Hace no bastante tenía un trabajo de psicóloga con una asociación de afectados de una enfermedad crónica. Fue la mejor manera de que se comprendiera bien la intención de los mismos. En el momento en que el líder de los gansos se cansa, se pasa a uno de los puestos de atrás y otro ganso toma su lugar. El vuelo de los gansos y su estructura en «V» no solo es solidaria e integradora de todos y cada uno de los individuos, sino que además de esto es mucho más eficaz porque la unión hace la fuerza en todos los reinos de la Naturaleza, y nosotros somos uno mucho más. Ya que en un caso así se trata de ver al Cielo, pero no para inspirarnos en los grandes Profesores Espirituales, sino más bien en los humildes gansos cuya estructura social es digna de admiración y también intento de imitación desde nuestro lugar.
La ciencia ha descubierto que los gansos vuelan formando una V pues cada pájaro bate sus alas generando un movimiento en el aire que ayuda al ganso que va detrás de él. Volando en V la banda completa aumenta en torno a un 71% más su poder de vuelo, a diferencia del vuelo en solitario. “Los complicados mecanismos que intervienen en el vuelo en V detallan la increíble capacidad y conciencia de las aves para responder al aleteo de los compañeros más próximos de la bandada. Los pájaros semejan haber creado complicadas estrategias de fase para aprovechar la activa de la estela producida por las alas en movimiento”, explica Steven Portugal, del Royal Veterinary College y primordial responsable del estudio. Este centro de la Universidad de Londres ahora había usado tecnologías similares para enseñar de qué forma caza el animal terrestre más veloz de todo el mundo. La próxima temporada en el momento en que veas emigrar a los gansos dirigiéndose a un lugar más calido para pasar el invierno.
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Una Investigación Europea Demuestra Que Cuantas Más Aves Observamos, Mayor Satisfacción Escencial Sentimos
Hay una leyenda sin pruebas reales que dice que, a lo largo de la II Guerra Mundial, los bombarderos socios descubrieron que ahorraban combustible al volar en V. Años más tarde, la ingeniería aeronáutica confirmó las virtudes de esta capacitación. Pero las aves migratorias ya venían haciéndolo bastante antes que los humanos soñaran incluso con volar. En este momento, una investigación revela de qué forma los pájaros aprovechan las leyes de la física en su beneficio. Cuando un ganso sale de la capacitación… Siente la resistencia del aire y la dificultad de volar solo. Semeja que en el momento en que compartimos una dirección común y poseemos sentido de red social tenemos la posibilidad de llegar donde queremos de una forma mucho más rápida y fácil. Develado el secreto de la formación en V, aún quedan otros muchos por descubrir.
En Barcelona se puede llegar a gozar de halcón peregrino”, asegura Cristina Sánchez, que ten en cuenta que hace poco se ha anunciado un Atles dels ocells nidificants de Barcelona (Ed. UB), que describe a mucho más de ochenta especies. No hace falta ser ningún especialista para presenciar ese pequeño cambio de perspectiva y ver, si bien sea por unos minutos, el movimiento rítmico de la naturaleza y de sus distintas criaturas. Tomarse el tiempo para prestar atención, para estar (¿o ser?) en la naturaleza, siempre y en todo momento ayuda a sacarnos relevancia y a poner en perspectiva nuestros inconvenientes, sin importar lo más mínimo lo horribles que logren parecer. Están unidos tanto en los instantes de esfuerzo, como en los momentos de dificultad.
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Observemos primero, muy someramente, qué provoca que un ave vuele, ya que este va a ser el punto de partida sobre el que vamos a poder entender las virtudes de la formación en V. Cuando el líder de la banda se cansa, permite que otro tome su sitio y él se retrase a un espacio más cómodo. Mientras esos días llegan tenemos la posibilidad de ir preparándonos con alguna app que nos ayude a ir conociéndolos mejor.
Merece la pena pensar sobre la lección del vuelo de los gansos y sobre las perspectivas que nos abren si aplicásemos el sentido de la cooperación en vez de la competencia en nuestras vidas. Merece la pena pensar sobre la lección del vuelo de los gansos y sobre las perspectivas que se nos abren si aplicamos el sentido de la cooperación en vez de la rivalidad en nuestras vidas. Los gansos volando en capacitación graznan con frecuancia para ofrecer valor a los que van al frente, y para que no se distraigan de mantener la agilidad y el rumbo constantes.
Sin embargo el hombre, a pesar del conocimiento científico moderno y al desarrollo de paradigmas nuevos, no hemos logrado niveles de convivencia y paz social que si muestran los animales. La moraleja es que debemos regresar a los orígenes a los fundamentos, para partir de allí refundirnos dentro de valores que tengan como eje principal la solidaridad, el respeto por el derecho propio y el ajeno. Contamos la obligación de iniciar el cambio individual y con el ejemplo trasladarlo a la sociedad, desde cualquier situación popular o económica donde nos desarrollemos, empezando por la familia. Con es actitud aplicada a la gestion pública mejoraremos bastante nuestro desempeño de servidores publicos. Las formaciones en V sirven para proteger energía, cada ave al batir sus alas produce una corriente en el aire que ayuda al que va detrás a ganar impulso y aumenta prácticamente al doble su aptitud de vuelo, en comparación con una que vuela sola.
No es ninguna novedad, sino algo de lo que avisan desde hace décadas distintos observadores de todo el mundo, que la variedad biológica de la Tierra está tolerando un declive dramático en estos instantes. Escuchar a los pájaros, observarlos cuando salimos a dar un recorrido o, como yo hace un rato, descubrirlos en mitad de un jardín prestado, nos ancla a la tierra y nos asiste a estar más presentes y menos perdidos en nuestros pensamientos. Me siento cerca del árbol unos minutos, de manera cuidadosa de no asustarlo, y observo los pequeños movimientos de su cabeza, lo bastante que abre el pico en el momento en que canta, como hacen los buenos cantantes de ópera. Me hago una pregunta qué va a sentir posado en su rama, observándolo todo desde arriba, con la seguridad de que en cualquier momento puede echar a volar con rumbo a otro árbol, a otra rama, a otro cielo.
