En la actualidad la mayoría de los platos, ya sean dulces o salados tienen como ingrediente el huevo. Un postre como una torta, un delicado suflé, pasando por una merienda como galletas, hasta llegar a un pollo rebosado, una pasta casera o un simple pan llevan huevo en su preparación.
Lo que nos ha hecho expertos en utilizar los huevos en diferentes estilos, con técnicas sencillas y otras con un poco más de esfuerzo. Ahora bien, los huevos no son todos iguales, tienen algunas clasificaciones.
Si bien es cierto que los huevos pueden ser de cáscara muy dura o más frágil, variar en tono de color, ser de diferentes tamaños, inclusive pueden contener dos yemas, también pueden ser chatos o muy ovalados.
Lo que más influye en la formación y calidad del huevo es el estilo de vida de la gallina que lo puso, su alimentación, las condiciones en las que se desarrolló. En el mercado actual se encuentran como grandes categorías los huevos camperos y los ecológicos.
Distinguir las diferencias entre estas variedades va más allá del precio, los gustos y calidad de cada artículo. Los productos ecológicos por lo general son más costosos, sin tratarse de una casualidad, pues son de mayor calidad nutricional, evitan el uso de químicos y manufactura; lo que los hacen más naturales, menos tóxicos y sus procesos de producción son más costosos que los industrializados en masa.
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¿Qué son huevos ecológicos?
Los huevos ecológicos son todos aquellos que están certificados por las organizaciones públicas o privadas, que tras una exhaustiva revisión de las condiciones en las que crecen, viven y se desarrollan las gallinas ponedoras, conceden un documento anualmente que hace constar que la producción de este tipo de huevos es natural.
En este punto es importante tomar en cuenta que las condiciones ecológicas se deben mantener durante todo el proceso. Desde la obtención de la gallina hasta la postura de cada huevo. Estas condiciones son muy específicas, pues las gallinas ecológicas deben tener dos grandes áreas, para vivir, desarrollarse, alimentarse y convivir con la naturaleza.
Por una parte, tienen lo que llaman nave, un área donde pueden tener su nido, donde pueden dormir y descansar; este espacio debe ser de un metro cuadrado por cada seis gallinas, techado y cómodo. Adicionalmente tienen el otro lugar a disposición, se llama parque, que viene a ser al aire libre.
Este espacio de cuatro metros cuadrados por gallina. En el parque la tierra debe ser cien por ciento natural, sin residuos de pesticidas ni ningún tipo de químicos. Deben tener libre acceso a este espacio para que realicen a su gusto sus actividades naturales gallináceas.
La alimentación de estas gallinas debe ser a base de alimentos naturales, producido según los estándares ecológicos de la agricultura. Algo muy importante a considerar es que las gallinas deben tener ocho horas ininterrumpidas de oscuridad, en cualquiera de los dos ambientes, para su correcto y completo descanso.
¿Qué son los huevos camperos?
Por su parte, los huevos camperos provienen de gallinas que son criadas en libertad. Salen al campo cuando quieren, se dan baños de arena, picotean el piso y escarban como parte de su rutina natural. En vez de “naves”, tienen gallineros donde descansan, ponen sus huevos y conviven con el resto de las gallinas.
El espacio que tienen a disposición estas gallinas es menor al de las que son criadas de modo orgánico, lo que en cierto modo abarata costos. La alimentación de las gallinas camperas es igual que la de las que son criadas en jaulas, con pienso que en alguna medida contienen químicos persevantes.
Es sabido que este tipo de comida para aves de corral contiene componentes orgánicos y naturales, pero existe la presencia de conservantes y eso es de poca importancia para los criadores. Con el pasar de los años la conciencia ambiental del ser humano ha mutado, y las restricciones y medidas de calidad se implementan en todo.
Lo que influye en la clasificación de los huevos camperos y ecológicos, entre otras variedades, como también interviene en la nomenclatura que se puede conseguir en sus empaques. De esta manera los compradores pueden identificar más fácilmente lo que hay en el anaquel y saber que obtendrá en la compra.
Principales diferencias entre huevos camperos y ecológicos
Adicionalmente a la de numeración en los empaques, según la producción de los huevos; otra de las diferencias más visible entre las categorías es el precio. En un mismo anaquel se pueden conseguir posturas camperas, ecológicas e industrializadas; la variedad de precio puede llegar a ser hasta el doble.
Por ejemplo, los huevos producidos industrialmente son relativamente económicos, por su parte los camperos estarían en un eslabón intermedio, mientras que los ecológicos son los más costosos. Todo esto se debe a la cantidad de inversión que hay que hacer en cada tipo de producción, lo que es directamente proporcional a la calidad del producto.
Según estudios del Departamento Oficial de Agricultura de Estados Unidos, los huevos de gallinas de campo son más nutritivos que los de las que están en jaula en la producción industrial. Sin embargo, lo realmente importante es que la elección del tipo de huevo que se consuma va muy ligada al presupuesto y los valores morales de cada persona.
Hay quienes suman a la relación precio, frescura el valor ecológico y toda la onda “verde” que se puso de moda; les interesa el origen del producto que van a adquirir, siendo esto lo que termine siendo de mayor importancia al momento de comprar.
Por lo general, los huevos en su mayoría son del mismo tamaño, valor nutricional, variando más que todo en aspecto de tamaño y color; que está relacionado al ADN de la gallina, la geolocalización y su alimentación.
Así que todo lo relacionado con el huevo, nos lleva a la gallina y sus cuidados, la sensibilidad ecológica que cada persona desarrolle influirá directamente en lo que escoja al momento de preferir un producto u otro. Lo que al final del camino llevará a la industria productora de huevos a transformarse poco a poco en productores con conciencia ecológica.
