El fundamento podría ser que hay otro loro o ave en su jaula y no es bienvenido, o que cree que le has retirado su comida o cualquier otra situación que modifique su rutina y que pueda generar en él la necesidad de defensa de lo que considera suyo. Las aves no tiene cuerdas vocales para producir sonidos, si no que tienen un aparato llamado siringe situado en el cuello de las aves (en la base de la tráquea). Cuanto mayor sea la cantidad de músculos y aros cartilaginosos que estén relacionados con la siringe más complejo puede ser el sonido emitido por el ave. Los loros son entre las especies de aves mucho más bellas e inteligentes. Estas coloridas aves se conocen comúnmente por su aptitud de imitar el habla, pero esa no es la única manera en la que se comunican.
Y la web no se irritará por el hecho de que preguntes una y otra vez cómo suena el canto del pinzón. Recuerda, sin embargo, que los sonidos de la web son únicamente un ejemplo de un individuo. De todos modos, los sonidos varían sutilmente de un ave a otra, por lo que no debes fijarte demasiado en las pequeñas diferencias que escuchas entre los ejemplos de sonidos de la web y el pájaro de tu jardín o del bosque. De este forma, los autores hallaron que todas y cada una de las aves, tanto practicantes como no practicantes, se habían habituado al sonido externo repetido, sin importar lo más mínimo si provenía de su propia clase o de una clase diferente. Un descubrimiento que indica un nivel de aprendizaje innato conocido como habituación, que podría ayudar a los animales a distinguir entre los diversos tipos de llamadas.
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Una Base Vocal Antes Que Nazcan
En verdad, la manera en la que se relacionan entre ellos y también con sus compañeros humanos es con el lenguaje corporal. Y, aunque no lo parezca, es bastante complejo, pero también es muy sutil. Los ejemplares de Indicator indicator -nombre científico de estas aves- revolotean de árbol en árbol para señalar a los humanos dónde se ocultan las colmenas.
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Animales En Peligro De Extinción
Oír a otras especies de aves puede ayudar a integrar nuevos sonidos al canto propio de cada especie. Los sonidos vocales se tienen la posibilidad de clasificar en llamadas, que son sonidos cortos y repetitivos que comunmente se usa para comunicación entre miembros del conjunto de una misma clase, así sea de saludo o observación. Pero estos sonidos de advertencia no solo tienen la posibilidad de ser interpretados por los miembros de una misma clase, otros géneros de aves e inclusive mamíferos han evolucionado para comprender que cierto género de sonido por parte de una especie significa que un depredador está cerca. Las aves no cuentan con una laringe ni con cuerdas vocales para producir sonidos y entonar, sino es la siringe (órgano similar a un globo en la tráquea) y dos membranas conectadas a ella las que les permite variar el timbre de su canto. O sea, los embriones ya son capaces de procesar el lenguaje propio de su especie. Por último, existen aves que efectúan composiciones libres, pero no tan libres que no permita a las hembras reconocerlo.
En el campo abierto, las aves pueden permitirse emplear sonidos rápidos. Al repetir cada elemento del canto un par de veces y al cantar a gran velocidad, el receptor oirá la mayor parte del canto, aunque el viento o el movimiento del aire destruya ciertos pasajes. En un bosque, los árboles y sus hojas mitigan y expanden el sonido. Es más, en el bosque se genera frecuentemente el fenómeno del eco, y este efecto provoca que las cadenas veloces de sonidos se fusionen y, como consecuencia, el receptor es inútil de distinguirlos. Debido a esto, las aves de los bosques con frecuencia evitan los pasajes veloces en su canto.
El canto es de manera frecuente melodioso, y puede ser largo o repetitivo. Comunmente, el macho ejecuta el canto para marcar y proteger el territorio, y para atraer a una o mucho más hembras. De cuando en cuando, el canto se intensifica con una exhibición combinada donde el ave agita las alas o canta en el llamado vuelo de canto. Algunas especies son buenas imitando, y tienen la capacidad de añadir todo tipo de sonidos de su entorno o simular el canto de otros pájaros. Algunas aves repiten el mismo verso una u otra vez, mientras que otras componen largos y variados cuadros sonoros. El triguero, el escribano cerillo, el pinzón vulgar, el mosquitero musical y muchas otras especies entonan cantos cortos de 2-3 segundos.
Para advertir a los pájaros cantores de este conjunto, es necesario investigar la longitud, tono, tempo y timbre de la canción. Cantar por la mañana es lo destacado y, cuanto mucho más temprano, mucho más favorable. Antes de que nos hayamos levantado de la cama, las aves están en su instante mucho más activo en lo relacionado al canto. La humedad relativa es achicada, la temperatura es baja y comunmente el viento es despacio, todo lo cual se suma para ofrecer unas condiciones inmejorables para el sonido.
