Si ha llegado a convivir con su colonia, va a ser muy difícil ganar su confianza. Si bien no te aconsejamos aproximarte, la actitud de las gallinas al aproximarte a su nido desvelará si están en cloquera. No obstante, también pueden estar en un estado de alarma excesivo.
En este primer paso podemos conseguir o crear una jaula o corral estimando que el pollito va a crecer. En ocasiones las gallinas podrán confundirte con un gallo y se aplanarán sobre el suelo en previsión del acto de la cópula. Si esto sucede, no debes asustarte, pero mira bien que no haya ninguna herida.
La posición de las gallinas cluecas es inconfundible, ya que estas tienden a aplanarse tal y como si estuviesen derretidas. Al echarse, procurarán cubrir el máximo espacio viable para contemplar todos sus huevos y así proporcionarles el calor que necesitan para su avance. Por el lado contrario, cuando la gallina esté incubando, no tendrá prácticamente deposiciones, puesto que no saldrá del nido para comer. En ambos casos, hay que a cambios de metabolismo motivados por la aparición repentina del instinto maternal. Por supuesto, lo mejor es que limpies el terreno una vez que hagan sus pretensiones para eludir un ámbito fétido.
A veces, las gallinas tienen la posibilidad de obsesionarse un tanto y llegan a lesionarse. Ten presente que el plumaje es un aislante, con lo que no van a tener reparo en arrancárselo si eso les permite incubar bien a sus crías. Con esto no nos referimos a que vayan a atacarte salvajemente, sino más bien a que procurarán mantenerte distanciado de su nido. Ten en cuenta que están sintiendo la llamada de su instinto maternal, por lo que resguardarán a sus crías en frente de cualquier persona que pretenda quitárselas.
La gallina necesita un espacio al aire libre donde moverse, así como un espacio cerrado en forma de pequeño cobertizo para protegerse y poner huevos. No es aconsejable que la dejes deambular en el interior de la casa ya que lo mucho más probable es que lo deje todo perdido con sus excrementos. Para incubar a los pollitos, lo mejor es darles un espacio seguro al que no lleguen otras aves ni afecten las inclemencias atmosféricas. Ten en cuenta que los huevos son muy frágiles, pero más aún lo son los pollos recién nacidos. Ten en cuenta que, tras explotar los huevos, las crías pierden la protección física y quedan a merced del exterior.
Al separar al pollito de su madre, este nos reconocerá a nosotros como mamá, espera que lo empollemos y que le mostremos lo que puede comer y lo que no. Asimismo es conveniente asistir a una forrajearía o centro veterinario dónde obtener el forraje para aves. Es esencial tener en cuenta que esta nutrición no sea de engorde , ya que tienen hormonas que aceleraran su crecimiento. A lo largo de los primeros días el pollito es posible que no coma nada. Cuando nacen estos tienen unas reservas de alimento que les puede durar de 2 a tres días. En cambio es esencial que siempre y en todo momento tengan un cuenco con agua y aprendan dónde está.
Si son gallos, además de despertarte muy temprano con su canto, puedes cruzarlos para tener más pollos. Para comprender si un pollito es macho o hembra, lo mucho más confiable es un test de ADN. En sexadodeaves se efectúan análisis de ADN para saber el sexo de tu ave, de un modo rápido y económico. No debemos olvidar que las gallinas, como mamás, buscan proteger a sus polluelos desde aun antes de que nazcan. Obviamente, sus pequeños pollitos son muy débiles en un corral lleno de animales.
Es difícil, pero en ese caso reconocería la tuya como su clase. Te reconocería como madre y tendrías, por tanto, ese fuerte vínculo. Sin embargo, lo más habitual es adoptarla al día después de nacer. En este caso no os reconoce como madre pero sí os identifica como la misma especie.
Y es que Hortensia no es un perro ni un gato, es una gallina. «Si bien me critiquen, no me importa. Yo amo a todos animales», rezaba el comentario con el que acompañaba la curiosa imagen. Cada vez se hace más habitual adoptar este animal como compañero de hogar, mucho más allá de su labor ponedora, fundamento por el que era frecuente tener gallinas en el hogar.
