Como Hipnotizar A Una Gallina

La narradora nos contó que en su aldea la cosa iba de otra manera. Se cogía al animal como de las axilas y se la bamboleaba de un lado al otro. Si es que las gallinas ponían los huevos más gordos o con 2 yemas o cualquier otra cosa. En una atmósfera de perplejidad y empequeñecidos por el desfile de personajes no merecía la pena saber si había algo tras lo de hipnotizar a las gallinas. Se puede hipnotizar o poner en trance a un pollo , con la cabeza hacia abajo cerca del suelo, trazando una línea a lo largo del suelo con un palo o un dedo, empezando en el pico y extendiéndose directamente hacia afuera frente al pollo. Si el pollo es hipnotizado así, seguirá viendo fijamente la línea, permaneciendo inmóvil hasta por 30 minutos.

El bético logró tras unos segundos que el animal se tranquilizara y se quedara muy quieto. De lo que no existe duda es de que el espectáculo del futbolista fue un éxito en las comunidades y llegó a ser uno de los temas más comentados en Twitter. «Una de las cualidades menos conocidas de Joaquín es que es capaz de hipnotizar», advirtió Motocicletas mientras el deportista informaba de que hacía «lona» que no lo hacía. «Lo estoy intentando con mi mujer últimamente, pero no hay forma», aseguró. Por comentarios como ese y otros chistes que logró en el software, el futbolista ha recibido críticas y acusaciones de machismo.

Pablo Motos, presentador de El Hormiguero, de Antena 3, sacó una gallina al plató y animó al jugador a que hipnotizara al animal. Luis, trabajador en la finca de Bertín, ha cogido dos gallinas mansas a fin de que Joaquín pruebe que es capaz de hipnotizarlas, como bien le había comentado a su anfitrión anteriormente. Sobre la mesa de billar, el jugador ha conseguido hipnotizar a una de las aves de la finca de Bertín mientras que César «hacía un juramento» para dormirla.

Una voz modulada y una invitación a ingresar en los mundos fabulosos. Hecha esta explicación siguió la narradora haciéndonos vivir su planeta de recuerdos infantiles en donde historia de historia legendaria y situación eran exactamente la misma cosa. Reíamos con las ocurrencias del rincón y empatizamos con las tragedias de una vida dura y recóndita. La canción de Iggy Pop » Lust for Life » tiene dentro una línea que se refiere a «hipnotizar pollos», en un guiño a la novela de William Burroughs El boleto que explotó .

Un auténtico mundo de realismo mágico antes de que los enormes de la literatura latinoamericana (bonita expresión en desuso por mor de independencias y rencores salidos de un radicalismo oportunista) la desarrollasen hasta su máximo extremo. Un mundo, en suma, en donde se narra desde lo habitual y diario hechos siempre extraordinarios. Dejados a una realidad en que vivos y fallecidos tal como bestias, humanos y plantas conviven sin estorbarse nos preguntó la narradora algo tan desconcertante como “si había alguien entre el público” que supiese hipnotizar gallinas. Aquello debía ser importante en ese momento de la actuación y decidió abordarlo invitando a los allí presentes a contar lo que supieren. El futbolista del Betis Joaquín protagonizó este miércoles uno de los instantes televisivos más surrealistas de las últimas semanas.

Werner Herzog ha incluido el hipnotismo del pollo en varias películas, incluyendo Signs of Life de 1968 , que presenta una escena donde un pollo es hipnotizado por una línea trazada con tiza, y su película de 1974, The Enigma of Kaspar Hauser . Werner Herzog era «conocido por hipnotizar a los pollos; asimismo hipnotizó al elenco de su película Heart of Glass de 1976 «. «Joaquín y la gallina no se conocen, pero aún de esta forma va a poner el poder su mente y de su tenis sobre la gallina», presentó Pablo Motos mientras que el jugador sujetaba al animal y le ponía un dedo en la cabeza. «Una de las peculiaridades de las gallinas es que son gilipollas», observó el presentador.

De oídas sabía que eso se hacía, pero ni la menor idea de de qué manera ejecutarlo. Tan solo con eso el animal entraba en trance y allí quedaba en el transcurso de un rato sumida en sueños avícolas. Noche sosegada de Agosto en la sierra segoviana; un pequeño ámbito con los focos ni bastante ni poco encendidos. Una brisa que movía las hojas algo lacias de los olmos aún mejoraba la atmósfera. Allí se encontraba la narradora Raquel Queizás que nos introdujo en su planeta mágico y rural de la Galicia de infancia haciéndonos convivir por un rato con lobos -y lobas- que por la noche deambulan por los pueblos, ferias de ganado, mucho aguardiente a cualquier hora…

José Sacristán acude esta noche al programa de Pablo Motocicletas para enseñar su novedosa película, llamada «13 Exorcismos» que llega a los cines el próximo 4 de noviembre. La Sra Queizás se despidió y nosotros nos despedimos de ella y de sus paisanos los que, con diferentes grados de corporeidad, estuvieron con nosotros. Quedó la audiencia en silencio quizá recobrando rincón y el mismo instante. Particularmente, me sentí como la pobre gallina que va recuperando el sentido tras su viaje astral y va reconociendo sitios y personas. Pensé que la ocurrencia de la hipnosis fue algo muy meditado.

Jason primero demostró su método manteniendo el pollo con su mano derecha por las patas y dibujando círculos apretados con su mano izquierda sobre el ojo izquierdo del pollo. Esto fue repetido por el skater profesional Daniel Lutheran para ganar Toy Machine 100 puntos. La película de 1993 Even Cowgirls Get the Blues tiene algunas líneas sobre el hipnotismo de las gallinas y exhibe a un personaje que hipnotiza a las gallinas haciéndolas girar en el aire exactamente veinte ocasiones.

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