Complementariamente, es necesario enfatizar que solo aquellos que han tenido contacto humano son muy propensos a los ataques. El huevo de avestruz pesa unos 2 kilogramos –equivale a una docena de huevos de gallina– y es de color blanco o amarillo. En el momento en que las hembras efectúan la puesta, el macho se hace cargo de encubarlos. Merece la pena poner énfasis que en esta clase ellos tienen ‘harenes’ de hasta cinco parejas.
Son aves no voladoras que pertenecen al género Struthio, las que se encuentran en África, donde se habitan en estado salvaje y asimismo se crían para conseguir sus derivados. Las aves pueden correr a velocidades de prácticamente 70 km por hora y, con frecuencia, usan la carrera como modo de defensa. Los avestruces salvajes son de naturaleza nómada y viven en conjuntos de 5 a 50 individuos. Complementariamente, asimismo ponen los huevos más enormes entre todas y cada una de las aves de todo el mundo. Los pingüinos son unas de las aves no voladoras más conocidas y indudablemente las que nos caen más simpáticas a los humanos. Están en especial adaptados a la vida en el agua, siendo este medio en el que alcanzan el alimento llevando a la práctica la pesca.
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Aves Que No Vuelan: Evolución Y Adaptación A Otras Capacidades
Las próximas aves no voladoras, vivieron a lo largo de o después del periodo Holoceno. Extractos de cáscara de huevo similares a los de los huevos de Aepyornis fueron encontrados en las islas Canarias. Este plumaje está compuesto de plumones castaños y oscuros, que al no haber llegado a desarrollarse absolutamente como plumas, a la vista presentan una fachada mucho más similar a la del pelaje de algunos mamíferos. Una curiosidad que muestran los emús es que sus huevos son de un color verde intenso. Esto serviría para ayudar a camuflarlos y a esconderlos de probables depredadores entre la maleza. Al habitar zonas frías, una de las principales adaptaciones que han creado los pingüinos es su gruesa piel y su abundante grasa subcutánea, dos capas aislantes que les dejan mantener la temperatura corporal.
Además de insectos, su dieta incluye otros invertebrados y pequeños anfibios y peces. Su nutrición la hacen durante la noche, puesto que son animales de hábitos marcadamente nocturnos. La excepción son las aves no voladoras de gran tamaño, cuyo origen es continental y que han conseguido sobrevivir a través de otros elementos, como el camuflaje o su aptitud para correr a enormes velocidades. Como no tienen la posibilidad de volar, han desarrollado patas fuertes y puede correr hasta 89 km/h.
Casuario
Durante sus carreras, las alas asisten al avestruz a ganar impulso y también sirven para aturdir a los predadores con golpes. Los avestruces también utilizan sus poderosas patas para patear a otros animales para defenderse. Uno de las causas que provoca que este tipo de aves no logren volar es la cubierta de grasa que cubre su cuerpo bajo la piel, lo que les deja soportar las temperaturas gélidas de su hábitat natural. Sin embargo, también incrementa considerablemente su peso, impidiendo que logren alzar el vuelo. Esto queda compensado por el hecho de que sean unos excelentes nadadores, lo que les permite cazar peces en las heladas aguas del mar Antártico, su principal alimento. Si bien al meditar en las aves la primera imagen que nos viene a la cabeza sea la de animales con enormes alas que les permiten volar, la realidad es que hay muchas aves que no tienen la posibilidad de llevarlo a cabo.
Muchos viven cerca de los polos y en zonas subárticas, mientras que otros viven en Australia y Nueva Zelanda. Exactamente la misma el avestruz y el emú, el ave ñandú carece de los músculos del pecho precisos para alzar su pesado cuerpo del suelo para volar. Además, vale apuntar que el hábitat natural del ave ñandú está en Suramérica, en especial en los pastizales, que son grandes áreas abiertas especiales para el pastoreo de animales. Durante la época de reproducción, el ñandú tiende a mantenerse cerca de cuerpos de agua como lagos y ríos.
Se admite que la rama Neognathae se dividió antes de terminar el Cretácico, en el momento en que evolucionó el clado basal Galloanserae . Un buen número de aves colosales no voladoras, surgió de las Gruiformes o conjuntos similares. En el año 2003, se realizó un esfuerzo masivo para limpiar la isla Campbell de ratas y otras plagas, y en el año 2004, se liberaron 50 cercetas Campbell allí, lo que marcó el regreso de la especie tras una ausencia de casi 100 años. Aunque permanece en la lista de especies en riesgo de extinción, el regreso a su isla de origen ofrece una enorme promesa para la especie. El avestruz mide hasta tres metros y pesa unos 180 kilogramos, habita en África y suplumaje es de color negro o gris según si es macho o hembra. Se alimenta de vegetales, flores y frutos, no posee dientes y, en algunos casos, puede ‘llenar’ su dieta con minerales, rocas o piedras.
Por poner un ejemplo, los diferentes pingüinos, como el pingüino de Magallanes o el pingüino de El Cabo, han visto modificadas sus alas de manera tal que se asemejan (en forma, como en función) a las aletas de los peces y mamíferos marinos. Los investigadores creen que es esta combinación particular de genes mutados la que creó alas mucho más cortas y huesos del pecho más pequeños, lo que despojó al ave de su capacidad para volar. El cormorán no volador pertence a las aves mucho más raras del mundo, en parte porque se encuentra solo en dos islas de Galápagos.
