La Pechuga de Madera ha tenido a la industria avícola, así como a los usuarios de aves de corral, perplejos a lo largo de años. La pechuga de madera afecta a cerca del diez% de los pollos de todo el planeta. ¿Qué es precisamente lo que provoca que la carne se vuelva dura, granulada y desagradable? Hay teorías que señalan a que la manera en que criamos hoy día pollos más grandes y rápidos ayuda a ello.
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Los caldos se preparan más rápidos utilizando una cazuela exprés o rápida, se tarda la mitad de tiempo. Para elaborarlo comenzamos lavando las verduras y cortando en trozos gruesos. El día de hoy comparto esta receta pensando en los fritos chinos y los fideos salteados. ¿Te has fijado en algún momento en que el pollo de los salteados de tu restaurante chino preferido está impresionantemente tierno?
Pues bien, estamos aquí para decirte que ablandar el pollo no solo lo hace mucho más exquisito y tierno, sino que además es súper simple de realizar, ¡y tienes un par de opciones distintas! Ahora te vamos a explicar de qué forma ablandar el pollo con un mazo o con un exquisito adobo si no tienes un mazo a mano. Al final de cuenta, estamos deseoso por finalizar de cocinar para poder llevar la comida a la mesa y comer, y nos parece una de esas cosas que no son súper primordiales. En lo que se refiere a las herramientas, puedes usar un mazo para carne si tienes uno. Si no lo tiene, pruebe con un rodillo, la parte de atrás de una sartén o aun el fondo de un tarro de cristal, en dependencia del tamaño del pollo. Envuelve las pechugas en papel de plástico o de cera y machácalas hasta el momento en que todos los trozos tengan un espesor traje.
Coloca el pollo deshuesado encima del envoltorio de plástico y, a continuación, pone otro trozo de envoltorio de plástico encima. Presione el envoltorio de plástico alrededor de los bordes del pollo para comprimirlo. Ahora, golpea suavemente cada sección de la carne con un mazo ablandador a lo largo de 30 segundos. Esto va a romper las fibras de la carne, lo que va a hacer que el pollo esté considerablemente más tierno cuando lo cocine. Por último, quita el envoltorio de plástico y condimenta o corta el pollo antes de cocinarlo.
En cambio, lo que no se debe llevar a cabo es salar la carne inmediatamente antes de cocinarla por las razones que les explicábamos cuando charlamos de de qué forma eludir que la carne suelte agua al cocinarla. Otra alternativa serían los utensilios para ablandar la carne que no modifican su gusto natural, aunque causan grietas en su superficie. En este post te ofrecemos varios trucos a fin de que aprendas de qué forma ablandar la carne y la disfrutes siempre y en todo momento tierna y exquisita.
Ten presente que cuanto mucho más vieja o dura sea la carne, mucho más tiempo vas a deber ablandarla antes de cocinarla. Si tienes un pollo de calidad recién cortado, no necesitas ablandarlo todo. Para obtener consejos sobre de qué manera ablandar la carne oscura frente a la carne de la pechuga, lea el producto. Desgraciadamente, la mayoría de los métodos de cocción generan una carne increíblemente seca en el momento en que el pollo se cocina lo bastante para que quede tierno. Al hervir un pollo se obtiene una carne muy húmeda, tierna y exquisita que se puede separar fácilmente del hueso para comerla sola o usarla en ensaladas, platos de pasta y rellenos. La mayor parte de los pollos enteros se ablandan absolutamente en precisamente una hora a fuego medio-bajo.
La carne debe separarse fácilmente del hueso cuando el pollo esté completamente tierno. Verter el caldo en un recipiente, emplear un colador para evitar queden restos de la carcasa de pollo de las verduras. Colocarlo en botes para congelar o en la cubitera de hielos si quieres tener porciones para añadir a guisos o sopas. Otro procedimiento que se emplea desde hace tiempo son las salmueras y las salazones, puesto que la sal relaja las proteínas de la carne y la ablanda. Para emplear este truco basta con cubrir la carne por ambos lados con sal gruesa y dejarla reposar durante un período corto de tiempo . Pasado este tiempo, hay que enjuagar bien la carne y secarla antes de cocinarla.
Este segundo truco supone previsión, pero si quieres asegurarte de que la carne esté tierna es la opción mejor. De esta forma conserva mejor su jugo, que es la fuente de gusto, y deja que su textura sea mucho más tierna y blanda.
