Siguió los pasos de su conciudadano Francisco de Asís, a quien había oído predicar en el momento en que ella tenía dieciséis años. Dos años después huyó de su casa y renunció a los permisos que le ofrecía su preclaro estirpe, sus riquezas y su gran hermosura. Escogió el penoso sendero de la pobreza, con la ilusión de conseguir un mundo mejor, bajo el lema emblemático de Paz y bien. Logró vender la lícita de sus padres cuyo importe repartió entre los necesitados.
Hay quienes aseguran que ha de ser la propia novia quien lleve los huevos y quienes dicen que ha de ser alguien próximo a los novios quien los ofrezca. En ciertos lugares se habla de una docena de huevos y en otros de un par de docenas, e inclusive de unidades impares .
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Todo Cuanto Tienes Que Saber Sobre La Magna Para Este Fin De Semana
El ‘món de la festa’ mira al cielo y reza para que la semana del 19 al 27 de marzo las lluvias no amarguen la Magdalena 2022, una de las más aguardadas tras dos años de parón por la pandemia. Y sucede que las previsiones metereológicaspara esa semana son todavía dudosas y existe el peligro de que la borrasca Celia, que amenaza con licuar las Fallas, se prolongue hasta las fiestas fundacionales de Castelló.
Era la de las niñas que llevan el nombre de Clara y que se presentaban a la Santa en alguno de sus monasterios, portando un cestillo con huevos. Informaban también las monjas de que no existía ninguna oración ad hoc, con texto predeterminado por la Orden que aludiera al buen tiempo.
¿Por Qué Se Llevan Huevos A Santa Clara Para Que No Llueva En Las Bodas?
En 1212 fundo la Orden de Clarisas o Damas pobres, bajo la regla y estatutos de San Francisco y fue la primera mujer que creó una regla monástica en la Edad Media. En el momento en que murió, en 1253, el Papa Inocencio IV asistió a sus funerales y un par de años después, Alejandro IV la canonizó. Fue patrona reconocida contra los asaltos de piratas, patrona también de los guardianes de faros, de los pescadores y de los nautas. Cristóbal Colón encomendó a las clarisas de Moguer el éxito en su compañía en 1492 y, a su regreso, les entregó exvotos traídos del Nuevo Mundo.
La juventud pide aprobar asignaturas concretas en sus estudios medios, expertos, y universitarios. A última hora se han incorporado los que procuran hallar el carnet de conducir con la ayuda de los rezos de las monjas… Las personas mayores se interesan más por buen tiempo para sus viajes y la optimización y curación de sus patologías. Clara de Agarráis es una santa muy atractiva, casi mítica, que ha llegado a nuestros días como la figura femenina más representativa de la vida contemplativa medieval.
En las cincuenta y tres comunidades de clarisas restantes, la tradición sobrevivía y todas y cada una coincidieron en que se había producido un incremento de ofrendas notable y progresivo en los 4 o cinco años anteriores. Las ofrendas de solo una docena de huevos de que charlaba Omaechevarría en el año 1970, únicamente se realizaban en tres o 4 conventos del País Vasco y Andalucía. Es una exclusiva generación de jóvenes clarisas franciscanas que no acepta la tradición meteorológica aneja a las ofrendas de huevos para hallar buen tiempo. Admiten y agradecen los huevos como “obsequio” porque –dicen- “les vienen realmente bien”.
Media hora después se encaminaron hacia el convento con una veintena de fanes. [newline]Allí fueron recibidos por entre las monjas del claustro, a la que ofrecieron 4 docenas. Recibir un correo electrónico con los siguientes comentarios a esta entrada. En otro de los monasterios, Santillana del Mar, están emplazados el Museo y el Archivo Diocesanos, con documentación eclesial muy enlazada a la historia del tiempo, Hay registros de celebración de rogativas, efemérides desastrosas, libros parroquiales, Diezmos, tazmías, etcétera … En los tres monasterios cántabros no solo preservan la tradición de que venimos hablando, sino la promueven en la medida de sus posibilidades.
Se envió en un inicio una simple encuesta a sesenta monasterios del territorio español, previamente elegidos, solicitándoles su colaboración. El cómo se debe llevar a cabo esta tradición difiere algo de un ubicación a otro en España.
Pero ojo, no solo las falleras son las únicas que procuran encomendarse a Santa Clara. Al sucederse las generaciones en el correr de los tiempos, las costumbres y tradiciones meteorológicas fueron desapareciendo o han evolucionado tanto, que prácticamente nos resultan irreconocibles. Es el caso de la antigua práctica de llevar la novia una docena de huevos a un convento de clarisas a fin de que no lloviese el día de su boda.
En ocasiones, las docenas eran de trece huevos y entonces se las llamaba docenas del clérigo o docenas del fraile. Como fuentes orales, se emplearon las entrevistas personales y telefónicas mantenidas con el resto de los sesenta monasterios escogidos, monasterios que habían favorito responder personal o por teléfono a la encuesta. En la selección de ciudades se aplicó, como técnica primordial, el muestreo proporcional, con objeto de obtener una mayor representatividad.
Aseguraban las religiosas que, en esencia, sus oraciones iban dirigidas a que se cumplieran los deseos de sus benefactores y, si el tiempo que se encargaba era para una boda, también encomendaban a Santa Clara la alegría y la lealtad de los contrayentes. Por norma general, en 1993, no había establecida una proporción de huevos fija, en relación esta de la generosidad de los donantes. Las familias acostumbraban a llevar de 2 a cinco docenas, pero si las ofrendas representaban a corporaciones o instituciones, se entregan diez, doce y hasta treinta docenas.
