A lo largo de años la tuvo en su casa hasta que procuró en Google+ las expresiones huevo y la marca del reloj que había dentro, Vacheron Constantin. Lo que tenía en sus manos era el tercer huevo de pascua que estaba valorado en 23 millones de euros. Estos huevos se comenzaron a crear Merced a los pedidos del zar Alejandro III, que encargo un huevo de pascua para su esposa María Fyodorevna. Este primer huevo solicitado para la zarina consistía en un huevo con la parte exterior en platino y en el huevo otro mucho más pequeño de oro, que al abrirse, tenía dentro una gallina de oro también con una copia de la corona imperial en la cabeza.
Entre las más altas esferas de la sociedad de San Petersburgo se desarrolló la costumbre de enseñar los regalos de Pascua adornados con joyas. Así el emperador Alejandro III tuvo la iniciativa de encargar la creación de un nuevo de Pascua particular como una sorpresa para la emperatriz.
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¿cuántos Huevos Fabergé Se Fabricaron Y Dónde Están Actualmente?
Los embajadores extranjeros quedaban deslumbrados –verdaderamente– cada vez que asistían a un baile. Además, adquirió joyas Fabergé de otros propietarios y rastreó piezas por Europa, Asia y América.
Sólo ha sobrevivido una fotografía en los archivos de Fabergé. El huevo azul y blanco sentado en su pedestal es uno de los huevos más grandes de Fabergé. La sorpresa es un cuadro de doble cara, con un retrato del padre de Marie Feodorovna, el rey Christian IX de Dinamarca, por una parte, y su madre, la reina Louise, por el otro.
¿qué Son Los Huevos De Fabergé Y Cuánto Cuestan?
Después de darse cuenta de que el huevo que tenía en la cocina desde hacía unos años valía tanto, el tipo voló a Londres con fotografías y las mostró a un especialista, un anticuario londinense experto en elementos de Fabergé . Y para los fanáticos de la joyería histórica contarles que Fabergé fue nombrado orfebre y joyero de la corte imperial rusa y de otras monarquías europeas.
Es mucho más de emplear alhajas menores que tengan un ingrediente afectivo. Le agrada usar abalorios contra el mal de ojo como las pulseras con cuentas, que representan el llamado \’ojo griego\’ y que luce habitualmente. Algo típico de Grecia y Turquía para ahuyentar la mala suerte y que la emérita transporta todos los días. Antes de partir a Rusia, los huevos que compró Victor Vekselberg y también presentarán al público en la sede de Sotheby\’s en Novedosa York, en una fecha todavía no definida.
Arte
Estos huevos únicos se encuentran entre algunas de las obras de arte mucho más caras y buscadas en el mundo entero. En el artículo, le exponemos algunos de los huevos de Fabergé mucho más costosos que existen, y que la mayor parte de la multitud no puede permitirse comprar.
Con el anuncio de la subasta, muchos investigadores apuntaron que las ganancias tienen la posibilidad de contribuir a sacar a flote relativamente a la revista \’Forbes\’, afectada desde hace un par de años por la caída de la publicidad. Pero la familia había señalado que la venta debía sobre todo «aceptar a cada uno de nosotros proseguir sus intereses personales».
Una Pequeña Joya De Museo
Estos huevos conmemoraban hechos esenciales en la vida y el gobierno de la familia Románov. Era tan difícil hacerlos que su elaboración podía llevar 1 año con un equipo de artesanos enormemente cualificados y que debían almacenar el mayor secreto sobre el contenido de los huevos.
Todas y cada una menos diez, que se quedaron en el Museo del Kremlin y que aún el día de hoy conforman la mayor colección de huevos imperiales. A la fama y la fortuna le prosiguió una sucesión de catástrofes que arrancaron con la Primera Guerra Mundial y la abdicación de Nicolás II, lo que llevó a la casa Fabergé a cerrar sus puertas en 1918. Una de las rosas silvestres de jade siberiano que se preservaban en su tienda londinense en el instante de su cierre va a poder verse en el V&A. Con la nacionalización de la empresa por la parte del Gobierno Federal Bolchevique, los talleres cerraron, las joyas se rompieron y los utensilios y la maquinaria se destrozaron.
Otra alternativa recomendable es llegar al Museo Fabergé en crucero en barco atravesando los canales de San Petersburgo. Aun hay un embarque o muelle que está allí mismo, el cual transporta el nombre del museo y fue estrenado en 2016. El museo asimismo tiene una pequeña cafetería en la planta baja donde se puede comer, así como tienda de regalos. Hay libres audioguías , tal como la posibilidad de efectuar visitas guiadas en inglés.
En 1952 una casa de subastas lo vendió por 1.200 libras a un anónimo. Como en los otros casos, absolutamente nadie se dio cuenta de que era entre los huevos rusos imperiales, por lo que es posible que el dueño de hoy, quienquiera y dondequiera que esté, tampoco tenga idea del tesoro que tiene. Más tarde, en 2011, otra foto del huevo fue descubierta en un catálogo de subastas de 1964, demostrando que, ciertamente, había subsistido a la Revolución Rusa y se dirigió a Novedosa York, donde fue vendido a una mujer por 2.500 dólares americanos.
