El primer alimento que reciben las crías de los mamíferos es siempre la leche de la madre, que obtienen por medio de las mamas. Esta leche es rica en grasas, hidratos de carbono, minerales y proteínas que el recién nacido necesita para crecer en su primera etapa de vida. La fecundación en los mamíferos es siempre y en todo momento interna, probablemente como una consecuencia de la mayoritaria vida terrestre que tienen.
Por ende, se dice frecuentemente que los órganos rudimentarios en el adulto han preservado su estado embrionario. Como disponemos pruebas concluyentes de que las etnias de la paloma han descendido de una sola clase salvaje, comparé los pichones a las doce horas de haber salido del huevo. Medí cuidadosamente las proporciones -aunque no se darán aquí con detalle- del pico, anchura de la boca, largo del orificio nasal y del párpado, tamaño de los pies y longitud de las patas en la especie madre salvaje, buchonas, colipavos,runts, barbs, dragons, mensajeras inglesas y volteadoras. Ciertos puntos diferenciales propios -por poner un ejemplo, el de la anchura de la boca- apenas podían descubrirse en los pichones; pero hubo una excepción destacable de esta regla, pues los pichones de la volteadora, de cara corta, se diferenciaban de los pichones de la paloma silvestre y de las otras castas prácticamente exactamente en las mismas proporciones que en estado adulto.
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Reproducción De Los Mamíferos
Los órganos rudimentarios tienen la posibilidad de haber abortado por completo, y esto supone que en determinados animales o plantas faltan totalmente partes que la analogía nos llevaría a esperar encontrar en ellas y que accidentalmente se encuentran en individuos monstruosos. De esta manera, en la mayoría de las escrofulariáceas el quinto estambre está atrofiado por completo, y, no obstante, tenemos la posibilidad de colegir que existió en otro tiempo un quinto estambre; pues en muchas especies de la familia está un principio de él, y este principio a veces se desarrolla con perfección, como puede verse a veces en la boca del dragón. Al proseguir las homologías de un órgano alguno en diferentes seres de la clase, nada más común, ni mucho más útil para entender completamente las relaciones de los órganos, que el hallazgo de principios. Esto se manifiesta precisamente en los dibujos dados por Owen de los huesos de las patas del caballo, toro y rinoceronte.
Si suponemos que un remoto antepasado -el arquetipo, como puede llamársele- de todos los mamíferos, aves y reptiles tuvo sus miembros construidos según el plan actual, cualquiera que fuera el objetivo a fin de que sirviesen, tenemos la posibilidad de desde luego comprender toda la significación de la construcción homóloga de los miembros en toda la clase. Lo mismo sucede en los órganos bucales de los insectos; nos basta solo sospechar que su antepasado común tuvo un labio superior, mandíbulas y dos pares de maxilas, siendo estas partes quizá de forma sencillísima, y después la selección natural va a explicar la sin limites diversidad en la composición y funcionalidades de los aparatos bucales de los insectos. Sin embargo, es concebible que el plan general de un órgano pueda obscurecerse tanto que finalmente se pierda, por la reducción y, últimamente, por el aborto terminado de determinadas partes, por la fusión de otras y por la duplicación o multiplicación de otras; variantes estas que entendemos que están dentro de los límites de lo posible.
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El elefante africano tiene el embarazo mucho más largo, 22 meses. La segunda manera es la poliginandria en la que machos como hembras se aparean con varios individuos del otro sexo en una temporada de cría y es exclusiva de primates. La forma mucho más frecuente es la polignia, en la que un macho se puede aparear con varias hembras diferentes durante el mismo intérvalo de tiempo de tiempo.
La fecundación es externa; el macho se sitúa sobre la espalda de la hembra en una situación denominada amplexo. Ciertos de ellos croan, emiten sonidos para atraer a los individuos del sexo contrario o para alejara otros machos y beneficiar el apareamiento. Anfibio,significa \’doble vida\’, se refiere a que estos animales son los primeros vertebrados terrestres, pero todavía muy ligados al agua, tanto para reproducirse como para respirar y para sostener húmeda su fina piel. Tienen esqueleto cartilaginoso y escamas con dentículo.
Además, un órgano útil en algunas condiciones puede volverse perjudicial en otras, como las alas de los coleópteros que viven en islas pequeñas y expuestas a los vientos, y en un caso así la selección natural va a haber ayudado a la reducción del órgano hasta el momento en que se volvió inofensivo y rudimentario. Resulta conveniente advertir que en el momento en que se anunció por vez primera el destacable descubrimiento de Wagner me preguntaron de qué forma era posible argumentar el que la larva de este díptero hubiese conseguido la facultad de reproducirse asexualmente. Mientras que el caso fue único, no podía darse contestación alguna. Pero Grimm ha demostrado puesto que otro díptero, un Chironomus, se reproduce prácticamente del mismo modo, y cree que esto ocurre recurrentemente en el orden. Es la pupa, y no la larva, del Chironomus la que tiene esta facultad, y Grimm señala además que esta situación, hasta determinado punto, «une el de la Cecidomyia con la partenogénesis de los cóccidos»; ya que la palabra partenogénesis supone que las hembras adultas de los cóccidos son capaces de producir huevos fértiles sin el concurso del macho. De determinados animales correspondientes a distintas clases se sabe que tienen la capacitad de reproducirse del modo ordinario a una edad extraordinariamente temprana, y no poseemos mas que adelantar la reproducción partenogenésica por pasos graduales hasta una edad poco a poco más temprana -el Chironomus nos enseña un estado casi precisamente intermedio, el de pupa- y tenemos la posibilidad de quizá argumentar el caso fantástico de la Cecidomyia.
En ciertos conjuntos enteros de animales y en ciertos miembros de otros grupos ocurre de esta forma, y el feto en ningún periodo difiere mucho del adulto; de este modo, Owen, con lo que tiene relación a los cefalópodos, hizo observar que «no hay metamorfosis; el carácter de cefalópodo se manifiesta bastante antes que las unas partes del feto estén completas». Los moluscos terrestres y los crustáceos de agua dulce nacen con sus formas propias, mientras que los miembros marinos de estas dos grandes clases pasan en su avance por cambios considerables y a veces enormes. Las arañas experimentan solamente ninguna metamorfosis. Las larvas de la mayor parte de los insectos pasan por una fase vermiforme, ya sean activas y adaptadas a costumbres diversas, ya inactivas por estar ubicadas en medio de alimento conveniente o por ser alimentadas por sus progenitores; pero en un corto número de casos, como en el de los Aphis, si observamos los admirables dibujos del desarrollo de este insecto, dados por el profesor Huxley, solamente vemos ningún vestigio de la fase vermiforme. Tenemos la posibilidad de comprender por qué razón una especie, o un conjunto de especies, puede separarse de sus similares en varias de sus peculiaridades más importantes, y, sin embargo, puede clasificarse con seguridad junto con ellas.
