Como La Gallina Cuida A Sus Polluelos Biblia

Ella se turbó grandemente dadas estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquel. Al cumplirse los días de su servicio en el templo, volvió a casa. No tenían hijos, por el hecho de que Isabel era estéril, y los dos eran de edad avanzada.

En el momento en que se acercaba a la puerta de la región, resultó que sacaban a enterrar a un fallecido, hijo único de su madre, que era viuda; y un gentío considerable de la región la acompañaba. Un sábado, iba él caminando por medio de un sembrado y sus discípulos arrancaban y comían espigas, frotándolas con las manos. Al ponerse el sol, todos cuantos tenían enfermos con diversas dolencias se los llevaban, y él, imponiendo las manos sobre cada uno de ellos, los iba curando. Y Jesús iba medrando en sabiduría, en estatura y en gracia frente Dios y ante los hombres.

Sin embargo, todos y cada uno de los hijos de la sabiduría le dieron la razón». En aquella hora curó a varios de anomalías de la salud, achaques y malos espíritus, y a varios ciegos les otorgó la visión. De ahí que tampoco me creí digno de venir a ti personalmente. Pues tiene afecto a nuestra gente y nos ha construido la sinagoga». Un centurión tenía enfermo, a puntito de morir, a un criado a quien estimaba bastante. El hombre bueno, de la amabilidad que atesora en su corazón saca el bien, y el que es malo, de la maldad saca el mal; porque de lo que rebosa el corazón charla la boca.

lo escabroso va a ser camino plano. Él bajó con ellos y fue a Nazaret y estaba sujeto a ellos. Sus padres acostumbraban a ir cada año a Jerusalén por la fiesta de la Pascua. El niño, por su parte, iba creciendo y robusteciéndose, lleno de sabiduría; y la felicidad de Dios se encontraba con él.

Si, pues, asimismo Satanás se ha dividido contra sí mismo, ¿de qué forma se mantendrá su reino? Ya que vosotros afirmáis que yo echo los diablos con el poder de Belzebú. Esta tenía una hermana llamada María, que, sentada junto a los pies del Señor, escuchaba su palabra.

Y el amo alabó al administrador injusto, porque había actuado con astucia. Precisamente, los hijos de este planeta son más taimados con su gente que los hijos de la luz. Al saltar a tierra, le salió al acercamiento desde la localidad un hombre poseído de diablos, que durante mucho tiempo no vestía ropa alguna ni moraba en el hogar, sino más bien en los sepulcros. Eso es lo que vuestros padres hacían con los falsos profetas. Alegraos ese día y saltad de gozo, por el hecho de que vuestra recompensa va a ser grande en el cielo.

Vendrá el señor de ese criado el día que no espera y a la hora que no sabe y lo castigará con rigor, y le va a hacer compartir la suerte de los que no son fieles. Vosotros estad como los hombres que esperan a que su señor vuelva de la boda, para abrirle apenas venga y llame. Todo el que diga una palabra contra el Hijo del hombre podrá ser perdonado, pero al que blasfeme contra el Espíritu Beato no se le excusará. Pero si uno me niega ante los hombres, será negado ante los ángeles de Dios.

Pero, si yo echo los demonios con el poder de Belzebú, nuestros hijos, ¿por arte de quién los echan? Si vosotros, pues, que sois pésimos, sabéis dar cosas buenas a nuestros hijos, ¿cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a los que le solicitan? Yendo ellos de camino, entró Jesús en una aldea, y una mujer llamada Marta lo recibió en su casa.

Bajo el sumo sacerdocio de Anás y Caifás, vino la palabra de Dios sobre Juan, hijo de Zacarías, en el desierto. Su padre y su madre estaban admirados con lo que se afirmaba del niño. Cuando se cumplieron los ocho días para circuncidar al niño, le pusieron por nombre Jesús, como lo había llamado el ángel antes de su concepción. El niño medraba y se robustecía en el espíritu, y vivía en lugares desiertos hasta los días de su manifestación a Israel. A una virgen desposada con un hombre llamado José, de la vivienda de David; el nombre de la virgen era María.

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