Volar se volvió menos frecuente e insignificante con el tiempo por el hecho de que requiere mucha energía. De hecho, el vuelo es el modo perfecto de locomoción más caro que hay en la naturaleza. Por otro lado, también cabe nombrar que la mayoría de las aves no voladoras han subsistido en ámbitos bastante aislados (si bien no todas y cada una, como es la situacion de las avestruces o los emúes). Las aves no voladoras son aves igual que el resto pero con ciertas diferencias clave, por lo que sí que es cierto que presentan una serie de características propias que las diferencian del resto. Un ejemplo de esta distinción la podemos encontrar en los huesos de sus alas, que son sensiblemente mucho más pequeños que en el caso de las aves voladoras.
De hecho, aunque la mayor parte no acostumbran a superar los dos metros de altura, se han dado casos de ejemplares que hay llegado a alcanzar prácticamente los tres metros de altura, un tamaño nada desdeñable. Este ave que no vuela acostumbra pesar unos 180 kg y, aunque en la actualidad solo está en África, se piensa que hace cierto tiempo asimismo se la podía hallar en la península Arábica. Existen cuatro especies de avestruces, que están distribuidas por diferentes regiones de África. Otra de las aves no voladoras es el emú, cuyo nombre científico es Dromaius. En este caso, se habla del segundo ave no voladora en tamaño, superado únicamente por las avestruces. Son aves omnívoras, puesto que se alimentan tanto de semillas y vegetales como de pequeños animales, más que nada insectos.
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Principales Características De Las Aves No Voladoras
Igualmente, dado que los dodos no hubiesen tenido contacto con los seres humanos hacía que no los percibieran como una amenaza, lo que propició asimismo su extinción. Perdieron la aptitud de volar por el hecho de que en algún momento tuvieron que amoldarse a su entorno para poder sobrevivir. Otra característica morfológica interesante de los kiwis es que sus alas quedaron como testimonios únicamente vestigiales de su pasado ancestral. Y sucede que son tan pequeñas que quedan totalmente escondes bajo el plumaje del kiwi. Las plumas de esta ave no son impermeables, y pasa tiempo secando sus pequeñas alas al sol después de cada inmersión.
Los plumajes son generalmente abundantes, puesto que un mayor peso no resulta amenazante en contraste al caso de las aves voladoras. No tienen quilla en el pecho, un músculo que deja a las aves voladoras batir sus alas. Una curiosidad que muestran los emús es que sus huevos son de un color verde profundo. Esto serviría para ayudar a camuflarlos y a esconderlos de probables depredadores entre la maleza. Los emús son los segundos animales más enormes en la clase de las aves, solo por detrás de las avestruces. No en balde, los emús y las avestruces están emparentados, perteneciendo ambos al orden animal de las Struthioniformes.
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Así mismo, también podemos destacar la reducción o sepa de la quilla, un hueso del pecho que les deja desarrollar músculos mucho más fuertes y enormes que permiten el uso de las alas en el vuelo. Como no pueden volar, han desarrollado patas fuertes y puede correr hasta 89 km/h. A lo largo de sus carreras, las alas ayudan al avestruz a ganar impulso y también se usa para aturdir a los predadores con golpes.
Esto causa que ingiera los alimentos prácticamente en el mismo estado en el que los encuentra en el medio. Aunque se la considera un animal herbívoro, se sabe que asimismo se pueden alimentar de carroña si tienen la ocasión.
Sus primordiales amenazas son la destrucción de su hábitat natural y la introducción de especies animales invasoras. Desde la colonización de las islas de Novedosa Zelanda, el hombre acarreó con su llegada animales como los gatos, las ratas o los armiños, que aceleraron el exterminio de los kakapos. En todos los casos hablamos de un animal que muestra un marcado dimorfismo sexual. Uno de los motivos que provoca que este género de aves no puedan volar es la capa de grasa que cubre su cuerpo bajo la piel, lo que les permite soportar las temperaturas gélidas de su hábitat natural. No obstante, asimismo aumenta sensiblemente su peso, impidiendo que logren alzar el vuelo. Esto queda compensado por dado que sean unos excelentes nadadores, lo que les permite apresar peces en las heladas aguas del mar Antártico, su principal alimento.
Las aves terrestres muestran enormes y fuertes patas, preparadas para la carrera pedestre. Su composición ósea también cambia, presentando huesos más espesos y pesados, en tanto que no precisan un esqueleto tan rápido como el de las aves voladoras. Esta quilla es una extensión ósea del esternón y su primordial función es la de dar soporte y anclaje a los enormes músculos pectorales de las aves voladoras. En la situacion de las no voladoras, esta parte de hueso acostumbra desaparecer o verse mermada. En el momento en que los navegadores europeos llegaron a islas Mauricio, introdujeron nuevas especies, como cerdos, perros o gatos entre otras. Esto acarreó que sus nidos fueran atacados por estas novedosas especies a las que los dodos no habían debido confrontar jamás.
