Como Leer Un Huevo De Gallina

Estos datos los podemos descubrir de forma fácil nosotros mismos leyendo el código impreso en la cáscara de los huevos y el etiquetado de la huevera. Si deseamos consumir huevos que proceden de gallinas criadas en las condiciones más dignas y además respaldar la producción ecológica, debemos buscar huevos con el código 0, que significa que surgen de gallinas libres y alimentadas a base de piensos ecológicos. En el envase de los huevos puedes encontrar asimismo referencias sanitarias del producto, tal como datos importantes tal y como si son refrescos, su caducidad, de qué manera preservarlos… Todo esto te ayudará a seleccionar mejor qué huevos comprar.

Eso sí, no hay que confundir el etiquetado de los huevos con la información del envase. Esta última se refiere a la identificación de la empresa productora, el código de embalaje, la categoría de calidad, la fecha de caducidad, el peso, recomendaciones de mantiene, etcétera., pero no hace alusión al sistema de producción del alimento. En el momento de conseguir huevos en una tienda de nutrición, tendemos a fijarnos solo en el envase o en el precio como único requisito para efectuar nuestra compra. El código que llevan impresos loshuevos nos ofrece mucha información útil a la hora de seleccionar nuestra compra, especialmente sobre las condiciones en las que vivían las gallinas que lo pusieron y el origen de exactamente los mismos.

El huevo pertence a los alimentos mucho más completos que hay, pese a esto, se cuestiona mucho su consumo, bastante, para mi gusto. Su proteína se considera la mejor de todas por enseñar todos y cada uno de los aminoácidos esenciales y está que se encuentra en una cantidad significativa (entre 7.5 y 8.8 g por unidad). Sí, aporta grasa, primordialmente saturada y colesterol, pero nada de que alarmarse si se tiene un estilo de vida saludable o si se está tratando de adelgazar, para compensarlo, se tienen la posibilidad de elaborar sin grasa o con una cucharadita de aceite de oliva. Prácticamente no aporta fibra y por esa razón se aconseja consumirlo acompañado de verdura o algún cereal integral. Al final, puede considerarse una aceptable fuente de vitaminas y minerales. Los números que prosiguen nos describen la provincia, el ayuntamiento y la granja en ese ayuntamiento donde fue producido el huevo.

Además de esto, estos números asimismo nos reportan sobre la localidad exacta de procedencia de los huevos. La numeración de los huevos nos indica de qué manera están las gallinas ponedoras en la granja de procedencia. Es decir, si estaba enjaulada, en el suelo o al aire libre, además también nos informan sobre la ciudad precisa de donde proceden. Aunque el código de los huevos pase inadvertido para bastantes de los consumidores, la información que dan es fundamental para conocer la calidad que tiene el huevo que van a consumir. Y es que, más allá de que los huevos comerciales han pasado controles estrictos de calidad, su naturaleza es distinta. Para entender dónde están estos códigos, solo tenemos que fijarnos en los números que llevan impresos los huevos.

Solo tienes que estudiar el concepto de los números impresos en su cáscara. El código de los huevos se refiere al modo de producción de exactamente los mismos y especifica las condiciones en las que se encuentran las gallinas ponedoras en su granja de procedencia. La numeración de los huevos señala, por servirnos de un ejemplo, si la gallina que lo ha producido estaba enjaulada, en suelo o en el campo.

El código de los huevos tiene dentro referencias útiles al modo de crianza de las gallinas ponedoras, tal como al origen de las granjas que generan los huevos, por lo que te dará pistas sobre la calidad del producto que quieres conseguir. ¿Te cuestiones de qué forma leer el código de los huevos para tener información más completa sobre lo que compras? Tras las dos letras que nos indican el país de procedencia, nos encontramos con cinco dígitos que nos indican la provincia (2 primeros dígitos) y el concejo (tres dígitos siguientes) en los cuáles tuvo la gallina el huevo.

Los últimos números del código del código de los huevos se refieren a la identificación de la granja en el municipio. En caso de ser una granja con varias manadas, el último dígito podría hacer referencia a la manada concreta. La numeración de los huevos nos da tanta información valiosa que, de ahora en adelante, por el momento no desearás comprarlos sin preguntar el significado de los números del código de los huevos. Si consumes de manera habitual productos ecológicos, los huevos derivados de esta clase de producción son los más adecuados para ti. Su sistema de producción es mucho más accesible con el medioambiente, así como con los animales.

El código de los huevos está impreso en la cáscara de cada uno. Ten precaución de no confundir la numeración de los huevos con la información del envase, pues esta última se refiere a la empresa productora, la categoría de calidad, la fecha de caducidad, etc., pero no al método de producción del huevo. Si bien el primer números también nos charla del origen o procedencia del huevo, son más bien los dígitos siguientes los que designan la misma, ya que ámbas letras que le siguen al número inicial designan el estado miembro de la UE del que derivan. El número con el cual empieza el código inscripto en todos y cada huevo es, quizá el más importante de todos, ya que describe el tipo de cría que han recibido las gallinas ponedoras. De seguro habéis visto que en cada huevo que podemos comprar en el autoservicio está inscripto un código compuesto por varios números. La fecha de caducidad se encuentra en el envase así como el número de huevos que conforman exactamente el mismo y los datos de la empresa que comercializa, entonces, ¿qué significan los números de los huevos?

La ONG Compasion in World Farming denuncia que “una gallina que vive enjaulada termina su corta vida metida en una pequeña jaula de alambre con varias gallinas más. Según la legislación de la UE, el espacio mínimo de suelo permitido para cada ave tiene un tamaño inferior al de una hoja de papel A4″ comentan desde la organización. La legislación de la Unión Europea, a través de una directiva social de 1999 y que es obligatoria desde 2012, prohibió las jaulas individuales y obligó a acrecentar el espacio para cada gallina dentro de la jaula de 550 a 750 centímetros cuadrados. En España, la adaptación del campo a esta nueva normativa supuso una inversión de sobra de seiscientos millones de euros según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, ya que en ese instante el 90% de la producción avícola era en sistema de jaulas.

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