Como Se Ase Caldo De Gallina

Y una vez hecho el caldo, la gallina se utilizaba para elaborar croquetas o rellenos. El caldo de gallina es una receta fácil y económica. Todo un tradicional en los hogares, en especial en los meses de más frío. Un plato que las abuelas utilizaban para sanar los catarros invernales y para calentar los estómagos, y que hoy se ha convertido en toda una delicia culinaria.

Ya que bien, este caldo que el día de hoy les traigo es lo mucho más sencillo del mundo, de esos que le echas todo en la cazuela y que trabaje y haga su magia de manera lenta. El caldo de gallina es un básico en nuestro “fondo de armario” de recetas. Ideal para tener listo como un primero calentito durante el invierno, o para tomar algo reconfortante antes de una ensalada fría en nuestras cenas de primavera. Acompañadlo de unos ricos y crujientes picatostes de pan de pueblo. Una vez que tengamos todo cocido, se cuela y se sirve con fideos, la verdura y la carne picadas, tostones de pan frito, o simplemente en tazas de consomé como caldo.

Lavar el puerro y echarlo entero, sin trocear y a la olla. Mondar las zanahorias y echarlas enteras, al igual que la cebolla o cebolleta. Poner dentro de la olla la gallina, la panceta, el trozo de pie de cerdo y el hueso salado. Si lo hacemos en la cazuela exprés rápida, vamos a poner únicamente un litro y medio de agua, cerraremos y vamos a dejar cocer desde el instante en que sube la presión a lo largo de veinte minutos precisamente.

Su carne es mucho más oscura que la del pollo, es menos tierna y el gusto es mucho más pronunciado. Poner unos tres litros de agua en una olla grande. Lavar el puerro y echarlo entero, sin trocear y a la cazuela. Pelar las zanahorias y echarlas enteras, de exactamente la misma la cebolla o cebolleta. Poner unos tres litros de agua en una cazuela grande.

Soy de Perú y me encanta cocinar, estoy feliz de compartir con todos ustedes los misterios que he aprendido de la cocina peruana. Transcurrido el tiempo de la olla, apagar el fuego y deja reposar por lo menos 40 minutos. A Diana Cordero le encantará ver de qué manera quedó.

El caldo de las parturientas más especial y que bien sienta. Recuerdo mi llegada a casa, destemplada, con el subidón de la leche y tomarme aquel caldito me devolvió a la vida. Aprende a cocinar con tu olla de cocción lenta, sácale todo el partido y come sano y exquisito. Mondar la patata, trocearla y echarla también en el caldo. Llevar a ebullición y espumar el caldo de impurezas con un cazo o espumadera.

Removeremos ocasionalmente, vigilando que no se quede sin agua. En mi casa, de pequeña, la sopa se tomaba casi todos los días, singularmente en los meses de invierno. En los pucheros siempre había cocinándose caldo de gallina, que era la base para llevar a cabo un montón de platos que necesitaban caldo casero.

Y una vez hecho el caldo, la gallina se empleaba para realizar croquetas o rellenos. Los clásicos jamás mueren, y esta sopa de pollo con fideos es un caso de muestra evidente de esto. En el momento en que comience a hervir retiramos con una cuchara los restos que ha soltado la gallina. Después, agregamos las verduras, todas y cada una limpias y troceadas. Dejamos la cazuela a fuego lento, unas dos horas y media, para que el caldo se vaya haciendo despacio.

Comenzaremos poniendo los garbanzos secos a remojo la noche anterior. Los caldos se preparan mucho más rápidos utilizando una cazuela exprés o rápida, se tarda la mitad de tiempo. Para elaborarlo empezamos lavando las verduras y cortando en trozos gruesos. Antes de servirlo en la mesa corregir y sal y añadir los fideos, que van a estar preparados en unos tres minutos.

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