Decenas y decenas de familias condenadas a vivir inmersas en la incertidumbre y la exclusión social. Desde este martes, el Municipio de Madrid comenzará su derribo. Más de 85 vecinos de \’El Gallinero\’ van a ser realojados por un tiempo en casas de alquiler, hospedajes compartidos o centros de acogida.
Si bien aún sean realidades separadas por un abismo, absolutamente nadie puede negar que el submundo de El Gallinero está a solo doce km de Sol. El poblado chabolista de El Gallinero, donde viven 72 familias de gitanos rumanos, se vestirá este sábado, 1 de junio, de celebración para «dignificar con personas sitios impropios» mediante talleres, cuentacuentos, juegos y música en vivo.
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Pobladores De El Gallinero
Condenados al olvido social y también institucionalDesde su creación en 1998, el Centro de Realojamiento e Integración Popular , ligado de la Red social de La capital de españa, ha realojado a unas 1.300 personas con dificultades en casas de mejor calidad. No obstante, los recortes presupuestarios han relegado a los chabolistas a un segundo plano. La disminución de la plantilla en el IRIS, así como la privatización de algunos servicios sociales, ha hecho que la calidad en la asistencia se vea mermada.
Estas familias serán realojadas en viviendas o hospedajes compartidos, en centros de acogida o en casas compartidas y supervisadas que se ubican en varios distritos de la ciudad de La capital de españa. Las necesidades de los voluntarios del poblado dicen ampararse en la legislación en todo el mundo en materia de derechos humanos y en las demandas de organizaciones como Amnistía En todo el mundo, Cruz Roja o Unicef. Achicar la distancia social que separa a los “excluidos” del resto de la sociedad madrileña.
El Gallinero, Un Submundo A 12 Km De Sol
Argumenta que “los derribamientos se hacen de manera forzada, sin negociación ni tiempo suficiente. Las reclamaciones de los propietarios son legítimas, pero no se pueden subordinar los derechos humanos a los intereses urbanísticos”. Pese al abismo social que existe entre los pobladores de El Gallinero y el “madrileño medio”, la distancia física es mínima.
Acepto que los datos que he proporcionado (con la salvedad del mail) se publicarán. Veo andar a Clementina, un tanto en cuesta, hacia el borde del descampado justo donde se supone que empieza la civilización, o acaba. Se ajusta el pañuelo de la cabeza, lamido a una pequeña coleta, para encarar la autovía en busca de un colectivo que la lleve al centro.
El Poblado Chabolista De \’el Gallinero\’ Va A Desaparecer Esta Próxima Semana Tras Prácticamente 2 Décadas De «vergüenza» En Madrid
“El primero que te lúcida es un policía dando con una porra y diciendo que van a derribar tu casa. Los niños no solo no pueden ir al colegio sino que tienen que contemplar aterrorizados de qué manera destrozan sus hogares”, afirma Miguel Ángel Vázquez, voluntario en el poblado de El Gallinero. La cruel escena no corresponde a ningún país remoto sino a los límites municipales de La capital de españa. Allí habitan aproximadamente 350 personas de origen rumano, de las que más de 100 son menores.
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Las 25 Familias Que Habitaban El Barrio Van A Ser Realojadas En Distintos Distritos De La Ciudad Más Importante
Dicen estar ilusionados, si bien también reconocen sentir tristeza por dejar una zona a la que llegaron hace mucho más de una década. Voluntarios del asentamiento denuncian la política del Ayuntamiento, que pasa por el derribo de las viviendas sin realojo previo. Estas familias seránrealojadas en casas o alojamientoscompartidos, en centros de acogida o en casas compartidas y supervisadas que se ubican en múltiples distritos de Madrid.
En el acontecimiento participarán, entre otros colectivos, la Parroquia de San Carlos Borromeo y la de Santurrón Domingo de la Calzada. La autoconstrucción como alternativaLos voluntarios han presentado un plan alterno consistente en la autoconstrucción y autogestión de las viviendas. Para esto sería preciso la cesión de suelo público por la parte del Municipio de Madrid. “La experiencia en otros países demuestra que la autogestión es posible.
Después, el colectivo de las Mamás Contra la Sustancia cocinará una gran paella para comer, a la que se añadirá la comida típica rumana que las mujeres del poblado asimismo cocinarán. El Municipio de Madrid afirma que estas 25 familias entran en este momento en un proceso de integración y que les harán un rastreo en el transcurso de un año. Atrás dejan campos de juegos infestados de ratas y cuartos de baño a la intemperie.
En todas las concentraciones chabolistas se dan una secuencia de inconvenientes me da lo mismo si es de payos o es de gitanos, eso no significa que entre unos y otros no haya gente maravillosa y otra detestable o egoísta. Hay ropa tendida, alguna lavadora enchufada y enormes butacones viejos en las entradas de las viviendas.
