mismo efecto en la piel. Sencillamente la tensión provoca que nuestro pelo se erice y nuestra piel tenga el aspecto de una gallina.
Esta piel áspera, antiestética, tipo lija que te desespera es un problema médico. Sin embargo, no todo el mundo le da la relevancia que tiene y no asisten a ninguna consulta de dermatología. •Pequeños bultos o protuberancias alrededor de los folículos pilosos . Estos abultamientos, del tamaño de la cabeza de un alfiler, no causan ni picor ni mal y están mucho más presentes en la parte de arriba de los brazos, los muslos, las mejillas y los glúteos. Cualquier otro estímulo de afuera puede provocarlo, desde el cariño hasta la música.
Las emociones causan este efecto en nuestra piel y vello, y de hecho es bastante afín a cuando un gato eriza su pelo, incrementando su tamaño corporal, cuando se siente amenazado o está a puntito de pelearse. “La queratosis pilaris es una condición crónica que puede empeorar por la piel seca o dañada. Esta marca llegó a España hace 2 años de la mano de L’Oreal y es líder en venta en Estados Unidos donde es la número 1 en prescripciones dermatológicas. A corto plazo, provoca que el pelo se erice y aparezca la piel de gallina; en un largo plazo, semeja fomentar el crecimiento del vello. Los estudiosos sostienen que es un considerable vínculo entre las células madre, que el cuerpo puede usar para hacer otros géneros de células, y los estímulos externos. El efecto de la piel de gallina es una afección dermatológica que se conoce como queratosis pilaris.
El uso de elementos violentos tienen la posibilidad de ocasionar microdesgarros en la superficie de la piel lo que causa un daño en la barrera cutánea. Este ataque puede conducir a un período recurrente de piel seca, áspera y desigual. Hace muy buen día, la temperatura es impecable pero ya se está haciendo de noche y corre una pequeña brisa fría. Al echarte la toalla sobre los hombros te das cuenta de que el pelo de los brazos se te ha erizado. Lo mismo te pasó en el cumpleaños de un amigo , en el momento en que tu pareja te cogió de la mano por primera vez o cuando escuchaste directamente esa canción que te emociona.
Como comentábamos es un mecanismo de defensa más, un vestigio evolutivo heredado de nuestros ancestros que asimismo está que se encuentra en los mamíferos que tienen pelo. Por un lado, tiene la función de defendernos del frío, ya que al contraerse los músculos erectores del pelo, se crea una cubierta de aire cerca del cuerpo que contribuye a mantener la temperatura corporal. Este fenómeno se produce cuando se activa del sistema nervioso simpático, el mismo sistema que se activa, de forma involuntaria, como contestación a un estímulo externo y que, por poner un ejemplo, nos hace correr frente a una amenaza. Merced a la adrenalina que se segrega, los músculos erectores del pelo se contraen y se hacen visibles y esto hace que el pelo se separe de la piel y se erice, que se nos pongan ‘los pelos de punta’.
En primer lugar, por supuesto, nuestra piel no se transforma y se transforma en la piel de una gallina. Pero la pieloerección -de esta forma lo reconocen correctamente a la \’piel de gallina\’- sí que podría dar la sensación de que nuestro cuerpo ha perdido el plumaje y somos de todos modos aves. La piel de gallina es una respuesta fisiológica de nuestro cuerpo, completamente involuntaria, y que actúa en los cambios bruscos de temperatura y frente otros estímulos externos. Cualquier piel precisa hidratación para sostenerse sana y bonita, y en la situacion de la queratosis, que tiende a estar asociada a la sequedad y a la dermatitis, aún más.
