Las Personas Igual Que Las Aves

En el estudio deHoy por Hoycon Macarena Berlín, esta mañana nos ha acompañado Arantxa Leal, bióloga y integrante correspondiente a la plataforma Seo/bird life. La profesional reconoce pasarse las veinticuatro horas del día pendiente de los pájaros, dice que su oído no es un oído favorecido sino habituado. Entre los temas que saca a colación de su expeciencia y conocimiento sobre este animal es las desaparición de la diferencia entre aves rurales y de localidad. Gracias a la pérdida de los hábitats, los pájaros están recurriendo a la ciudad para localizar rincón. Las lechuzas o las golondrinas son 2 de las especies que están desapareciendo por el abandono rural, muchas de sus poblaciones están reduciendo, incluso están cambiando de categoría.

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Hasta el momento los científicos pensaban que los cerebros de las aves era pequeños y primitivos, que eran puro instinto. Ahora las indagaciones sobre el lote y en laboratorios se han multiplicado, y no dejamos de sorprendernos. Hace unos diez años empezaron a aparecer estudios sobre la corneja de Nueva Caledonia que aseveraban que era con la capacidad de construir herramientas moldeando ramas. Te hemos mandado un e-mail a la dirección que nos has dado con un link de activación. «Mi investigación previo ha demostrado que las aves a veces asimismo hacen algo por sus semejantes», afirma Massen en un aviso. «El interrogante era, no obstante, si se trataba de un accionar \’instintivo\’ arraigado, o si este comportamiento es flexible, y si estas aves también podrían tener en cuenta la enorme necesidad del otro animal».

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Cerca de esta cuestión, Millás apunta que hablamos de un problema relacionado con la reducción de la biodiversidad, además de los pájaros se ha advertido en el último tiempo la desaparición de 150 especies. Las aves tienen mucho más células receptoras de luz que un humano, lo que resulta en una gran agudeza visual, que le deja, entre otras cosas, girar y mudar de dirección mientras que vuela, esquivar predadores o capturar presas. La visión nocturna está muy desarrollada, tanto en las especies de hábitos nocturnos como aquellas que tienen la costumbre de migrar tras el anochecer.

La ciencia recomienda que algunas especies de aves tienen vidas sociales prácticamente tan complicadas como las nuestras, y para eso se precisan habilidades mentales muy sofisticadas. Entonces, por servirnos de un ejemplo, el Chat de pecho amarillo masculino tiene un pecho amarillo , pero sus probables compañeros o oponentes también ven plumas ultravioletas en su pecho que lo distinguen de las hembras de la clase. La teoría se probó nuevamente en otro estudio en el que los científicos colocaron a Chats masculinos y femeninos taxidermizados en la naturaleza para ver cómo reaccionarían sus contrapartes vivas.

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Algo que asimismo destaca en la mayor parte de las aves es que tienen retinas enormemente sensibles a los colores, lo que le deja, a ciertos ejemplares como el colibrí, advertir la luz ultravioleta. Las urracas de alas azules son más propensas a compartir comida como contestación a la mendicidad, pero resulta que incluso sin limosnear, las urracas comparten comida con sus congéneres que son menos afortunados. Esto exhibe que las urracas de alas azules verdaderamente tienen la posibilidad de notar la necesidad de los demás, aun sin un accionar de mendicidad. Algo que ha llamado la atención sobre las aves, es que a pesar de tener pocas papilas gustativas en la lengua, se piensa que reciben suficiente información para identificar los diferentes sabores. El sentido del gusto, les va a aceptar valorar la composición química del alimento, provocando reacciones de aceptación o rechazo, a manera de garantizar la ingestión de nutrientes, en vez de sustancias toxicas o venenosas.

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Los hombres se sostuvieron fieles a su naturaleza territorial y atacaron a los Chats masculinos disecados e intentaron ganarse a las hembras taxidermizadas. Para investigar la prosocialidad en las aves, Massen sometió a urracas de alas azules a un experimento. Le dio a una urraca de alas azules una gran cantidad de gusanos de la harina, un manjar para estas aves, las otras urracas asimismo tuvieron acceso a los vermes de la harina o no han recibido nada en lo más mínimo. La urraca luego tuvo la oportunidad de comunicar la porción de vermes de la harina con sus congéneres a través de una malla de alambre. Se dan cuenta de la proporción de comida de otras y después la comparten con las que no la lograron.

«Parecen tener en cuenta la perspectiva del otro en su resolución y, en consecuencia, semejan mostrar simpatía», ha dicho el biólogo Jorg Massen, de Utrecht, en un ensayo con urracas de alas azules. Publicó sus hallazgos junto con colegas de la Universidad de Viena y la Universidad Sueca de Lund en Scientific Reports. Juan José Millás y Arantxa Leal exponen algunos de los puntos con relación al accionar de los pájaros.

Los estorninos, por servirnos de un ejemplo, son los personajes principales de esas tumultarias bandadas que crean sensacionales formas en su movimiento.

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