Hace unos millones de años se comenzó a desarrollar vida en la Tierra, con apariencia de organismos unicelulares, populares como procariontes, a partir de moléculas orgánicas formadas por síntesis en las aguas. En un caso así, las alas se forman por la expansión de una membrana de piel que se extiende por el costado del animal, y a lo largo de la cara interna del brazo y el antebrazo, hasta el extremo del último dedo, dejando libre el resto de los dedos de la mano. La única excepción es el ala de los insectos, que además, fue el primer conjunto en desarrollar estas construcciones. La clasificación común y habitual que puede ser útil para lograr agrupar y también detectar a estos animales, especialmente a las aves modernas, según lo que se considera por varios especialistas, se integran en el grupo de los tetrápodos , de raza Sauropsida, correspondiente a la subclase Diapsida, Infraclase Archosauromorpha, para por último incorporarlos en el lado de los Arcosaurios Archosauria. Por otro lado, tanto el accionar como la parte biológica de los dinosaurios dejan evidencias sobre el origen de las aves, puesto que los dos generan una suerte de tejido abundante en calcio que los ayuda a generar la cáscara de sus huevos. Se puede destacar que existe una relación considerablemente más fuerte entre los dinosaurios y las aves si prestamos especial atención a su esqueleto, ya que en su mayoría el sistema óseo tiene similitudes, singularmente en áreas como la quilla que es imprescindible en las aves.
De esa forma, las diferentes especies de dinosaurios comenzaron a presenciar con distintos comportamientos para desplazarse en el aire, utilizando distintas formas aerodinámicas y arreglos de plumas, hasta el momento en que al final sólo sobrevivieron las aves modernas. Brusatte ha señalado que una cantidad enorme de fósiles hallados en China a finales de los 90, con meticulosos datos de plumas y otros tejidos blandos, en el momento en que se ponen juntos en un árbol genealógico, prueban que «muchos elementos anatómicos del aparato volador de los pájaros modernos evolucionaron de a poco en los dinosaurios durante decenas y decenas de millones de años por razones ajenas al vuelo». Estaba claro que tenía que ver con un dinosaurio, armado con una dentadura aserrada y puntiaguda, caracteristica de un carnívoro, y de una larga cola que no dejaba sombra de duda acerca de su cercano vínculo con el maligno Velociraptor de Parque Jurásico. No obstante, este espécimen chino difería de otros dinosaurios en algunas especificaciones relevantes. Sus huesos eran livianos y huecos, las patas largas y esbeltas como las de una garza y el cuerpo se encontraba cubierto con plumas de distintos tipos, entre ellas las de los brazos, que eran grandes, tenían raquis y se superponían unas con otras para formar alas. El origen de las aves se encuentra originariamente en un clado de dinosaurios llamado manirraptores (verdaderamente, “manos de ladrón”).
Contenido de la Página
Seguridad Anatómica En La Evolución De Las Aves
En taxonomía, se denomina clado a un conjunto de organismos que entiende a un antepasado común y a todas y cada una de las especies que descienden de él, tomando como referencia uno o múltiples rasgos evolutivos propios. En el caso de los manirraptores estos rasgos son, principalmente si bien no únicamente, antebrazos y dedos alargados, aparición de un hueso de la muñeca de forma semilunar y la presencia de plumas ahora complejas en brazos y cola. A ese respecto, añade que las plumas surgieron como filamentos parecidos a pelos, que adquirieron los primeros dinosaurios, lo mucho más probable, para protegerse de la insolación, por camuflaje, razones ornamentales o por algo absolutamente distinto. Además, el desarrollo en sí de las pluma apunta «poca claridad» sobre qué dinosaurios podía volar verdaderamente.
Aparte de los aspectos que las facultan para volar, su metabolismo les deja medrar con suma rapidez y su voluminoso cerebro las dota de una inteligencia y unos sentidos aguzados. Son tan diferentes, que sus orígenes han despertado la curiosidad de los naturalistas desde hace un tiempo. El nacimiento de las aves fue un proceso gradual, pero se tienen la posibilidad de entablar algunos hitos en ese largo camino. Para representar los 4600 millones de años de historia de la Tierra en él basta una simple operación aritmética. Se dieron a conocer los anfibios , que habían desarrollado la cualidad de poner huevos, pero siempre y en todo momento en el agua.
El Fósil De Dinosaurio Y La Evolución De Las Aves
La cantidad de especies de aves en el comienzo de la era del Pleistoceno pudo ser de hasta 21 mil, no obstante, por los distintos cambios de climas, las formaciones de glaciares y los intercambios de faunas entre algunos continentes, este número de aves se redujo hasta prácticamente la mitad. Además se han realizado estudios a fósiles de aves de la prehistoria que proceden de distintas especies, lo que ha podido detallar que la extinción de estas fue de forma imprevisible. En la actualidad existe el acuerdo de que la evolución de las aves se produjo de un dinosaurio terópodo de pequeño tamaño y que eran carnívoros, aparte de que se piensa que esto fue en algún instante del Jurásico medio, hace aproximadamente más de 150 millones de años. ¿O estos nuevos grupos se forjaron poco a poco, conforme los animales se amoldaron a los cambios ambientales en el decurso de millones de años? Zhenyuanlong y los demás fósiles de Liaoning, amén de otros hallados en otros lugares, empiezan a sugerir respuestas.
Los científicos han predeterminado unas épocas diferenciadas por los acontecimientos geológicos que sucedieron en cada una de ellas, las eras. Por su parte, éstas se dividen en períodos, acotados por cambios en la flora y la fauna. Vamos a imaginar la duración del tiempo geológico y hacernos un concepto de la duración de esta unidad, construyendo un calendario a escala de la edad de la Tierra. Insectos, aves, murciélagos… las alas han aparecido cuando menos cinco ocasiones durante la historia evolutiva. Las aves tienen un hueso pectoral llamado fúrcula que también tenían los dinosaurios, incluso los que guardan un menor vínculo con los pájaros.
De esta manera lo sugiere una exclusiva investigación apuntada por la Facultad de Bristol, publicada en la revista Trends in Ecology & Evolution, que combina nueva información de paleontología y biología del avance molecular. El estudio aplicó nuevos métodos numéricos que dejan calcular la tasa de evolución de las características diferentes a través de un árbol de la evolución general, e detectar donde se produjeron las detonaciones de rápida evolución . El estudio aplicó nuevos métodos que permitieron calcular la tasa de evolución de las características diferentes a través de un árbol de la evolución general. Científicos de la Facultad de Bristol han descubierto que el vuelo de las aves llegó a través de múltiples pasos evolutivos. Intento divulgar sobre ciencia y naturaleza mientras que lucho férreamente contra las pseudociencias y el pensamiento mágico.
En cambio, añade que una comprensión de la biomecánica «es clave para determinar con precisión qué especies podían alzar el vuelo agitándose o deslizándose». En la época del periodo jurásico, la evolución ahora comenzaba a hacer nuevos ensayos de vuelo. Uno de ellos fue el de los escansoriopterígidos, unos dinosaurios emplumados, con el hueso de la cola corto y cuatro plumas largas en su radical, que tenían unos cuantos alas realmente extrañas. A fines del período triásico, hace unos 228 millones de años, un nuevo conjunto de animales aprende a volar.
